Lo Que No se Vio – Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo, del Cierre de Cali
Lo Bueno
Hoy sonó en Cali, el himno del valle, el que durante más 50 años presidio los festejos, junto al pasodoble feria de Cali. No el himno de Cali, que muy pocos cantan.
Regreso a los toros Raúl Morales, El Patilla.
La presencia del primero de la tarde, sin muchos kilos, pero si mucha armonía.
Perlaza se volcó a matar y salió revotado con un golpe en el pecho.
Las dos largas de Bolívar en el segundo.
La faena de Rivera con mando y clase. Mato de 3/4 efectivos. Una oreja.
Tercio de capa de Perlaza en su segundo.
Que linda la suerte de varas, de largo, ejecutado por Rafael Torres.
Buena y justa faena de Paco a un bravo toro.
Toro bueno y aplaudido en el arrastre.
La presentación del quinto. Uno pa Madrid o cualquier plaza del mundo. Este fue el del lio. En la mañana.
Faena entonada de Bolívar a un toro rajado a tablas.
La estocada entregada de Bolívar a su último de la feria.
Lo Malo
Una entrada de menos de un tercio. La peor de la feria.
Poco contenido en el primero, medias embestidas.
Un manso de solemnidad fue el segundo, primero de Bolívar.
Hubo tumbo a Luis Viloria en el segundo.
Hubo música en el segundo cuando lo que había en el ruedo era una batalla con un manso que huía.
Nadie le corto el viaje al quinto y fue picado en la querencia natural.
Lo Feo
Se despidió Luis Tamayo, buen picador y ara falta su calidad de profesional y de persona.
Voltereta de Bolívar iniciando con la capa, afortunadamente no paso a mayores.
La banda acompaño los despojos de segundo con Colombia tierra querida, donde habrá quedado el pasodoble. Mmm
La rabieta de Rivera, cuando perdió la muleta en el sexto y su mozo de espadas no estaba pegado a él para suministrarle una nueva.
Si bien es cierto que Rivera estuvo bien, la razón perdió valor por la emoción.
Lo Que No se Vio en la Última de Cali
El sorteo tuvo jaleo, y eso que había españoles. Todo lo genero la inclusión de un toro con mucha percha. El toro lo trajo el ganadero y el toro fue, es el 5, para Bolívar.
Tan solo un tercio del aforo.
Llegó al patio de cuadrillas con sorpresa vestido de luces Raúl Morales, quien había tomado hace unos meses la decisión de retirarse del mundo del toro.
Mientras uno regreso otro se despidió. Luis Tamayo, dijo adiós a los ruedos y se le brindo un homenaje en el ruedo, matadores, banderilleros, areneros y por supuesto los picadores.
Trajes: Perlaza: sangre de toro, oro y remates en blanco. Luis Bolívar: grosella, oro y caboa en hilos blancos. Ricardo Rivera: blanco, oro y cabos blancos.
El primero no tenía mucho recorrido.
Perlaza lucho frente un marrajo y gano. Escucho palmas en el tercio.
Mientras en el ruedo Perlaza entraba a matar en el callejón, su esposa perdía momentáneamente el sentido, fue atendida por la Cruz Roja.
Bolívar recibió una voltereta con mucho peligro.
Dos parsotes de Jeringa y no quizo saludar, a pesar de que Bolívar lo invito a ello.
No fue una lidia la de Bolívar, fue una pelea de gladiador romano. Frente a un manso de solemnidad. Busco tablas, huyo por donde vio espacio y Luis gano uno a uno los desafueros del Guachicono.
Hubo música sin razón en la batalla.
Pitos unísonos para el segundo. En el arrastre y la banda interpretando Colombia tierra querida.
Rivera con deseos en un tercio de capa corto.
Con la muleta Rivera formulo lentitud en dosis cortas. La espada cerró bien y una oreja le entregó el palco.
Una vara de largo de Rafael Torres. Ovacionado.
Faena ajustada a un toro bravo que se quedaba luego del muletazo.
El quinto toro fue bien lanceado por Bolívar, nadie lo corto y fue picado en querencia.
Buena y ajustada actuación de Bolívar, ensimista a un toro que se refugió en tablas. Porfió y remato con estocada certera. Una oreja.
La ultima oreja del 2013 la corto Ricardo Rivera y Luis Bolívar cortó la primera del 2014.
Poca capa de Rivera en el sexto.
Rivera le brindo a Bolívar.
La faena de Rivera sobrepaso los límites de las posibilidades y dejo fluir la emoción que desbordó la razón y el bien estar.
Un año más, uno más.
La tortura, burla y muerte por diversión, no es cultura ni arte, es solo un episodio triste que insensibiliza y promueve la indiferencia al dolor y sufrimiento ajeno. Lo disfrutan seres sin autoestima para sentir alivio de sus vidas superfluas y sin propósito.
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