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¿Qué hará Santos si la gente vota por el No en el Plebiscito?, muchas voces pedirían su renuncia y sin duda, el país entraría en un serio problema de gobernabilidad, y hará que la Nación entre en debates muy complejos, que irán desde las batallas políticas entre algunos egos, hasta el posible retorno a una violencia que todos quieren dejar atrás, pero habríamos dicho que no queríamos que fuera así.

Es posible que la mayoría de los colombianos voten por el No, y eso es válido en la democracia en que vivimos, porque el Presidente le pide a la Nación que dé su opinión en las urnas, y sin importar si ese voto es vinculante o no, serán los colombianos los que digan si quieren que en el futuro las FARC sigan armadas, buscando el poder, el cambio del modelo y matando personas para defender sus ideas, hasta que sean vencidas militarmente o bien, se renegocien los acuerdos, como algunos dicen.

Pero más allá del profundo y tristemente ligero debate sobre cómo debemos votar, si gana el No, solo nos queda esperar a que el Presidente no renuncie.

No soy Santista –como mucho me pueden calificar de manera simple– pero creo que si el país le dice que no al acuerdo con las FARC, es el momento en que más necesitamos la unidad y estabilidad de las instituciones, y estas se representan en la figura del Presidente de la República.

Debe quedarse ahí para asumir las consecuencias de su decisión, de llevar un acuerdo de esta magnitud y complejidad a las urnas; es comprensible que se desee que los votos definan los grandes temas nacionales, pero muchos de estos temas son tan complejos y delicados, que nuestro mismo sistema definió la presencia del Congreso de la República como voz de la población y como contrapeso de las decisiones del ejecutivo.

Santos cometió el inocente error de un buen demócrata: dejar que la gente decida. Nunca una reforma tributaria, un presupuesto, un plan de desarrollo, ni una reforma pensional, educativa o de salud ha llegado a las urnas, porque estos temas requieren decisiones que no son populares pero son las correctas: es casi imposible que el país votará por subir el IVA, pese a que fuese necesario para poder reducir la pobreza.

Le estamos dejando el fin de una guerra salvaje, no a la suerte de la democracia, sino a la fragilidad de un sistema político corrupto, con agendas propias y que se fundamenta más en la popularidad y la emotividad, que en las razones y la reflexión.

Si ganase el No, debemos rodear las instituciones democráticamente constituidas, y no apoyar a esas que se han construido falsamente en las redes sociales, porque hemos confundido los rumores con verdades, la opinión con el dogmatismo y la democracia con la popularidad.

Si gana el No, Santos no Renunciará, y no debe ni puede renunciar, debe gobernar más que nunca.

@consumiendo

www.camiloherreramora.com

Por si le interesa, ayer escribí que me gusta usar palabras prestadas para escribir

 

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