Medellín – Colombia. Con un buen
encierro, mixto por razones de ajustar el temple de Don Pablo Hermoso, se
celebró el primer festejo de la feria en la Macarena de Medellín. Una puerta
grande larguísima para el caballero en plaza, un Ramsés decoroso y un Mora
apenas justo en lo dejado en el ruedo es el balance.
Medellín – Colombia. Con un buen
encierro, mixto por razones de ajustar el temple de Don Pablo Hermoso, se
celebró el primer festejo de la feria en la Macarena de Medellín. Una puerta
grande larguísima para el caballero en plaza, un Ramsés decoroso y un Mora
apenas justo en lo dejado en el ruedo es el balance.
Ramsés (Traje grana
oscuro oro y cabos blancos), con el que abrió plaza buena tanda de capa,
planchada, templada y con suavidad. Brindis al público luego del permiso
presidencial, parsimonia y de las tablas al centro en tres o cuatro muletazos.
Ya en la boca de riego voluntad y muletazos buenos, sin acabas de abanar una
faena entonada. El toro con codicia pero bronco en sus embestidas. Con el trapo
en la mano izquierda quiso buscar nuevos rumbos pero el resultado fue igual. De
retorno a la diestra y calcado, una segunda con la surda acompañada de gritos
aislados de «toro». Naturales desangelados, pero eso si con deseos, pero
eso no alcanza para devolver atenciones al respetable. Los aceros tampoco
fueron aliados, espada y descabello llegaron a las manos del bogotano para
tratar de abreviar la suerte, sin lograrlo, al punto de sonar un pequeñísimo
pasodoble presidencial. Silencio para el diestro y palmas para el toro.
Con el cuarto Ramsés no se acopló
en la capa. Ya con la muleta en la mano opto por ejecutar dos de rodillas y
algunos pases más para llegar al centro, todo muy rápido y sin entender las
embestidas del toro. Luego de a un pase, uno bueno, uno regular y otro similar,
hizo que el palco pusiera a sonar la música, máximo tres muletazos continuos y
poca ligazón, o suma de ejecutorias de la misma factura. Hecho mano a la surda
y por allí ejecutó algunos muletazos. Tres manoletinas y el de pecho para
buscar la igualada. La espada caidita, delantera y muy efectiva. Una oreja
entregó rápidamente el palco y palmas justas al burel.
David Mora (Traje rosa,
oro y detalles en oro), en el que hizo de segundo tuvo que pararse en el centro
del ruedo luego de varios intentos para poder torear a la verónica, frente a
uno de Monterrey distraído y suelto. Buenas chicuelinas luego de la vara y a
torear con la pañosa muy pegado a tablas. Tres bien pegados y al centro,
aprovechando el recorrido del bravo toro. Con la derecha entendió perfectamente
lo planteado por el toro, con la izquierda duplico la experiencia recopilando
las notas del pasodoble y los oles de la parroquia. El toro profundo en sus
embestidas, perseguía con codicia y potencia. Al final manoletinas un poco
apretadas y el acero sin certeza. Atravesado en segunda comparecencia y remate
feliz.
Con el quinto, una larga ante un
toro que de pitones hacia atrás no decía mucho pero que en la cabeza emitía
todo un respeto. Lanceo bien y el burel recibió castigo peleando ante el
piquero Viloria que fue ovacionado. El remate fue con cuatro lances muy cerca a
los pitones. Con la muleta el galope del toro fue templado por Mora, quien
encontró el son del toro y lo exprimió en algunos muletazos, en otros trompicó
el trapo rojo. En la surda la dosis fue igual. Apenas lo justo para no exponer
demasiado frente a los ofensivos pitones. Silencio luego de matar saliéndose de
la suerte.
Pablo Hermoso de Mendoza (Traje
bandolero Rondeño en azul claro y sombrero Calañez y detalles en plata),
montando a Villa el español salto al ruedo para lidiar al tercero del festejo,
calentamiento ecuestre, ovaciones previas y a verle la cara al toro, sin antes
besar el Cristo que lleva en su muñeca derecha dos veces, al ruedo el primero
de los de Vistahermosa, sin cara, anovillado, o por lo menos de apariencia joven,
primer rejón a la grupa, en la cruz del toro y contrario. Tomo un segundo acero
pero desistió de colocarlo. Con Manolete banderilla caída, toreo de costado y
cambio de frente, la segunda en el mismo sitio y toreo de costado templando al
jovencete. Viriato, quizás uno de los mejores caballos doblando su animalidad
en torno a los escasos pitones del toro para permitir un par más de
banderillas, mientras el torete trataba de casar mariposas en su piel. Con
Pirata tres cortas sin solución de continuidad y a tomar el de muerte.
Contrario y trasero, obviamente eficaz por defecto.
Para el cierre Pablo saco a
Churrumay, repitió su ritual de besos al Cristo y empezó su espectáculo
ecuestre. Salió un cárdeno claro, que se confundía con las crines del caballo
por su parecido. Este era más toro que su hermano, salió cojo de su pata
derecha, pero perseguía con presteza a los cites del caballero en plaza. Solo
un rejón de castigo y Disparate salto al ruedo y a dos pistas llevo prendida la
embestida del toro que era fijo, templado y con codicia. En un momento giro a
dos pistas en torno al toro y este no embistió a las carnes, expuso y el
público estallo de júbilo, toreando sin farpas dejo demasiado cerca al caballo
y lo dejo golpear. Ícaro llegó al ruedo y también expuso su torería al punto de
morder el pitón del toro. Pablo bajo del caballo para que este partiera al
patio en medio de una gran ovación y finalmente salió montando a Pirata, una
corta y el rejón de muerte que cayó bajo y contrario, y con mucha habilidad lo
saco, otro para un pinchazo y otro contrario y sin fuerza que rápidamente cayó
al piso. Uno más contrario.
LO QUE NO SE VIO EN LA PRIMERA
CON PABLO EN MEDELLIN
Medellín – Colombia. En el inicio
de la feria número 22 de la Plaza de Toros de la Macarena hubo muchos detalles
curiosos unos y otros no, pero lo que si estamos seguros es de que muchas cosas
no se vieron en la primera tarde y aquí se las contamos.
Hoy se anunció públicamente que
Don Pablo Hermoso de Mendoza lidiaría astados de la dehesa de Vistahermosa,
toros que ya estaban en la plaza, muy conveniente para el torero de acaballo,
pues los toros de Monterrey son más ofensivos de cuernas.
En las horas de la mañana, muy
rapidito y temprano se realizó el sorteo, dos previamente seleccionados para
Don Pablo, dos cómodos e «inofensivos» Vistahermosa y cuatro de Monterrey.
Luego del sorteo un acogedor y
exitoso condumio en las instalaciones del restaurante San Carbón, en un
exclusivo sector oriental de la Capital de la Montaña, vía Las Palmas. Buenas
tapas, aceitunas, queso de buena cosecha, chicharrón carnudo, sangría y paella
de plato fuerte. Organizaba San Carbón, Dislicores y RCN Medellín.
Cormacarena al igual que la
empresa de Manizales implemento para el ingreso de la prensa y personal en
general para el callejón las credenciales tipo tarjeta de crédito con foto del
portador, bien porque con este documento algunos que acostumbraban a colarse se
quedaran por fuera.
Carlos Mario, el tradicional
alguacilillo no asistió a la plaza y en su remplazo el inspector de plaza, Don
Hernán tomo su lugar, bien por el remplazo pero hasta el traje le quedaba
pequeño. Una vez terminado el paseíllo Don Hernán se vistió de paisano y la
autoridad quedo en un solo hombre.
Ramsés trato de buscar el sitio
por ambos pitones del primero pero no lo encontró y la espada le fue infiel.
El resultado del festejo fue: 1.
Silencio para Ramsés y palmas para el de Monterrey. 2. Silencio para Mora y
palmas al toro. 3. Dos orejas largas para Pablo y palmas al novillete. 4. Una
oreja y palmas al toro. 5. Silencio y pitos. 6. Silencio y palmas al toro.
David Mora Brindo al público
arrojo su montera y esta cayo boca arriba y con su mano la volteo suavemente.
Los muletazos de Mora fueron
buenos, pero en algunos momentos tuvo que echar pie atrás porque el toro le
pisaba los terrenos.
El primer toro de Don Pablo fue
un novillo adelantado y sin cuerna.
La faena ecuestre de Pablo en su
primero excelente, sus ejecutorias con los de castigo, las farpas y sobre todo
con el de muerte muy defectuosas.
Al saltar al ruedo el cuarto
ejemplar de la corrida, entendimos porque Don Pablo declino lidiar los astados
de Monterrey, otro toro serio, con culata y trapío en general.
El cuarto fue picado en contra
querencia, al no poderlo sujetar los hombres de plata. Y luego sainete en
querencia, por parte del mayoral de Vistahermosa, William Valencia, anca del
caballo para ser golpeada y sentada, y otra vez a manos de Reynario.
La faena de Ramsés se fundamentó
en un toreo a base de dos o tres muletazos sin mayor contenido aunque
efectistas para la parroquia. El pañuelo que le entregaba una oreja a Ramsés
salió «al mismo tiempo» que doblo el toro.
El tablero que se encuentra sobre
la presidencia no funcionó y la gente acostumbrada a consultar los datos, no
pudo verlos.
El quinto de Monterrey, más
terciado pero con dos pitones que tapaban la falta de carne.
David Mora brindo el quinto a los
pintores Pepe Puente y Walter Zuluaga.
La faena del quinto de Mora fue
con muchos altibajos, muletazos de todas las facturas y en todos el común
denominador, «ojo con los pitones».
El sexto fue también de
Vistahermosa, un poco más con cara de hombre, sin llegar a demostrar barbas
largas. El señor César rincón por un micrófono luego de ver la cantidad de
fallos con los rejones de muerte de Pablo Hermoso dijo que «la muerte no importa».
Tamaño despropósito la de esta figura del pasado.
LO BUENO, LO MALO Y LO FEO DE LA
PRIMERA DE MEDELLIN
Medellín – Colombia. Siempre los
festejos taurinos están llenos de diversos aspectos y dentro de ellos buenos,
malos, e incluso feos y hoy estos fueron los que pudimos apreciar:
Lo Bueno
El apoyo de empresas como Bellota, Colanta, Sangria Don Simon, Bonfiesta,
Doblados Montefrío, Unicef, Publik y por su puesto Kenworth de la Montaña,
empresas que sin ningún reparo ponen su respaldo a la organización taurina de
Cormacarena.
Siempre tendremos que destacar
los palcos 14 y 15 dispuestos por la empresa para personas con algún tipo de
discapacidad. Ole por la iniciativa.
El primero de la dehesa de
monterrey, encastado, buen mozo y con contenido.
La vara de Luisin al primero de
la tarde.
Los pares de banderillas de
Ricardo Santana en el primero del festejo que le valieron una ovación y saludo
desde el tercio.
Los pares de banderillas de Jaime
Devia al segundo del festejo, saludando desde la boca del burladero.
Palmas a los toros lidiados en 1,
2, 3, 4 y 6.
El caballo Viriato, que se dobla
dejando mucha carne ante los pitones, «escasos» del toro.
La presentación y comportamiento
de los toros de Monterrey.
La vara de Luis Viloria al
quinto. Fue aplaudido mientras salía del ruedo.
La lidia de Jaime Devia en el
quinto, incluso sin utilizar por momentos la capa.
Lo Malo
La poca asistencia a la primera corrida de la temporada a pesar de la presencia
de Don Pablo Hermoso de Mendoza, apenas unas 9 mil personas.
El primer toro de la feria se fue
sin ser aprovechado por parte de Ramsés.
Pitos ilógicos al piquero José
Mario Herrero, al momento de montar la vara al segundo de la tarde. Él estaba
picando en el lugar reglamentario, en los tercios?
Malo, no, malísimo el rejón de
muerte de Pablo Hermoso de Mendoza, contrario y trasero. Y dos orejas que la
suerte suprema no tapa con la precipitud de un palco ligero.
Que el público caiga en el juego
del buen jinete y se olvide que los trofeos son al conjunto de la lidia y las
ejecutorias con rejones, farpas y espada.
Con el verano que vivimos el
ruedo mereció más agua pues la polvareda vino a partir del segundo de la tarde.
La presidencia larga en trofeos,
corta en toma de decisiones y amplia para complacer a quién?
El ex matador de toros César
Rincón, hoy fungiendo de comentarista señalo que luego de múltiples fallos con
los rejones de muerte por parte de Don Pablo Hermoso, eso no importaba, lo
importante no era la muerte. Bien dicen que con esos criterios busca acabar la
fiesta que le dio todo lo que hoy tiene.
Lo Feo
El periodista Julián Parra Díaz, de la Cadena RCN durante horas de la mañana y
con varios asistentes al sorteo mantuvo diálogos en los que sostuvo que está
totalmente de acuerdo con el señor César Rincón en buscar acabar con la muerte
del toro.
La labor de Mora por momentos se
vio empañada por la echadita del pie atrás, por no poder aguantar la embestida
potente del de Monterrey.
Vanagloriarse don Pablo con las
dos orejas entregadas con facilismo por parte del palco en el tercero del
festejo.
Mucho espectáculo de Jaime Mejía
en los palos y por poco un percance en el cuarto. Luego otro par trasero a más
no poder.
La faena de Mora a su segundo,
cuidándose mucho y sin poner la carne en el asador, sin exponer de principio a
fin. Si a los toros lidiados hasta el cuarto lugar se les había premiado con
las palmas, el quinto también mereció esa suerte, pero la actuación de Mora
dejo como resultado unos pocos pitos injustificados.
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