Solo dos Orejas Más

Manizales – Colombia. Con una entrada reprochable para la afición, de
tan solo algo más de un cuarto del aforo, llegamos al sexto festejo de
la Feria de Manizales. Dos orejas que la verdad no dicen nada y un
encierro bien presentado, «amiguete» de sus oponentes, pero enemigo de
la emoción.

En tiempos de coyuntura es cuando los aficionados debemos rodear a las empresas, comprar entradas y asistir a las plazas, por eso digo que es reprochable a los aficionados el no asistir a la plaza cuando Cormanizales, en el caso que nos ocupa, conformó carteles que por lo menos en el día de hoy, merecía que la entrada llegará por lo menos a los tres cuartos, y no es que no haya dinero, porque las tascas, los bebederos y demás sitios de «ocio» ferial tienen buena afluencia, lo que nos falta por estos días a los taurinos manizalitas es arropar con cariño a nuestra empresa y nuestra plaza, a llenar los tendidos señores que la cosa es con todos nosotros, a responderle a Cormanizales que como dice su eslogan «hace la fiesta brava».

Ahora bien, hablemos de la corrida que a mi modo de ver fue sosa, muy aburrida y con muchos altibajos, no sé si es por lo vivido ayer en el redondel sonoro o porque mi ignorancia taurina no me deja disfrutar de tardes como la de hoy, y eso que yo voy siempre a los toros buscando divertirme y sacarle el gusto a todo.

El encierro que trajo la familia Domínguez, no tiene reproche en cuanto a su presentación, trapío y edad, pero el desempeño en general fue muy diverso y rallando en lo que muchos llaman «toros con pases pero sin gracia».

La terna conformada por Víctor Puerto, David Fandila – El Fandi y nuestro crédito Luis Bolívar. Los tres con cartel suficiente para atraer público a los tendidos.

Víctor Puerto, que lució un terno sangre de toro claro y azabache. En su primero nos dejó ver una faena en la que cortó una oreja producto de lidiar a un ejemplar noblote y rajadito, con tendencia a los tableros, al que le formulo muletazos aseados, de suavidad y mando. Una faena que fue muy aburrida, con un toro que iba y venía por inercia de manso, sobre todo cuando le daba los tableros. Mató de estocada trasera y efectiva.  Con el cuarto del festejo lanceo de tercio a tercio a un toro fiero pero sin clase en las embestidas, le falto la emoción al burel y para completar Puerto se eternizo en una faena en la que tenía que apurar las acometidas del astado y él presentaba altibajos en su desempeño. Mató de pinchazo y estocada. Pitos para el toro y silencio para Puerto.

El segundo espada David Fandila – El Fandi, ataviado de un traje azul marino, oro y cabos blancos. Él confirmó hoy en Manizales que definitivamente es uno de los mejores rehileteros del mundo, al tiempo que demostró que muchos toreros que son fuertes en las banderillas bajan mucho en los otros tercios de la lidia. Abuso del capote dejando pasar a sus toros a metros, mientras que con la muleta la distancia cambio a kilómetros. Sin embrago, el público, que estaba habido de fiesta, pidió trofeos en el quinto de la tarde y la presidencia complaciente con la marginalidad taurina entregó una oreja. 

Luis Bolívar, torero que ayer salió en hombros tras cortar tres orejas dos de ellas por el indulto del último, vistió un terno azul cielo, oro y cabos blancos, nos dejo ver lo más taurino de la tarde, y digo taurino porque hubo verdad en sus ejecutorias. En el tercero de la tarde saludo con verónicas de manos bajas y en la muleta una faena aseada e inteligente a un manso, tardo pero con nobleza. Mató de estocada trasera y desprendida. Saludo desde el tercio luego de petición del público. Con el que cerró el festejo poco fue lo que pudo hacer con el capote, pues el toro era abanto y suelto a los engaños. Con la muleta se acopló y ejecutó buenas tandas de muletazos con la mano derecha. Trato con la izquierda pero no hubo frutos. Mato de estocada atravesada, pinchazo y descabello. Lo importante de su faena fue el dar aire y espacios para que el toro retomara su pelea luego de cada tanda.