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Por Fabian Sampayo, Visionario Millennial. Docente de las materias “Modelos Ágiles de Negocio”, “Habilidades Gerenciales” y “Pensamiento Estratégico y Prospectiva” de las Especializaciones del Politécnico Grancolombiano.

Voy a un psiquiatra, necesito un psicólogo, me siento ansioso, no sé qué hacer, la vida ya no es lo mismo. Escuchar a una persona decir esto se consideraba “anormal”, por lo que inmediatamente podían saltar juicios a tu mente sobre si la persona estaba “loca” o su mente no funcionaba muy bien. Hoy quiero compartirte un tabú que se ha vuelto lo normal gracias a la pandemia. Desde años atrás se venía indicando que los problemas de salud mental era una de las principales causas de fallecimiento a nivel mundial1. Así mismo, McManus, Bebbington & Jenkins (2016) expresan que para Inglaterra una de cada seis personas había experimentado algún problema de salud mental como la ansiedad o la depresión2. Si consultamos las cifras en Colombia encontramos estadísticas similares o con mayor criticidad en este momento. Según la encuesta de Pulso Social (2020) del Dane, seis de cada diez colombianos reportaron presentar algún tipo de síntoma asociado a la salud mental3.

Hoy, hablar de Salud Mental se volvió una realidad, tengo que confesar que he tenido momentos en mi vida donde presentaba un nivel de ansiedad muy alto y cuando me recomendaban ir a un psicólogo lo tomaba como si me estuvieran diciendo loco. Eso afectaba mi ego y trataba de solucionar el problema por mi propia cuenta, lo que no percibía era que la ayuda profesional siempre nos iba a permitir salir más rápido de esos estados que vivimos temporalmente. Un psicólogo, psiquiatra o coach siempre nos va a invitar a realizarnos preguntas que normalmente no hacemos y cuidar de no caer en un existencialismo sin salida. La pandemia ha hecho visible un tema que habíamos pasado por alto durante muchos años: la gestión de nuestra salud mental. Profundicemos sobre qué es y cómo podemos gestionarla con serenidad.

Según Medline Plus (2020)4, la salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Estas dimensiones afectan nuestros pensamientos, sentimientos y acciones frente a la vida. La enfermedad mental más conocida es el estrés, luego la ansiedad y la depresión. Además de afectar la manera como actuamos, también afecta el potencial de desarrollo que tenemos como ser humano. Mi invitación al escribir esta columna es invitarlos a que gestionemos nuestra salud mental como gestionamos la salud de nuestros dientes, cuerpo, cabellos y demás partes del cuerpo que son esenciales para nuestro desempeño. Primero comencemos con la revisión de nuestros hábitos mentales y para eso podemos preguntarnos lo siguiente:

1. ¿Tenemos algún ritual para alimentar nuestra mente, así como nos lavamos los dientes?
2. ¿En momentos de estrés me pregunto qué me sucede o suelo esperar que pase?
3. ¿Cuando tengo una emoción alterada soy capaz de identificarla por mi cuenta o los demás me indican lo que sucede?

Estas tres preguntas permiten identificar si estoy tomando acción para gestionar mis propias emociones, la salud mental es producto de la interpretación emocional que hacemos de nuestra vida, dado que al estar en construcción constante con nuestro entorno podemos identificar si estamos viviendo un caso de alegría, tristeza, ira, asco, miedo o sorpresa. Si la respuesta fue afirmativa a poseer rituales, preguntarme qué sucede e identificar mi emoción es un camino hacia una excelente gestión de nuestra mente. Si el caso es contrario, podemos empezar a incorporar algunos de estos hábitos en nuestro día a día.

1. Agradecer es gratis y alimenta tu mente positivamente.
2. Estar conectados con otras personas, tener conversaciones con nuestro entorno acerca de cómo me siento.
3. Descansar, tu energía durante el día depende mucho del nivel de relajación que logres obtener.
4. Ser altruista, compartir parte de lo que tenemos con aquellos que lo necesitan.
5. Enfocarnos en lo que podemos controlar, lo que no podemos simplemente aceptarlo.

Ahora, cuando escuchemos que alguien no se siente bien consigo mismo o tiene un nivel de estrés alto puede ser normal la respuesta: ve a un psicólogo, a un psiquiatra o a un coach. Dependiendo de tu necesidad estos tres roles cumplen una gran labor en esta nueva era de post pandemia. Cambiamos radicalmente nuestros hábitos durante el 2020 y eso invita a que cambiemos radicalmente nuestra manera de observar la vida. La salud mental es una responsabilidad de cada uno, pero si nos unimos colectivamente podremos ayudar a que superemos estos momentos que vivimos y recordar lo resilientes que somos los seres humanos.

 

Fuentes:

1 Vos, T., et al. (2013) Global, regional, and national incidence, prevalence, and years lived with disability for 301 acute and chronic diseases and injuries in 188 countries, 1990–2013: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study. The Lancet. 386 (9995). pp. 743-800 2 McManus S, Bebbington P, Jenkins R, Brugha T. (eds.) (2016) Mental health and wellbeing in England: Adult Psychiatric Morbidity Survey 2014. Leeds: NHS Digital. 3 https://www.eltiempo.com/salud/encuesta-del-dane-revela-afectaciones-de-la-pandemia-en-la-salud-mental-de-los-colombianos-544811
4 https://medlineplus.gov/spanish/mentalhealth.html

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