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Cali – Colombia. Descastados, desrazados o aminorados, son términos que se escucharon en repetidas ocasiones el día anterior y es que pese a que Paispamba nos envió un encierro de lámina decorosa, las cosas no marcharon igual al evaluar el comportamiento de los astados, incluso el lidiado en cuarto lugar nos dejó soñar con una faena de importancia, sin embargo, el bonito castaño duro lo que dura un suspiro en un imberbe. El toro nos ilusiono y luego se hecho en la arena, se desplomó y mató las esperanzas de Manuel Libardo, que esperaba exprimir las buenas maneras pintadas por el astado al salir. Y el torero como el novio dejado en la puerta de la iglesia. De algunos otros toros se dijo que estaban justos de fuerza, lo cual no es más que falta de raza. Falta de eso que hace que se muevan los kilos, que hace que se repitan en las embestidas y al perseguir los engaños.

La verdad los toros de fueron mentirosos. Ilusionaron y al final no dejaron mucho para el escrutinio del torero. Y con esos toros que toreros pueden triunfar? es la pregunta que nadie puede responder, o quizás sí pero aunque muchos lo saben pocos lo dicen, ni siquiera en voz baja.

Falta raza en la cabaña brava colombiana y eso preocupa sobre todo en algunas dehesas que han desviado el fin único de la fiesta, el toro, toro, y es que buscan sacar cierto tipo de caras, algunas características de «nobleza» que al buscarlas se pasa al otro lado, al de la “mansedumbre”, que es una condición, que no un defecto, el defecto es buscar hacer cruces que no dan como resultado el toro bravo, con trasmisión, con emoción en sus embestidas, ahora salen toros bobalicones, sin trasmisión, sin fondo, sin finales, sin una media justa. Toros bonitos pero sin futuro definido para el triunfo.

No es que se pidan barrabases, lo que se espera es armonía entre lamina y comportamiento. Que los toreros al salir al ruedo puedan construir el arte que esperan regalar al público. Sin materia prima no hay arte, sin lienzos no hay cuadros, sin colores no hay trazos, sin toros no hay toros. Sin toros no hay toreros, y sin toros no hay triunfos. De de seis salió uno, el sexto, él quiso y Álzate trató hasta el final y una espada tras pinchazo le entregó una oreja y las palmas al toro en el arrastre. Una oreja, a uno que destacó entre seis que saltaron a la arena, poco en porcentaje y más si pensamos en que queremos toros para el triunfo.

LO QUE NO SE VIO EN LA PRIMERA DE CALI

 

  • Mucho aire.
  • Un cuarto de entrada.
  • Debutó Manuel Libardo, tras 10 años de alternativa.
  • Lucieron los diestros estos trajes: Manuel Libardo, azul celeste, oro y remates en blanco,
  • José Fernando Álzate, caldero, oro y cabos negros, y Ricardo Rivera, primera comunión, oro y morillas en blanco.
  • El primero salió cojeando de la pata derecha.
  • Palmas al primero en el arrastre.
  • El segundo al igual que el primero salió cojeando de la pata izquierda.
  • El segundo toro fue un manso sin una faena definida. Buscando las tablas, sin alegría y trasmisión.
  • Rivera trató de llevar a regañadientes a su oponente al centro del ruedo, mientras el astado buscaba los tableros.
  • Rivera entró a matar el segundo sin muchas ganas y ortodoxia.
  • Más de una docena de veces Rivera paso por los aceros frente al segundo.
  • Hubo un toque de clarín a lo largo de la actuación de Ricardo Rivera.
  • Pitos en el arrastre del segundo del festejo.
  • Velocidad en el capote de Álzate en su primero, tercero de la tarde.
  • No hubo comunión entre astado y torero, dejando al diestro José Fernando sin argumentos.
  • Al momento de estoquear al tercero de la tarde Álzate perdió el equilibro y fue víctima de paliza por parte del toro, luego le gritaban torero, torero.
  • El cuarto bonito de lámina, pero al momento de ir al engaño se recoge y se frena.
  • El cuarto brindo espectáculo con una faena corta de muleta y luego busco el abrigo de la arena donde se dejó caer declinando la pelea, Libardo aprovecho lo poco que le dio el toro.
  • Pegado a tablas pincho al tratar de matar.
  • El quinto tampoco duro mucho y Ricardo Rivera, también se quedó sin materia prima.
  • Un aviso para Rivera al filo de la muerte del toro.
  • Luis Carlos Pedrosa se retiró el castreño al final de la suerte para pedir permiso l presidente para retirarse.

LO BUENO, LO MALO Y LO FEO DE LA 1 DE CALI

LO BUENO

  • La presencia del primero.
  • La vara al primero, ejecutada por Cayetano, quien fue despedido con palmas.
  • La faena de muleta del torero de Ubaté a Solterón. Por ambos pitones mostró presteza.
  • El tercio de banderillas del tercero de la tarde, destacando a Chiricuto.
  • La estocada de José Fernando Álzate al tercero. Valió una ovación y las palmas del público.
  • Hubo entrega por parte del colombiano Álzate.
  • La vara de Rafael Torres al cuarto. Palmas al pasar al patio de caballos.
  • El tercio de banderillas de Devia y Benavides.
  • Lo bonito del cuarto.
  • La capa de Rivera al quinto de la tarde.
  • Rivera mostró más voluntad en el quinto.

LO MALO

  • El aire al iniciar el festejo, incluso hiso trompicar la muleta y desarmar al torero de Ubaté.
  • La mala entrada en los tendidos.
  • La faena del primero de Libardo termino en declive.
  • El segundo salió muy abanto y buco la querencia natural.
  • El segundo toro del festejo, manso, caminador y tardo.
  • No hubo acople entre toro y Álzate, equivocó los terrenos.
  • La caída de Álzate tras dejar una buena estocada a su primero.
  • El cuarto se hecho a la arena luego de dos tandas de muletazos.
  • El quinto no duro.
  • Rivera repitió el repertorio de fallos con el acero en su segundo.

LO FEO

  • La faena del primero fue con altibajos y eso no permitió el triunfo.
  • La poca disposición de Rivera frente al manso que le tocó en suerte en primer lugar. Si el toro no embiste, el torero debe arrear.
  • El acero fue lo más malo de Rivera.
  • La rapidez del capote de Álzate en el tercero.

 

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