El proyecto en su principio
Establecer las causas de maltrato y violación de los derechos de las mujeres en un país como Colombia es una tarea hoy en día venida a menos. Es decir, mientras más mecanismos y leyes de protección hay hacia ellas, deberían disminuir los actos que las afectan; pero tristemente sucede lo contrario dadas las acciones y delitos que día a día se siguen presentando.
Muchas de ellas han visto vulnerados sus derechos fundamentales, algunas no pueden acceder a un trabajo digno por tener alguna condición de discapacidad, por desempeñar el rol de cuidadoras, por pertenecer a un grupo étnico o ser adultas mayores que tradicionalmente se han visto afectadas por las limitadas fuentes de trabajo con las que cuentan.
Por eso, esta propuesta, desde su concepción, buscó fomentar las formaciones en emprendimiento para que todas y cada una de las mujeres que pudieran ser alcanzadas por esta iniciativa pudieran encontrar la resiliencia socio económica que solo puede dar el sagrado derecho a promover su propia forma de sustento. Donde el derecho sagrado al trabajo se ve recompensando en las habilidades para generar un proyecto empresarial propio.
El proyecto se desarrolló mediante un levantamiento exhaustivo de información que permitió la comprensión del voluntariado en la región, así como las necesidades particulares de la población objeto de estudio que consistió en: 10 resguardos indígenas wayuu que residen entre los municipios de Maicao y Uribia en La Guajira colombiana, comunidades Koguis, Arhuacos, Wiwas y Kankuamos de la Sierra Nevada de Santa Marta; y población afro de Itmina y Quibdó. Desde el punto de vista del rol como cuidadoras y adultas mayores, se tomó la muestra en las ciudades de Ibagué y Bogotá, se contrastó con las comunidades indígenas, afro y cuidadoras que residen en las 20 localidades de la ciudad que han sufrido desplazamiento.
El problema a qué apuntó
¿Cuáles son las barreras, oportunidades y dinámicas que influyen en la participación de mujeres emprendedoras, especialmente las indígenas, afro, cuidadoras, adultas mayores, mujeres con discapacidad en actividades de voluntariado en América Latina?, ¿de qué manera se pueden diseñar estrategias efectivas para fortalecer el voluntariado femenino en la región, incidir en la esfera pública, contribuir a la creación de marcos jurídicos, normativos que reconozcan y respalden la importancia del voluntariado?
Entre la población de mujeres emprendedoras de América Latina las que presentan mayores limitaciones han sido las indígenas, las afrodescendientes, las cuidadoras, las adultas mayores o las que presentan alguna discapacidad o capacidades diferentes. Las barreras que encuentran han limitado su proyección y la opción de poder compartir sus conocimientos sus experiencias y, sobre todo, ocupar un lugar de relevancia en la sociedad. Su trabajo permanente ha sido oculto al interior de sus hogares o de un contexto muy limitado, teniendo muchos conocimientos y experiencias que pueden ser compartidas a través del voluntariado de la región.
¿Cómo fue el proceso para convocar?
Con el objetivo de fortalecer el voluntariado femenino mediante la propuesta de estrategias y recomendaciones específicas, se pretende influir en la esfera pública, participando en la creación de marcos jurídicos y normativos que reconozcan la importancia del voluntariado, especialmente destacando el rol significativo de las mujeres emprendedoras en la región.
El objetivo general también incluye la generación de conocimiento accesible a través de diversos medios, la muestra de los aportes de la población estudiada y la evaluación del impacto a largo plazo de las iniciativas implementadas en el fortalecimiento del voluntariado femenino.
Encuentros y evidencias del proceso
Se escogió una muestra de las mujeres cuidadoras en Colombia que desempeñan un papel vital, dedicando tiempo y esfuerzo al cuidado de familiares con enfermedades, discapacidades o vulnerabilidades. Esta población diversa se enfrenta a demandas emocionales y físicas significativas, a menudo sacrificando su propia salud y bienestar. Su labor abarca desde el cuidado de niños hasta el apoyo a adultos mayores. Estas mujeres son agentes clave en la cohesión familiar y comunitaria, pero a menudo enfrentan desafíos económicos y sociales.
En el encuentro de mujeres emprendedoras Poli:
En este espacio donde hicieron presencia las lideresas de las comunidades, se llevaron el proyecto y lo conocieron, por todo esto, vamos a tener una acogida grande en toda la ciudad de Bogotá… En ese evento me contactaron las lideresas de las localidades para poderse vincular al proyecto… por lo que fue un gran espacio para visibilizar esta iniciativa…”, aseguró la docente del Politécnico Grancolombiano Martha Inés Moreno.
https://youtu.be/WTx-lH5i1zU?si=Aw19TasHCNdDCC60
Entre los productos de esta investigación se tiene:
Publicaciones en inglés, portugués y español. Así mismo se identificaron las necesidades de las mujeres alcanzadas con esta investigación y se estructuraron cursos de emprendimiento que contenían asignaturas como: contabilidad, administración, costos, derechos humanos y comunicación que ya cumplen con su quinta cohorte.
Desde 2019 el proyecto Mujeres Emprendedores POLI, en sus 5 cohortes, ha impactado a 1011 emprendedoras de todo el país, especialmente a mujeres de poblaciones vulnerables que han permitido al Politécnico Grancolombiano aportar a su resiliencia y recuperación mediante los apoyos en cursos de emprendimiento, entre otros.
La estudiante indígena Wayuu Besilda Epieyú, quien junto a la líder del CSU de Riohacha Carmen Orozco, acompañan a 129 emprendedoras de 11 comunidades de los municipios de Uribia y Maicao (Guajira), en el proceso de empoderamiento de la mujer emprendedora indígena, logrando posicionar el emprendimiento ancestral y eliminar la intermediación que se presenta de estos productos (mochilas y chinchorros, principalmente).
Además, sus artesanías han llegado a Brasil a través de la alianza y convenio de cooperación con la Universidad del Estado de Santa Catarina-Brasil-UDESC
Mujeres que se destacan y que creen en el emprendimiento como oportunidad
Mónica Eliana Mejía es una bogotana que, con su proyecto Emprendedor Organización Somos Fénix, apoya a más de 100 madres cuidadoras de Bogotá fomentando el emprendimiento y las impulsa a dar importancia a su autocuidado, no solo al de su hijo en condición de discapacidad, buscando afrontar el problema del síndrome del cuidador quemado. Hoy participa con varias de sus emprendedoras en las ferias que organiza el fondo de empleados Fepoli.
Alexandra Useche, gobernadora de la comunidad Pijao Mohan, quien a través de su emprendimiento Fundación Vuelo del Hada (FUNHADA) presta atención inicial a mujeres víctimas de diversas violencias, trabaja políticas públicas de poblaciones étnicas como indígenas, afro, raizal, palenquera.
Otra emprendedora que se destaca en la formulación de políticas públicas en beneficio de la población LGTBIQ+ es Erlika Murilejo, ella, además de ser la voz visible de aquellas que no tiene voz, las acompaña en el proceso de ser escuchadas en las diferentes instancias gubernamentales para que su problemática sea atendida.
Todas han atendido el llamado hacia el emprendimiento que lidera el Poli a través de su Centro de Emprendimiento, desde donde se apoyan las ideas de negocio con su metodología y aportes teórico-prácticos que imparte a cada una de las participantes que pertenecen a las comunidades de las líderes citadas.
Investigadores:
Martha Inés Moreno
Alexandra Sánchez Sánchez
Jhon Edward Vargas
Docentes del Politécnico Grancolombiano
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