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Las startups son empresas de nueva creación donde normalmente se comercializan productos o servicios y se basan en un modelo de negocio escalable.
El crecimiento de estas empresas suele ser rápido y se apoyan principalmente en las nuevas tecnologías, sobre todo en internet. Es así como las startups crecen de forma vertiginosa a lo largo del tiempo.
Si tienes una idea de negocio y quieres crear tu propio startup, adelante. Este tipo de negocio te proporciona la oportunidad de probar cosas nuevas y de aprender de los fallos. Además, cuentas con muchos profesionales y plataformas como https://www.yeeply.com/ que pueden ayudarte a desarrollar tu idea y ganar dinero.
Pero si no te arriesgas a montar una startup por ti mismo y prefieres comenzar invirtiendo en una, puedes también obtener grandes beneficios. Eso sí, tienes que elegir bien en qué vas a invertir tu dinero.
No obstante, en este artículo vamos a centrarnos en como crear una desde cero y qué aspectos básicos hay que tener en cuenta. Concretamente analizaremos 5 pasos básicos.
Creando nuestra propia startup desde el inicio
Para crear startups, como cualquier otra empresa, debes tener claro qué es lo que quieres vender, a quién, etc., es decir, realizar un plan de negocio que englobe las ideas más importantes que afectan a tu empresa. Vamos a ver los 5 pasos básicos o 5 cosas básicas que tienes que tener en cuenta a la hora de crear una startup.
1- Definir bien la idea de negocio y no precipitarse:
Para empezar un negocio con buen pie es importante que la idea esté bien definida. Tenemos que tener claro cuál es el beneficio de nuestro servicio o producto para el cliente, así como definir ese cliente en sí, es decir, definir nuestro público objetivo, tener claro cómo es el cliente al que nos dirigimos: que preocupaciones tiene, que edad tiene, si principalmente son hombres o si por el contrario el publico más interesante para el proyecto son mujeres, etc.
Además de esto, es primordial no precipitarse en la salida. Es cierto que es importante salir rápido, con el llamado Producto mínimo viable, pero si en el primer impacto que tienes sobre los futuros clientes, estos no consideran que el producto es bueno, vas a tener muy difícil que cambien de opinión después. Por tanto, el tema del producto mínimo viable hay que cogerlo con pinzas y con mucho cuidado.
2 – El nombre de la empresa y la presencia online:
Debes invertir el tiempo suficiente en elegir bien el nombre de la futura empresa. No es algo que te debas tomar a la ligera. Es muy importante, más de lo que piensas, que el nombre de la empresa sea diferente y fácil de recordar. Asegúrate también cuando estés haciendo la búsqueda de que el nombre no está registrado y que el dominio está disponible. Te aseguramos que no es nada sencillo.
3 – Prepárate para ser rechazado
Aunque tú creas que la idea es fantástica y que va a funcionar sí o sí, siempre viene bien contrastarla con gente de confianza, pero externa al círculo familiar. Decimos externa, para que esa gente que está analizando tu idea, pueda ser totalmente sincera, pero de una determinada confianza para asegurar la seguridad de la idea. En este sentido, prepárate para ser rechazado, pero no solo en este ámbito de presentación, sino cuando salgas y te expongas al cliente. Es importante que no dudes de tu idea y que mantengas la confianza en ti mismo y en el equipo que te rodea.
4 – Cuenta con un buen equipo
Puede parecer una tontería y, al principio no le das importancia y seguramente pienses que puedes llevarlo todo tú solo y ahorrarte una pasta en sueldos, pero no es así. Las personas que no aprenden a delegar tareas acaban arruinando su empresa. Es imposible que una sola persona lo maneje todo. Consigue rodearte de un buen equipo de trabajo en todas las áreas que necesite el proyecto y delega. Si al principio no tienes dinero para pagarles, intenta compensarles con acciones de la empresa u otra cosa. Si el proyecto es interesante hay personas dispuestas a trabajar “gratis”, y no por ello significa que sean trabajadores menos cualificados.
5 – Necesitarás capital para desarrollar tu idea
Normalmente, a la hora de llevar a cabo un proyecto empresarial, necesitas una inversión, por mínima que sea. Si tienes la suerte de que no necesitas mucha, puede que incluso puedas financiarla tu mismo, con los ahorros que tienes o pidiendo un pequeño préstamo al banco. Pero si hablamos de proyectos con finalidades más ambiciosas puede que tengas que recurrir a la inversión externa. Una buena opción para este último caso son las incubadoras o aceleradoras de startups.
Una incubadora de startups es una empresa que busca startups con potencial para invertir en ellas y ayudarlas a salir al mercado. De esta forma, las startups sin recursos pueden comenzar con el negocio.
Las aceleradoras de startups, en cambio, son empresas que, como lo dice la palabra, ayudan a las startups a acelerar procesos, pero cuando éstas ya se encuentran en desarrollo.
Sea como fuere, si estás decidido a buscar financiación externa, debes saber que tu proyecto solo se financiará si tienes clientes. Los inversores solo financian crecimiento. Es importante que tengas en cuenta el objetivo de cada euro que vas a pedir, así como ofrecer todo tu tiempo para el proyecto e invertir lo que has ahorrado, ya que te dará credibilidad frente a los inversores.