De cómo grandes estrellas del rock armaron un super grupo y grabaron un disco en honor a los amigos que se fueron y con quienes entre otras cosas compartieron noches de parranda. Veteranos vampiros asociados pero sin Drácula abordo que ahora alzan vuelo para tronar alrededor del mundo. Bienvenidos.
Poco después de las nueve de la noche en pleno Sunset Stripe en Los Ángeles, varios artistas de la mera entraña del rock en todos sus estados hacían de las suyas en un recinto. De esos que tienen el titulo de leyendas. 500 “animas” veían el primer show en exclusiva de Hollywood Vampires el pasado 16 y 17 de septiembre según reportaron varios medios. Posiblemente era como estar viendo un concierto en los gloriosos setentas pero en pleno 2015, o por lo menos algo similar. Alicee Cooper, Joey Perry (Aerosmith), Matt Sorum y Duff McKagan (Guns and Roses), Geezer Butler, (Black Sabbath), Tommy Henriksen, Tom Morello ( RATM), Perry Farrell, (Jane’s Addiction y Johnny Depp. Juntos sonaban en el mítico y atestado Roxy. Sin duda una ‘macabra’ congregación de rockeros.
Hace 40 años, no todas estas figuras, solo Cooper, tenían armado un club donde el amo de la fiesta era el señor alcohol, muy cerca del Roxy, en otro legendario lugar, el Rainbow Bar and Grill. Alice, oficiaba como presidente y tenía en su mesa –etílica- directiva a joyas de la talla de Keith Moon (The Who), y Bob Brown, pero además entre otros miembros honorarios a Ringo Starr y John Lennon (The Beatles), Harry Nilsson, Micky Dolenz (The Monkees), Marc Bolan y Keith Emerson. Toda una “pandilla” de borrachines que se reunían esencialmente a beber y a dialogar e incluso a debatir -Lennon-Nilsson- todo tipo de temas en una espacio exclusivo otorgado por el bar para evitar que otras personas fueran molestadas por estos ruidosos personajes denominados los Vampiros de Hollywood por aquello que poca veces veían la luz.
La rueda a un personaje como Alice Cooper (tendrá su capítulo aparte) jamás se le ha consumido y si hay que hablar en términos de los Rolling Stones, este señor esta tan relevante en la música como los mismísimos Stones, nunca ha parado. Divertirse, recordar a los buenos amigos de andanzas y grabar un disco para tributarlos en vivo, en eso anda ahora este pionero del Shock rock, a penas mencionado en nuestro país cuando su única canción, ‘Poison’, empalaga la mayoría de bares locales. El disco debut homónimo del grupo esta ensamblado con el talento de otros pioneros del estilo –no solo musical- invitados que engrosan la alineación en vivo eventualmente, teniendo solo a Cooper, Perry y a Depp, como miembros base de estos ‘espectros’ de California.
En la sesiones de grabación del álbum “Hollywood Vampires”, 
el mismo Alice y sus compadres veían sorprendidos a Paul McCarteney abrír la caja donde guarda su bajo Hofner, siendo como lo dijo el propio Cooper ‘una revelación, es como ver el Santo Grial’. En este registro lanzado el 11 de septiembre pasado, además de Paul, quedaron registrados entre otras eminencias: Robby Krieger (The doors), Brian Johnson (AC/DC), Y Dave Grohl (Foo Figthers). En total 23 músicos incluyendo al recién fallecido actor Christopher Lee quien aporta su profunda y tenebrosa voz en la intro “The Last Vampire» -pasaje de la novela ‘Dracula’- más «Raise the Dead» y «My Dead Drunk Friends», las únicas originales del set que son enriquecidas con 11 versiones o covers en honor a sus héroes, algunos caídos, The Who, Led Zeppelin, Roger Waters, Lennon… e igualmente tributo a mentores en los quehaceres de la verbena con quienes compartieron, los señores Jimi Hendrix y Jim Morrison.
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La placa de estos vampiros permanece colgada en el Rainbow el mismo lugar que los vio nacer y morir, pero más allá de esto, la grandeza reside en seguir perpetuando dichas creaciones musicales y que mejor en poder de uno de ellos, Alice Cooper, un maestro del teatro y el rock pero también del respeto hacia sus semejantes. El espíritu de Hollywood de mediados de los setenta ahora es llevado al mundo en un show itinerante, Brasil en exclusiva los recibió en el célebre festival de Rock in Rio 2015, diversión y felicidad, una muestra más de que el Rock and Roll sigue vivo. Por esto en la fiesta de Halloween que se aproxima, alcemos las copas y brindemos.
Permanezcan Rockosos
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