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Si este es el Cristiano Ronaldo ‘acabado’, como mucho lo tildan hoy en día, no quiero imaginarme lo que hubiera sido del pobre Atlético de Madrid si lo hubieran enfrentado en mejor forma. El derbi que jugó el portugués el martes en el Santiago Bernabéu es merecedor de todos los elogios y manda un mensaje claro del goleador: ¡No me he ido! Aunque la Champions League es un torneo en el que solo existe la verdad después del pitazo final, los goles de CR7 podrían significar mucho más que un simple hat-trick contra el rival de patio.

Es innegable que su cuota goleadora no es la misma de antes. Para esta época en los últimos seis años, en liga española, ya había superado la barrera de los 30 goles. A lo largo de esta temporada liguera lleva apenas 20 goles. Estos números podrían sugerir un mal desempeño (para Cristiano, pues cualquier otro se daría por bien servido), pero también es verdad que el delantero madridista ha jugado solo 26 partidos, 10 menos que la temporada pasada. La efectividad no ha variado en gran medida, pues Cristiano solo marca 0.2 menos goles por partido en la liga española frente al año pasado. Para marcar hay que jugar.

Además, sus goles siguen siendo importantes. El Real Madrid lucha hoy por La Liga Santander y por la Champions League gracias al Bicho. Si lo del martes no fue muestra suficiente, los goles contra el Bayern München, uno en el tiempo regular y dos en el extra, salvaron al equipo del técnico Zinedine Zidane, cuyo planteamiento defensivo ese día fue desastroso y casi le cuesta la eliminación. Aunque estaba en fuera de lugar en uno de ellos, Cristiano supo leer las tres jugadas como solo un buen goleador lo hace y remató como solo él lo hace.

A eso se ha dedicado últimamente: leer y rematar. Muchos dicen que eso es ser ‘empuja balones’, pero una liga que ha aplaudido a jugadores como Radamel Falcao García debería saber lo valioso que es eso. Ya quisiera Karim Benzema, al que el martes se le fueron varias oportunidades fuera, ser tan bueno en dicha tarea como el portugués. Tampoco se le puede criticar su pérdida de velocidad o que no regatee como antes. Es muy inteligente permitir que Cristiano deje su antiguo trabajo de extremo velocista y se ubique más en el área. La edad les cobra a todos, y es mejor saber para qué sirve uno cuando se acerca la edad del retiro. Él lo sabe, actúa en consecuencia y por eso sigue siendo importante.

Así que lamento decir a los ‘haters’ de CR7 que los años dorados de esta estrella serán eso, dorados. En vez de esperar su fin, hagan las paces con cualquier rivalidad, odio o rencor que le tengan. Como Lionel Messi, el actual Ballon d’Or es uno de esos virtuosos del fútbol que rara vez aparecen entre los mortales para enseñaros cómo hacer magia con la pecosa. El hecho de que se acerque el final de su carrera no debería alegrar a ningún fanático del fútbol sino, todo lo contrario, debería ser una razón para llorar. Ya le contaremos a quienes no lo vean jugar que en nuestras vidas apareció, un buen día, un tal Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro y que, como todo buen cuento, el resto es historia.

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