Planeación financiera, la clave para tener un buen valor patrimonial
La gestión patrimonial hace referencia al valor patrimonial, es decir, la diferencia entre el valor de los activos menos el valor de los pasivos. Los activos son todo derecho económico que tenga una empresa o una persona y los pasivos son todas las obligaciones económicas que tiene una empresa o una persona. A esta diferencia se le llama patrimonio, eso es un estado de situación financiera.
En este sentido, la gestión patrimonial se enfoca en el crecimiento de ese patrimonio, el cual crece a través de las utilidades retenidas. El endeudamiento o el nivel de endeudamiento acá no es relevante porque desde que tomemos deuda, por ejemplo, a un costo menor de lo que renta los activos, pues es una buena práctica y financieramente entenderíamos queríamos tener mucho más nivel de deuda.
Entonces, ¿por qué es importante la planeación financiera en esta materia? Normalmente nos dedicamos a hacer control de ingresos y gastos y eso no va a hacer que se acumulen riquezas. La forma de acumular riqueza es haciendo inversiones, es decir, teniendo activos, indiferente del apalancamiento, pero que logren tener un crecimiento.
De hecho, las finanzas tienen un objetivo básico que es el crecimiento patrimonial. Ni siquiera estamos hablando de tener más ingresos, de tener menos egresos, de vender con menor costo, de eficiencia en costos, que también son objetivos, sino que estamos hablando de crecimiento patrimonial.
El crecimiento patrimonial necesariamente no se va a dar vendiendo más, porque puede que venda más, pero gasta más. Entonces, el claro enfoque debe ser que la riqueza crezca medida en términos de patrimonio.
Pero muchas veces fallamos en que solamente nos enfocamos en los ingresos y los egresos y nos olvidamos del valor de los activos, que pueden llegar a producir ingresos pasivos u otros ingresos. Y la planeación financiera nos invita a que nos fijemos un poco más en estos. Los consejos más habituales son: tener cuidado con los gastos hormiga, priorizar el ahorro, pero el enfoque en un segundo nivel sería hacer inversiones y velar porque el patrimonio siempre esté creciendo o por lo menos se mantenga.
También es muy importante escoger muy bien los activos en los que invertimos y seleccionar muy bien las fuentes de financiamiento, o sea, la deuda que obtenemos para comprar esos activos como empresa y como persona natural. Es importante tener en cuenta algunas deficiencias tributarias que genera, por ejemplo, la deuda o los beneficios de apalancarse para aprovechar el mayor volumen, un buen negocio que pueda tener una persona o una empresa.
Por:
Iván Francisco Tunjano
Docente
Centro de Educación e Investigación Financiera
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