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(Solo para adictos a la Coca-Cola)

Aunque no les guste a los señores de Coca-Cola-Femsa y aunque uno de sus funcionarios haya tratado de intimidarme para que no hablara del tema, tengo que decir que cada día me encuentro más negocios en los que solo se venden productos Postobón.

La verdad es que yo soy un adicto a la Coca-Cola. Y a donde quiera que voy solo pido esa gaseosa. Y se me sube todo a la cabeza apenas llega el mesero y pronuncia la famosa frase: ‘solo productos Postobón’. En ese momento, como un resorte, quedo de pie y arranco para el negocio más cercano a comprar una o dos Coca-Colas para mí y las que me hayan encargado los demás comensales.

La última vez decidimos comprar una Coca-Cola de dos litros y ponerla en mitad del ‘territorio Postobón’, en la misma mesa del restaurante, que nos suministró los vasos.

Y cada vez que me ocurre eso me pregunto por qué se restringe la libertad del consumidor para tomar lo que él quiera.

Es cierto: si uno es adicto a la Coca-Cola, no debería entrar a los sitios que son ‘territorio Postobón’. Pero el problema es que uno se entera cuando ya está sentado, con toda su familia y es imposible salir a buscar otro restaurante.

Me preguntaba si esa no es una restricción al consumidor por parte de Postobón y de los dueños de los locales. Y pensaba que esa podría ser una competencia desleal entre esas dos empresas.

Y como pienso que yo no soy el único ciudadano colombiano al que le pasa eso, decidí averiguar un poco más del asunto, por lo menos para aclarar las dudas de quienes las tengan.

Cuando llamé a Coca-Cola-Femsa, desde las mismas personas que respondían al teléfono ya todo era un misterio. Nadie daba nombres de funcionarios, no decían quién era la persona adecuada para responder unas preguntas y menos suministraban dato alguno. Hasta que al fin se comunicó una señorita y me dio el nombre y el teléfono de un funcionario quien, en teoría, estaría dispuesto a responder las inquietudes.

Pero apenas le mencioné el tema a ese funcionario, entró en pánico. Perdió los estribos y amenazó con consecuencias si yo me atrevía a mencionar siquiera que Postobón le estaba quitando clientes a Coca-Cola.

No alcancé ni a darle nombres de establecimientos que Postobón ha ganado para sí y de donde ha salido despedida Coca-Cola en un santiamén, como es el caso de La Parrilla, en Hayuelos; y de Vai, en la Gran Estación, por solo mencionar dos locales.

El funcionario debió haber pensado que yo iba a hacer un editorial o iba a abrir un periódico diciendo que Postobón le estaba ganando en ventas a Coca-Cola. Y por eso debió ser que entró en pánico.

Pero como a mí no me interesa sino la libertad del consumidor a la hora de elegir qué se quiere tomar, dejé así la ‘charla’ con el funcionario de Coca-Cola y decidí indagar por otro lado a ver qué es lo que está ocurriendo.

Y la respuesta es bien simple. Postobón le está ofreciendo buenos descuentos y hasta líquidos gratis a todos los que quieran vender solo sus productos.

El negocio es redondo para los locales, restaurantes o tiendas que aceptan. Por ejemplo, Postobón les regala el aviso exterior. Y les da la nevera (en comodato), en la que solo pueden estar sus productos. Es la misma nevera que también da Coca-Cola.

Pero si el dueño del local se compromete a vender solo los productos de Postobón (lo que deja fuera de ese negocio a Coca-Cola y a la Malta de Bavaria), le pueden dar un llenado de cinco cajas de obsequio; o puede incluso obtener un llenado mucho más grande. Le regalan también un botón neón. Y si el negocio vende 200 o más cajas al mes, le pueden dar descuentos del 8, 10 ó 12 por ciento, todo dependiendo de la negociación inicial que se haga.

Y como platica es platica, muchos dueños de locales prefieren aprenderse la frase ‘solo productos Postobón’, que pronuncian sin sonrojarse siquiera.

Esa es la explicación. Sencilla. Aquí gana el que más ofrezca. No es competencia desleal. Es solo competencia. Y nadie la puede impedir.

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