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Ha llegado la hora de ver a uno de los grandes guitarristas de toda la historia, en dos días sin la magnitud merecida por parte de los medios tradicionales, el maestro pondrá toda esa sapiencia recogida hacen más de 5 décadas, un recorrido en manos del instrumento pilar cuando se habla de música.

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Indudablemente el público colombiano ha asistido a varias lecciones de guitarra impresionantes, por nombrar alguna la del señor Joe Satriani o desempolvando un poco más los registros, la de otro genio, Paul Gilbert. Sin embargo, si los cálculos no fallan nunca a una de talla clásica, a una cátedra de la cual los anteriormente nombrados tomaron bases para sacar lo mejor de la esbelta seis cuerdas. Sin exagerar este viernes será histórico, unas horas después de terminada la clase de guitarra, el hecho será grabado en la piel virgen del papel, en las cintas, en los discos, o en los dispositivos de almacenamiento, como un recuerdo emblemático de una leyenda, tan grande como el mismo Jimi Hendrix. Generaciones que ni si quiera eran proyectos en la mentes de sus padres, hoy en día pueden disfrutar del jugo obtenido del mejor explorador que jamás nos haya visitado, otras generaciones en cambio verán por fin a un ídolo de la entraña, sonar ese cuento del cual hasta ahora llegaban ecos. Esa estela de «desconocido» vislumbrada por Jeff Beck sí que calo más en nuestro medio, tristemente pocos entienden o saben al menos algo de esta columna de 66 años, tan importante cuando se habla de música en géneros como el jazz, el rock y hasta la electrónica. No obstante, leyendo diferentes entrevistas concedidas a diferentes medios mundiales, para el propio artista esto va más allá, silenciosamente ha recogido premios, pero sobre todo admiración de todos los flancos relacionados con la cultura musical, sin adular ni entregarse por completo al éxito consecuente, ni a las retumbantes cornetas comerciales, tal vez esa estela de anónimo en parte sirva como escudo para protegerse de las avaricias y envidias del medio artístico. Justamente esa rivalidad superpuesta por algunos de sus compañeros frente a lo que representaba otro genio como Eric Clapton, pero en parte esquivada por Beck para encontrar su propio camino, sirve ahora para congraciarse en shows donde el único denominador es tocar y ser felices, hacer felices a otros, dos artesanos realmente unidos. «Los grandes músicos son personas humildes, generosas y creativas que no dudan en crear lazos en la comunidad artística. Los mediocres son los que se creen autosuficientes, los personalistas, las estrellas del escenario». Más de la entrevista en MilenioOnline.

 

El águila que desciende para traer la Stratocaster amante incondicional aun cuando sea empuñada otra de sus colegas, esconde bajo esa imagen los recientes sonidos del genio inglés, deliciosas melodías con esencias de música clásica. Pensado en un principio solamente con estas características luego de grabar junto a la filarmónica de New York una pieza, terminó siendo una mezcla de rock y música de orquesta debido a temas de tiempo y ensamble; con invitados como Joss Stone, Imelda Mey, Olivia Safe, además la inclusión de más de 60 músicos de orquesta para tocar covers como Nessun Dorma escrita por Giacomo Puccini para la opera Turando. Sin querer repetirse en el esquema donde la única protagonista fuese la guitarra, decidió elaborar este Emotion & Commotion, inspiración que surge de una manera poco común, de ir caminando hacia el estudio todos los días durante las seis semanas, evitando ir en auto, tiempo que utilizaba para pensar y hallar ideas para el montaje, de esta manera capturó la producción entregada a las tiendas en marzo de este año.

 

 

 

Jeff Beck nunca imagino que la guitarra de tres cuerdas prestada por un amigo cuando apenas era un niño, le fuera a servir para explotar un talento hasta ese momento desconocido, tampoco el empeño de construir una de color amarillo brillante para superarse, que en realidad asustó a la gente. 25 libras costo su primera guitarra real, por lo menos algo mejor que las anteriores. Así comienza la historia de varios privilegiados como él, quienes encontraron su vocación en un momento fortuito, de una manera inesperada, superando las fórmulas tradicionales continúa rasgando a dedo limpio esa incondicional compañera sin temor a equivocarse, y aún cuando los dedos opresores intentan acallarlos, la voz ausente en su garganta pero presente en sus cuerdas es la excusa perfecta para silenciarlos.

 

¡BIENVENIDO MAESTRO ES TODO UN HONOR!

 

 

Rammstein también…

 

  

Por el otro lado literalmente hablando, pues se presentarán en Sopó, llegan está banda alemana, que por cuestiones de calendario se cruza con el concierto de Beck, aunque sus públicos son diferentes, para los seguidores de la música no deja de ser incomoda la elección, eso sí, entre gustos no hay disgustos, lo importante es gozar el momento, disfrutar el privilegio de tener dos conciertos de gran calibre en nuestra ciudad. Al final los registros darán el veredicto y vendrán los balances. Por mi lado repito lo que consigne cuando se supo la noticia, Jeff «mata» a Rammstein, la historia tiene peso.

 

Permanezcan Rockosos

 

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