La excelencia académica, ese es el nuevo objetivo de los papás de hoy, que se desviven por que sus hijos sean los mejores del curso, olvidando lo más importante del sistema educativo: la formación.
En un curso de 30 niños, sólo uno puede ser el mejor, y si el tema es competido, puede que existan unos 5 que están en esa pelea. Lo que no significa que los otros, la enorme mayoría sean mediocres o inútiles, por el contrario, tienden a ser más niños y más felices.
Los colegios son espacios de formación que incluyen la disciplina académica, pero un niño que no es dado a las ciencias exactas; no sólo se aburre en clase, sino que no puede ser medido por las calificaciones en esa materia, como ya todos lo sabemos.
Pese a esto, existe un grupo de mamás, que dedican horas de sus vidas a lograr que sus hijos sean los mejores del colegio, bien sea por la beca o porque entran en una extraña necesidad de ver a sus hijos ganar, bien sea porque ellas no lo lograron, por competir contra otras mamás, por poner este tipo de cosas en Facebook o por alguna razón que desconozco, llenando de presión a ese niño, que lo que más necesita en esas edades es ser feliz y no convertirse en una máquina de triunfo académico.
Si un niño decide ser el mejor del curso, que lo sea, pero que sea una decisión de sus papás no tiene sentido.
El niño debe cumplir con sus deberes del colegio, hacer las tareas, estudiar para los exámenes, hacer sus presentaciones y experimentos, disfrutándolo y esforzándose para que todo salga bien, e incluso “perfecto”, según sus propias condiciones. Mas no es bueno confundir excelencia académica con competencia académica, porque el proceso educativo no es competitivo sino formativo: no importa si su hijo es el mejor del curso, sino si su hijo sabe lo que tiene que saber.
A esto se suma, que los colegios están causando esto, porque se han metido en una competencia sin sentido por las diversas comparaciones que hay hoy entre colegios: si se es el mejor en la escala del Ministerio, o de las Pruebas Saber Pro, de los colegios internacionales o de la revista Dinero. Los colegios se deben medir por el nivel de conocimiento que tienen sus alumnos y el desarrollo de las capacidades de los mismos, no por que la institución lleve más de 10 años entre los primeros de las pruebas del ICFES (que ya no se llaman así).
Piense por un momento cómo fue su vida de colegio. Recordará cómo jugaba algún deporte, a sus amigos, a esos profesores que le parecieron admirables, el amor que tuvo, el proyecto de ciencia que hizo con tanta pasión y seguramente se acordará de los empleados de servicios del colegio, como los de la cafetería, la tienda y el aseo, pero poco se acuerda de como era de pesado estudiar, pese a que recuerda bien si le fue bien o no, y en qué materias era bueno, porque esa le gustaba. El colegio es un espacio de estudio y formación, no sólo de estudio.
Respeto a los padres que motivan a sus hijos a ser los mejores en el colegio, pero no a esos que se los exigen; admiro a los padres que saben motivar a sus hijos que para sean buenos en las cosas que les gustan, y que cumplan con sus deberes en esas cosas que no los motivan. Esos son los padres que para mí, valen la pena.
Por si le interesa, ayer escribí sobre como 2016 es el mejor año de la historia reciente de Colombia
Y es que si a un niño le gusta estudiar no es feliz??
Me parece que estamos confundiendo valores y en el afán de excusar cosas satanizamos otras. En la época escolar los niños solo tienen por responsabilidad estudiar y nadie se ha muerto porque deba ser responsable. Nadie dice que sea el mejor del curso, pero si que se esfuerce y responda por sus deberes. Creo que lo que está mal no es estudiar y la excelencia académica, lo que está mal es que se exija abusivamente. Al que le guste ser el mejor del curso, PERFECTO, así es FELIZ, pero tampoco aplaudir en nombre de la «felicidad» la vagancia.
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No sólo sucede en el campo académico. También en el Deportivo los padres presionan a sus hijos para que sea el próximo James.
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Soy terapeuta Ocupacional. De acuerdo. Hay muchos niños infelices por salvar el honor de sus padres. Invierten tanto en educación que se olvidan de hacerlo felizmente niño.. Un abrazo sincero te felicito. Asi yo formé 4 profesionales especializados y productivos. Son felices honestos y se sienten totalmente Exitosos. Y aun no tienen 30.
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Al nino se le debe preguntar q le gusta y potenciarlo en ello. Para q queremos un gran matematico si lo q le gusta al nino es la pintura o viceversa. Los colegios castran la creatividas de los ninos y los llenan de informacion q no les interesa. Deben ensenarles cosas para la vida , como el manejo del dinero y cosas asi
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El problema es que por todas partes usted encontrará la promoción de competencia, competitividad y palabrejas como esa: es el neoliberalismo en boga. De acuerdo con Ud., pero, no sólo el niño, toda persona debe procurar «hacer las cosas bien», no ser mejor ni hacerlas mejor que los demás.
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De acuerdo. Y a eso súmele la obsesión por tener a los niños en el colegio de renombre, el colegio más caro, así los papás empeñen hasta el apellido.. Nada más para presumir en las reuniones y en Facebook. Y resulta que en esos planteles también hay matoncitos de miedo y futuros ladrones de cuello blanco. Los padres quieren es que el niño produzca plata rápido, no que sea feliz.
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Infortunadamente la competencia feroz de mundo hace que muchos padres quieran que sus hijos sean los primeros siempre, en todos los ámbitos en que se desenvuelven, olvidándose que la niñez es la edad más feliz que todos tenemos y es la época en que las experiencias nos forjan el carácter. Pretender que nuestros hijos siempre van a ser los mejores es ignorar nuestra propia niñez en la que aprendimos que siempre hay alguien mejor y que la competencia es contra nosotros mismos, nuestros miedos y nuestras debilidades, además es perder la valiosa oportunidad de enseñarle a nuestros hijos a ser resilientes y a superar cualquier obstáculo con la seguridad de dar lo mejor de sí mismo y siendo mejores día a día.
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Camilo, muy cierto. Muchas gracias por esas palabras tan importantes, en ocasiones nosotros como padres nos olvidamos que vivimos esos momentos de angustia, simplemente por el hecho de ser los mejores por un número! Crecer sucede en un latido…un día estas en pañales y al día siguiente te vas….pero los recuerdos de la niñez, permancerán contigo todo el camino!!! Años Maravillosos.
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Comparto cien por ciento el contenido del blog, lo curioso es que los colegios no; hace poco estuvimos en proceso de entrevistas para nuestro hijo y en un muy reputado colegio planetamos lo mismo, que lo importante para nosotros era tener un hijo decente, correcto, una persona de bien, que disfrutara su infancia como un niño normal y que las notas no eran nuestra primera prioridad; en resumen, el colegio nos dijo que eramos malos padres y que no queríamos lo mejor para nuestro hijo.
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