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La Juventus no llega a semifinales de Champions desde que entró Cristiano Ronaldo. El portugués toca a la puerta del Real Madrid, que difícilmente se abrirá para él.

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Hizo falta tres años para que Cristiano Ronaldo se diera cuenta que no le convenía acabar su matrimonio deportivo con el Real Madrid. Abandonó España tras ganar ahí cuatro de sus cinco Champions y cuatro de sus cinco Ballon d’Or. Se convirtió en el máximo goleador de la historia del club y en una figura indiscutible de la historia del fútbol. Pero en verano de 2018, hizo maletas para la Juventus de Turín tras discutir por un año con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, sobre su contrato. Desde entonces acabó su época dorada: ni Champions ni Ballon d’Or.

Al Madrid tampoco le fue bien. No visita semifinales de la copa europea desde la marcha del portugués y apenas ha podido levantar una liga y una supercopa local. El equipo parece sobrevivir día a día con los veteranos de aquel equipo que, con Cristiano, ganó tres Champions seguidas. Zinedine Zidane entrena a Kroos, Modrić, Ramos y Benzema, que se rodean de otras figuras de campeones y algunos jóvenes talentos que no terminan de explotar. Además, en reemplazo de Cristiano llegó Eden Hazard en 2019, una estrella belga que brilló en Inglaterra y que en España conoce más camillas que campos de fútbol. Ha estado lesionado la mayoría de su contrato.

Florentino sabe que el proyecto necesita un revolcón. Salvo la llegada de Hazard, el Madrid no ha fichado grandes jugadores y parece más enfocado en dar liquidez al club en pandemia y a la renovación del Estadio Santiago Bernabéu. Además, fuera de lo deportivo, el grupo de constructora ACS, que también preside Pérez, cierra el 2020 con números de liquidez inferiores a los de 2019, dato que obliga al empresario español a jugar más seguro con sus negocios.

Sabe Florentino que Cristiano Ronaldo no es el único delantero interesado en llegar a Madrid. Kylian Mbappé y Erling Haaland, los dos futbolistas de moda, están pendientes de lo que ofrezca Pérez. Su precio, eso sí, vuela por las nubes. El Dortmund no venderá a Haaland por menos de 180 millones de euros y algo parecido piensa el Paris Saint-Germain frente a Mbappé. Ambos tienen muchos años de carrera, un nivel superlativo y un potencial para escribir grandes páginas en la historia del fútbol.

El problema para Cristiano es el siguiente: su compra sería una apuesta más barata (cuesta apenas 25 millones de euros) que permitiría mantener la liquidez del club durante la pandemia, pero el equipo no renovaría el proyecto y se mantendría con una base muy veterana. Además, su salario no bajará de 20 millones de euros, por lo que traer a Ronaldo implicaría para Florentino Pérez renunciar al fichaje de uno de los dos jóvenes promesas. El presidente sabe bien que si no hace estos movimientos, se arriesga a que otro club grande haga el negocio y la oportunidad de comprar a Mbappé o Haaland se esfume.

“Todo tiempo pasado fue mejor”, piensa quizá Cristiano. Razón no le falta, pero muchos le advirtieron que salir del Real Madrid es mucho más fácil que volver. Puede ser el jugador más importante de la historia del club y tener todo un palmarés a su espalda, pero al frente tiene a Florentino Pérez, un empresario que piensa más en números que en sentimiento. El presidente enfrenta una época complicada en sus negocios y no le temblará la mano si tiene que cerrar puertas porque los números no dan. Y hace bien. A ver en qué club juega Cristiano Ronaldo la próxima temporada.

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