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Debut fugaz: ¡1m 38 s!‘, así tituló la presentación de Luis Mauricio Alarcón en El Campín el periódico EL TIEMPO. El estreno de este niño de 14 años con el Independiente Santa Fe dio de qué hablar, no solo en el estadio, sino también en las páginas de periódicos, noticieros de televisión y programas de radio.

El pequeño Luis se tomó la salió con el equipo titular de Santa Fe en medio de los aplausos del público, se tomó la foto con la plantilla profesional, cantó el himno nacional y hasta se dio el lujo de tocar un balón de cabeza en pleno juego después de un pase del argentino Maximiliano Flotta (muy aplaudido por la tribuna, yo estaba ahí).

Luis Mauricio Alarcón.jpg

Luego de un minuto y 38 segundos de fútbol (si en ese tiempo se puede hacer fútbol) el niño abandonó la cancha con la ovación de la tribuna que, por las declaraciones dadas por el entrenador, entendía lo que estaba pasando.

Ahora, lo que quiero discutir acá no es si la norma funciona o no… eso ya lo han hecho varios columnistas en sus espacios. Mi intención es juzgar lo que hizo Hernán Darío Gómez en forma de rechazo a la norma.

Lo que se vio esa tarde en El Campín, además de ser una burla a la norma (como lo dice Hernán Peláez en su columna del diario El Espectador), es un irrespeto para Luis Mauricio Alarcón y para la hinchada santafereña. No solo porque el técnico desperdició un cambio que, si no hubiera sido por el gol de Nazarit, pudo haberle costado Luis Mauricio Alarcón 2.jpgmucho a Santa Fe, sino porque utilizó y jugó con Alarcón.

 

Eso no se hace… niño o no, es un jugador de fútbol que merece ser respetado como todos los otros. Además, si la norma fuera tan mala como muchos dicen, Michael Ortega, Sub-18 del Deportivo Cali, no habría sido la figura de la cancha en la victoria ‘azucarera’ contra Junior, no?

Solo espero que, pase lo que pase con la norma, los técnicos respeten a los jugadores sin importad su edad, raza o religión.

JuanSQ

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