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Resumen

Lo mejor: Sus gráficos son absolutamente increíbles. El frenesí de los combates te dejará sin aliento. La multiplicidad de opciones dejará satisfechos a expertos y novatos. Es fiel a la historia de Dragon Ball y le rinde tributo de principio a fin. Está disponible para Xbox One, PS4 y PC.

Por mejorar: el modo historia es aburrido. Se echan de menos más personajes.

9,0

Excelente

Es un buen año para los fanáticos de Dragon Ball. Aunque la trama de la última entrega de la serie animada, Dragon Ball Super, ha dejado sinsabores, los últimos compases del Torneo de Poder mantienen a los fanáticos al borde de sus asientos -a pesar de ser tan predecible que resulte decepcionante-.

Al goce de los últimos compases de la serie, se suma el lanzamiento de Dragon Ball FighterZ, desarrollado por la casa japonesa Arc System Works y distribuido por Bandai Namco. Es el mejor juego de Dragon Ball hasta la fecha y es un nuevo referente de los juegos de lucha 2D.

Dragon Ball FighterZ es el juego de los sueños de cualquier fanático. Traslada la esencia estética del anime al videojuego. E incluso la supera. Es una experiencia visual encantadora y las batallas y personajes reviven las secuencias y escenas más emblemáticas de la serie.

El Final Flash de Vegeta se reproduce con vigorosa fidelidad. Gokú en su estado Super Saiyajin Blue acude al ‘kaoiken’ para elevar su poder y asestar una seguidilla de golpes brutales a su rival de turno. El ‘kamehameha’ de su forma Blue no es igual a la de Super Saiyajin fase 1. Gohan asesta la misma ráfaga de golpes que propinó a Súper Buu y cuando un rival es derrotado, sale despedido por los aires, como un proyectil, y atraviesa varios edificios.

El frenesí de las batallas, donde participan tres guerreros contra tres, sin ‘rounds’ entrecorta la respiración. No importa si eres un experto en los juegos de lucha o un novato, lograr movimientos espectaculares no es difícil. Si eres de aquellos que solo presiona botones al azar, encontrarás satisfactoria recompensa.

En pantalla verás golpes sin cesar, intercambios de poderes, cambios de personaje, ráfagas de puños en los aires y explosiones de energía que evocarán los momentos cumbre de Dragon Ball. Tragarás saliva. Tu adrenalina se elevará. Aunque termines comiendo polvo, esbozarás una sonrisa. Dragon Ball FighterZ garantiza una experiencia trepidante.

Queremos más personajes

En un comienzo, se criticó la simplicidad del sistema de controles del juego. Sin embargo, detrás de su aparente sencillez se esconde un esquema que satisface a los más exigentes.

La complejidad emerge como producto de la variedad de movimientos de ataque y defensa. Cada personaje goza de un abanico variopinto de golpes únicos y los autocombos y supercombos se suman a posibilidades extrañas -y fascinantes- como una que permite ir coleccionando las esferas del dragón hasta invocar a Shenron. Combinar a los tres guerreros durante la batalla también guarda cierta ciencia y añade una capa de alternativas a los enfrentamientos.

Las voces de los personajes se encuentran en japonés. Uno de los pocos aspectos reprochables del juego es su parrilla de avatares. Tan solo 24.  A saber: Gokú, Vegeta, Gohan adolescente, Freezer, Célula, Majin Buu, Trunks, Piccolo, Krilin, A18, A16, Gotenks, Nappa, Yamcha, Tien, Ginyu, Gohan adulto, Kid Buu, Beerus, Hit, Black Gokú, Goku Súper Saiyajin Blue, Vegeta Súper Saiyajin Blue y Androide 21 (un personaje exclusivo del juego). Y, sí, como cabía esperar, otros ocho llegan en forma de DLC (es decir, se debe pagar más para obtenerlos). Ya se filtraron los nombres de los primeros dos: Broly Súper Saiyajin y Bardock, el padre de Gokú.

Otro de los puntos débiles del juego es su modo historia. Para resumir, versa sobre una realidad en la que los principales enemigos de Gokú han revivido y el mundo de ha plagado de clones malvados de los héroes de la serie (por ende, nos enfretamos a un Krilin malvado, a un Vegeta malvado, etc). La mayor parte del relato es simple de completar, con extensos diálogos que se tornan cansinos. Completarla toma alrededor de 8 horas.

Cabe también decir que  la banda sonora acompasa bien los encuentros, es vehemente, emana fuerza, agresividad, pero se aleja de la banda sonora original.

A este modo ‘offline’ se suman otros, como los enfrentamientos arcade y los entrenamientos. El modo arcade ofrece un nivel de dificultad progresivo. Dependiendo de nuestro rendimiento, se nos otorgará una calificación que va desde D hasta S (siendo D la calificación más baja y S la más alta). En el juego se pueden comprar objetos que ayudan a personalizar nuestros personajes. Pero no se preocupen, no acude a las temidas microtransacciones.

El modo multijugador funciona bien. El único reproche es que el sistema de emparejamiento para iniciar un duelo con un rival a veces nos deja esperando por mucho tiempo. A veces he pasado hasta 20 minutos esperando a que aparezca alguien interesado en enfrentarse conmigo. El ‘lag’ es inexistente en la mayoría de partidas.

Dragon Ball Fighter Z es, en definitiva, el juego que no puedes dejar pasar si amas la saga de Dragon Ball. Te emocionará, te fascinará con su ambientación y su grado de fidelidad a las series y a universo de Akira Toriyama.

Si amas a Gokú, amarás Dragon Ball FighterZ.

ÉDGAR MEDINA
@EdgarMed en Twitter

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