Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

En muchas ocasiones hemos visto a grandes productoras intentar reemplazar o replicar el éxito de alguna producción; sin embargo, buscar historias o narrativas similares  que produzcan el mismo impacto es un error, un problema para los creativos que les dificulta encontrar nuevas historias. En el caso de GOT y de muchos ‘taquillazos’ o logros comerciales, el éxito se debió a la innovación, al ser algo nunca visto en el momento de su estreno, y no por recrear fórmulas ya conocidas.

En la década de los años 2000 varios intentaron replicar las exitosas El Señor de los Anillos y Harry Potter, dos sagas del género de la fantasía. Un claro ejemplo fue Narnia, la apuesta Disney para sumar otra saga fuera de Piratas Del Caribe. Sin embargo, al no cumplir con las expectativas del público, Disney no logró recupera lo invertido con la segunda entrega y en efecto vendió los derechos a Fox sobre esa franquicia; así mismo, vimos varios intentos que terminaron en rotundos fracasos como: La Brújula Dorada, Percy Jackson, Los Doce Signos de la Luz, Eragon, Corazón de Tinta, etc.)

Game Of Thrones no empezó con el enorme presupuesto por el que es reconocida; en cambio, muchas de las que pretenden ocupar su puesto sí gozan de ello…

Finalizando la década, en el año 2008, presenciamos el intento de competirle al joven mago con Crepúsculo, que si bien nunca logró alcanzar las cifras de Harry Potter, sí logró impactar a los adolescentes, gracias a la popularidad involuntaria que consiguió con los tabloides. En consecuencia, las productoras buscaron otra vez replicar y reemplazar, esta vez vendiendo como estrategia el amor telenovelesco que pudimos ver en Red Riding Hood, The Host, El número 4, Beastly, etc., todas ellas canceladas en su primera entrega. 

Entrando en la década de los 2010 llega la adaptación de una novela para adolescentes y un target un poco más adulto: Los Juegos del Hambre (2012). Esta adaptación logró triunfar, aunque no tanto en su cuarta y última entrega, pues al igual que Crepúsculo, copiaron la estrategia comercial de Harry Potter, que consistía en dividir la última parte en dos. No obstante, durante el recorrido en las salas de cine, diferentes productoras querían su propia saga enfocada en universos distópicos/post apocalípticos, con un toque romántico (Maze Runner, Divergente, entre otras). Por ese entonces también presenciamos el nacimiento de la franquicia más exitosa del cine, el conocido MCU (Marvel Cinematic Universe), nuevamente, las productoras intentaron replicarlo, creando sus propios “universos compartidos” (DC Extended Universe , Universal’s  Dark Universe, Warner’s Monster Universe, Cloverfield, The Conjuring Universe, Fragmentado etc.), aunque ninguno logró el éxito acumulado de Marvel. 

Finalmente, en el negocio del entretenimiento es entendible que, en el afán de ser rentables, repliquen en vez de arriesgarse a intentar algo nuevo. Sin embargo, pareciese que las productoras no son conscientes que en la mayoría de los casos están perdiendo su esfuerzo e inversión, pues recordemos que Game of Thrones llegó introduciendo una historia de fantasía,  impredecible a gran escala y en un terreno hasta ese momento inexplorado en la televisión… algo que muy difícilmente podrá ser ocupado. Por otra parte, la serie no arrancó con el enorme presupuesto por el que es reconocida; en cambio, muchas de las que pretenden ocupar su puesto sí gozan de ello, un error que sumando la cantidad de aspirantes al trono que dejó GOT, resultará con la cancelación de más de la mitad de estas series.  

Ahora, todas estas son las series que sueñan con ocupar el espacio de Game Of Thrones:

His Dark Materials (HBO) – al aire: 

The Withcer (Netflix) – 20 de diciembre

El Señor de los Anillos– Amazon 

La Rueda del Tiempo – Amazon y Sony Pictures

Narnia –  Netflix

Conan – Amazon 

Cursed – Netflix 

The Ruin of KingsAnnapurna Television

The Broken Earth – TNT 

House of Dragons/ Precuela de GOT (HBO)

Compartir post