A los 30, Claudia Lozano brilla en la historia del modelaje y la televisión

«Una de las más clásicas y elegantes modelos del país», según la revista Caras, en 2011. «Una excelente modelo que demostró poder ser mucho más», anota Arnoldo Mutis, de la revista Jet Set.

Top model indiscutida. Por número de portadas de revista, por pasarelas y diseñadores internacionales, por imagen de marcas, como Dolce & Gabbana.

Desde su revelación en 2001, cuando deslumbró a ColombiaModa con su forma de caminar «mezcla de tango gardeliano y vaivén de palmera» (revista Diners), ha estado una década en el primer plano.

Al principio, era la Naomi Campbell colombiana; desde hace años, es Claudia Lozano simplemente.

En el modelaje había roto su «techo de cristal», y le llegó la oportunidad en la televisión. Ser presentadora de entretenimiento. «Se arriesgó hasta cautivar a los televidentes» (Caras).

«En un país con racismo, logró ganarse un rating y mostrar que los colombianos pueden aceptar a representantes de las minorías en espacios tan simbólicos como la televisión», dice Mutis de Jet Set.

De ser una de las top models más importantes de Colombia, y la primera top model negra, saltó a ser una cara querida de las notas de farándula y la primera de su ‘raza’ en esa sección de los noticieros de televisión.

Claudia Lozano tiene un lugar asegurado en la historia del medio siglo largo de la televisión, junto con Juan Manuel Rodríguez, Aura Serna y Mábel Lara, por ser pioneros de los negros o afros en la presentación de noticias. Sin ellos, la televisión reflejaría mucho menos la diversidad colombiana.

Más allá de sus aportes sociales a la población, que se reconocen, Claudia Lozano ha hecho algo que no tiene precio: representar la belleza de la mujer negra y su capacidad de sofisticación.