Bicentenario sin mentira histórica: había negros libres en el Ejército libertador
Eran muchos más los “libres de todos los colores” que los esclavos en toda la población.
En este Bicentenario se ha repetido que los descendientes de africanos en el Ejército patriota eran esclavizados que buscaban su libertad.
Se desconoce que la mayoría ya era libre y el motivo que los animaba en la guerra de independencia era la igualdad ante la ley.
Con esta tergiversación de la verdad histórica se quita mérito a la participación de los negros en el proceso fundacional de nuestra república.
El mensaje que se transmite es que fueron a la guerra contra la Corona española o por interés propio u obligados.
Sin duda, esto fue parte de la realidad, pero no la más significativa. No la única que merece ser recordada en el Bicentenario de la Batalla de Boyacá este 7 de agosto.
Los colombianos deben saber lo siguiente:
El censo de 1777-1778 arrojó que los esclavos eran el 8% de la población total y “los libres de todos los colores”, el 46%.
La diferencia de estatus puede apreciarse en que negros y mulatos libres podían ser dueños de esclavos y, de hecho, lo eran.
Pablo Rodríguez encontró que en Cali, “las familias mestizas y pardas propietarias de esclavos de servicio constituían el 54%”, y en Cartagena, “los mulatos tenían el 33% de los esclavos y los negros el 2%”.
José Manuel Restrepo estimaba que en 1810 había 182.000 negros y mulatos libres, y 78.000 esclavos.
Puede decirse que los esclavos fueron patriotas o realistas según la filiación de su provincia o el bando del propietario, o de quién prometiera la libertad, o según el reclutamiento forzoso, si no decidían huir aprovechando su situación, con unos casos de “bandidismo social”.
¿Puede cuál podía ser la “agenda” de las castas de color, que eran dueñas de sí mismas y eran casi la mitad de la población?
Sencillamente, que se acabaran las discriminaciones legales por la no “limpieza de sangre”. Es decir, su agenda era la igualdad ante la ley.
Muchos hombres de color, además, tenían la experiencia de las milicias disciplinadas de la Corona (desde 1773).
Allí los oficiales pardos debían quitarse el sombrero ante los oficiales blancos. “Todos los esfuerzos pardos para librarse de este símbolo de inferioridad social fueron vanos”, nos cuenta Allan Kuethe.
La causa de la república era su oportunidad de acabar la discriminación legal del régimen de castas por el color de la piel.
Pedro Carracedo, bachiller y doctor mulato en 1801, vio objetada su aspiración a una cátedra porque “no había presentado la probanza de limpieza de sangre” (Jaime Jaramillo Uribe).
Así, las castas tenían elementos letrados y miles de hombres con una experiencia de igualdad jurídica gracias al “fuero militar” concedido a las milicias disciplinadas.
Cuando las constituciones provinciales de la Primera República (o “Patria Boba”), entre 1811 y 1814, una tras otra establecieron una república con ciudadanos iguales ante la ley, eliminando jurídicamente las castas, fueron éstas las que tuvieron un motivo para defender el nuevo orden ante la reconquista comandada por Pablo Morillo.
José Padilla, el héroe naval de la Independencia, es el mejor ejemplo de la trayectoria y el aporte de los descendientes de africanos en lo que hoy es Colombia al Ejército Libertador.
Seguir reduciendo su participación a la de los esclavizados es una injusticia histórica. Hoy es un buen día para hacer justicia y reconocimiento.
[Texto basado en columna de Daniel MeraVillamizar, directivo de la Fundación Color de Colombia]
si mucho negro hubo…. hasta de mi amo Bolívar se sospecha que tenia su toque de sabrosura… pero claro los pintores de la época, hasta rubio lo vieron….
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