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Una sábana azul cubre todo el cielo en esta ciudad sueca, ni una sola nube se ve en el firmamento. Parece que el clima sabe que estamos celebrando porque justo mejora para las tres fechas que pude presenciar estos primeros días de junio. El åfesten, el día nacional y el grado de los estudiantes del colegio suceden en el transcurso de la misma semana y se siente una energía alegre en el ambiente.

Åfesten – 3 a 5 de junio

Es un festival folclórico anual en Falun para todas las edades, donde la administración ofrece actividades para celebrar que pronto iniciará el verano. Durante el Festival, suele haber mucho que ver y hacer, todo con entrada gratuita.  La fiesta se organizó por primera vez en 2016 y todos los eventos se llevan a cabo cerca del río que cruza la ciudad.

El carrusel y los juegos mecánicos se toman la plaza principal de viernes a domingo. Es un estímulo constante de sonidos y luces, donde todos los niños y adolescentes pasan por lo menos un momento de su día gastando las coronas en boletas para montar en los juegos o sortear la suerte en las casetas de sorpresas. El viernes en la tarde los carros antiguos inundan las calles principales y puedo observar desde una van morada parecida a la de ScoobyDoo hasta un carro alargado de color vinotinto que dice Jaggermeister en la puerta del copiloto con letras naranjas.

En el centro de la ciudad hay muchas personas, sobre todo familias con niños, felices de vivir de nuevo este evento después de dos años de pandemia. El sábado sucede igual, aunque hay muchas más personas en la orilla del río para ser testigo de uno de los eventos más esperados: Gummibåtshäng i Faluån. “La reunión de botes inflables en Falun”. Desde kayaks individuales hasta una piscina con cabeza de tucán donde van seis personas son algunos de los botes que se pueden ver cruzar la ciudad por el río. La más curiosa: una piscina azul con tres chicos que arrastran un inflable pequeño de unicornio y una cama azul con un esqueleto de juguete.

Día Nacional – 6 de junio

Como si el país tuviera conciencia y supiera que hoy es su día, el día amaneció soleado y desde temprano nos vamos para la antigua Mina de Cobre, lugar de encuentro para el evento de celebración en Falun. Antes de 1983, era conocido como el día nacional de la bandera sueca pero hoy en día tiene una connotación más nacionalista y se celebra como en Colombia celebramos el día de la independencia: cantando el himno, izando las banderas y reuniéndose con los seres queridos.

El aire se siente fresco y más de una persona está vestida con el traje tradicional, cuyos colores varían de acuerdo a la región de donde provengan. No sé si es por estar lejos de casa o porque me contagian de su emoción, pero lloro cuando todos se paran a cantar las canciones suecas y cuando la orquesta toca ritmos que mi oído reconoce. Un día como este no puede terminar sin hacer fika en el café de la Mina. Tantas opciones por elegir solo invitan a tener paciencia y esperar más de veinte minutos en la fila, para luego pasar más de una hora en la mesa disfrutando el ambiente.

Graduación de los estudiantes – 10 de junio

Acaba de pasar el último día de escuela de los chicos en el colegio. Los que acaban de terminar su último año escolar celebran de una manera curiosa: vestidos de blanco, con sombreros de marinero y dando vueltas por el centro sobre camiones llenos de mensajes y banderas. Las graduaciones, al medio día, reúnen a toda la familia para felicitar al estudiante. En este evento los suecos cantan, se abrazan, toman fotos y le cuelgan al homenajeado rosas, peluches y platos desechables con mensajes en el cuello.

En el transcurso de dos horas, los diferentes grupos de estudiantes recorren la ciudad sobre camiones decorados con mensajes, bombas y banderas. El ambiente de fiesta se siente a través de la música y se ve en la manera en que la gente se viste. Luego me daré cuenta que una de las canciones que gritan a todo pulmón dice “después del fin de semana de fiesta, estaremos sin trabajo”, lo cual me hace reír y disfrutar aun más el hecho de poder vivir todos estos momentos en este país nórdico.

En la tarde vamos a la celebración de grado de un amigo de la familia. Su casa está decorada con globos y banderas azules y amarillas. La cena son tacos y hamburguesas, porque Wilheim así lo quería. No es lo que suelen servir en estos eventos, pero es agradable presenciar de primera mano ua celebración como esta. Abren los regalos, agradecen las flores y las tarjetas con dinero. Definitivamente, los suecos están llenos de tradiciones y conmemoran los momentos importantes como solo ellos saben hacerlo.

 

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