Siempre nos han dicho que si hay un tema que nos apasiona no hay nada que nos detenga, pero quisiera girar un poco este concepto e impulsar el corazón emprendedor que todos llevamos dentro. Muchas veces decimos que no a ciertas oportunidades porque consideramos que no están dentro del rango de lo que siempre hemos soñado, sin embargo, una de mis convicciones personales es apropiarme de las oportunidades que se han presentado en mi camino independientemente del sector al que pertenezcan. Son los negocios los que me han encontrado a mí y los he vinculado a mi camino, aunque pareciera que no tuvieran nada que ver conmigo.
En algún momento de la vida todos decidimos ponernos un rótulo para denominar el camino profesional que hemos decidido tomar. Muchas veces ese rótulo es el nombre de la carrera que estudiamos, o del rol que decidimos asumir en nuestra vida. En el momento en el que tuve que decidir el tipo de rotulo que llevaría mi vida profesional decidí el de Emprendedor. Mi recorrido por las empresas de comunicación y publicidad y mi pasión por los medios de comunicación, no se han interpuesto con el llamado de mi personalidad a ser un emprendedor, alguien que inicia, y si es necesario, que cierra proyectos con la misma adrenalina con la que hace 30 años vendí la primera corbata.
Y tal vez en este punto muchos dirán, es que yo no soy así, yo no sé vender, y quiero decirles que no hay nadie que no sea así. Si alguna vez has tenido una idea, eres un emprendedor. Tal vez la idea se ha quedado en el camino porque ha faltado iniciativa, persistencia, y aprender de las caídas, pero la chispa del emprendimiento está ahí, solo tienes que fortalecerla con estar disponible para tu emprendimiento, estar donde tu emprendimiento te necesite, buscar a quienes sabes que te pueden ayudar a fortalecer el proyecto. Dedícale tiempo. Sí, el domingo en la tarde cuando descansas, ahí dedícale tiempo, o muy temprano en la mañana cuando la jornada no ha empezado, ahí es cuando se fortalecen las ideas.
Este año, el Foro Económico Mundial, publicó el estudio llamado Global Entrepreneurship Monitor (GEM), en el que Colombia se ubica en el puesto número 25 de un ranking global, por encima de países de la región como México, Chile y Uruguay, posicionándonos como el mejor país de Latinoamérica para emprender.
El GEM realizó una encuesta a 2.000 expertos que respondieron preguntas relacionadas con el ecosistema necesario para generar emprendimientos como la financiación, el acceso a préstamos, políticas públicas orientadas a la generación de nuevas oportunidades, impuestos, programas estatales de acompañamiento, entre otras variables. Otra cifra para resaltar en el GEM es el incremento en 30% de mujeres que han iniciado un emprendimiento, ubicándonos por encima del promedio Latinoamérica en este aspecto.
El entorno está dado, las ideas siempre estarán latentes, y es una lástima que mucho de lo que ha pasado por tu cabeza nunca lo podamos ver concretarse, tal vez yo hubiera podría utilizar los productos que ofreces, eso depende de ti.
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