La Novillada de la Feria de Cali.

Con éxito y con muy buena asistencia se llevó a cabo el viernes en la noche la novillada con la cual se dio inició a la feria taurina de la ciudad de Santiago de Cali, con una terna integrada por los jóvenes colombianos José Arcila y Juan Camilo Alzate, acompañados por el mexicano Oliver Godoy, quienes lidiaron novillos toros de la ganadería cundinamarquesa de Icuasuco a los que les cortaron cuatro orejas.

Icuasuco

Empecemos por decir que los ejemplares de Icuasuco enviados por don Julio Jiménez fueron bien presentados y de comportamiento irregular. La novillada se dividió en dos partes, los tres primeros dieron problemas a los alternantes, mientras que los lidiados en 4,5 y 6 lugar fueron muy buenos.

José Arcila: En su primero fue breve con el percal frente a un novillo con dificultades manifiestas. En la muleta anduvo bien, sobre todo en una serie de naturales de buena factura. Mato de estocada y corto la primera oreja de la tarde. En el cuarto Arcila lucio con chicuelitas muy ceñidas, que fueron del agrado del público, con la pañosa inició vertical con cambiados por la espalda los cuales complementó de forma artística con tandas variadas que remató con media estocada, que valió para finiquitar al ejemplar. En este novillo también cortó una oreja.

Oliver Godoy: En su primero poco pudo hacer, en parte por culpa del novillo, al cual no acabo de entender. Dejó una estocada que no fue suficiente y falló repetidamente con el descabello. Su labor fue silenciada. En el quinto de la tarde mostró sus dotes de torero manito con lances de buena factura, destacándose unas caleserinas que calentaron a los tendidos. Con la muleta inició de forma muy torera por doblones, sin embargo, su novillo sufrió una lesión y eso mermo el resultado de su actuación. Mató de pinchazo y repetidos descabellos. Su labor fue silenciada.

Juan Camilo Alzate: En su primero, el percal no fue una de sus mejores virtudes, con la muleta tuvo voluntad, pero poco lucimiento. Valor a granel es el balance del colombiano. Mató de pinchazos y estocada. En el sexto se lucio con el percal, sobre todo con afarolados, que fueron del regusto de la parroquia. En la muleta con decisión logró facturar una buena faena que remató con una estocada efectiva, lo que le valió cortar las dos orejas del que cerro el festejo.