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No había terminado el magistrado Gerardo Arenas Monsalve de leer el comunicado en el cual le otorgaba medidas cautelares al alcalde Petro cuando ya el señor Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, anunciaba que interpondrá un ´recurso de súplica´ para tratar de revalidar o restituir la medida que adoptó contra su enemigo personal, porque para nadie ya es un secreto que sus decisiones son sesgadas y con el único fin de darle ´muerte política´ al líder de la Bogotá Humana.

El Consejo de Estado encontró que el Procurador en su fallo no demostró con “suficiencia argumentativa y probatoria” que el alcalde Petro actuó con dolo en las decisiones administrativas con las que reestructuró el modelo de basuras. Con esta decisión el alto tribunal suspende provisionalmente los efectos del fallo de Ordoñez que destituyó arbitrariamente a Petro y lo inhabilitó por 15 años para ejercer cargos públicos, elegir y ser elegido.

Es increíble ver como el Procurador ha tomado este caso de forma personal, con revanchismo y orgullo herido, y que no se resigna a perder esta guerra que le ha declarado al alcalde, en la cual solo pelea él, (nos referimos a Ordoñez), y que con su terquedad solo está causando daños irreparables para Bogotá y para la institucionalidad del país.

A Ordoñez no le interesa otra cosa que darle nocaut a Petro, así se lleve por delante la Bogotá Humana, y tire a la lona la política social del alcalde.

El Consejo de Estado consideró que “Para la configuración de la falta, es necesario que se estructuren dos elementos: el acto ilícito sustancial y la culpabilidad”, cosa que no hizo Petro al darle trabajo a los recicladores y quitarle el monopolio de las basuras a empresas privadas.

Cada día se evidencia más el atropello del Procurador contra Petro y su abuso de poder para sacarlo de la arena política, porque él, (nos referimos a Ordoñez), y la ultraderecha que él encarna, consideran al alcalde una amenaza, quien con su política pública y social ya es presidenciable y sería un contendor difícil de vencer en las elecciones del 2018.

El Consejo de Estado determinó que el procurador valoró negativamente las razones que Petro argumentó durante el proceso disciplinario y que no analizó otras causas que tuvo el alcalde como “la adopción de una política pública a través de la inclusión de la población recicladora en la prestación del servicio público de aseo”.

Los ciudadanos que no votaron por Petro, incluso aquellos que no simpatizan con las políticas del alcalde, también se han solidarizado con él, (nos referimos al alcalde), porque se han dado cuenta que lo que pretende el Procurador es sacarlo de la alcaldía a como dé lugar, y a la gente no le gustan las injusticias, no importa de donde vengan y para quien sean.

El tal ´recurso de súplica´ que interpondrá el Procurador Ordoñez, para recuperar su orgullo herido, no es otra cosa que una nueva impugnación, y que debe ser interpuesta dentro de los tres días siguientes a la notificación del Consejo de Estado, donde le otorgó medidas cautelares a Petro mientras hay un pronunciamiento de fondo. El magistrado ponente Gerardo Arenas tiene un plazo de 20 días para responder la caprichosa petición del Procurador.

Es muy grave para Colombia que los funcionarios con super poderes se lleven por delante las políticas públicas elegidas por voto popular y hagan hasta lo imposible por ganar rencillas personales, creando un caos institucional, y llevando al traste todos los esfuerzos de la Bogotá Humana para darle bienestar a los pobres, en quienes muy pocos alcaldes han pensado.

De todas formas, aunque el Consejo de Estado tardará casi año y medio para fallar de fondo, esto no garantiza la permanencia de Petro en el cargo, porque de seguro saldrá cualquier ´as debajo de la manga´ para de nuevo hacerle zancadilla al alcalde, por parte de la extrema ultra derecha, que no quiere una política de inclusión social ni que se gobierne para los más necesitados.

Ese ´recurso de súplica´, por parte del Procurador, demuestra que su único objetivo es acabar con la vida política del alcalde, y ponerle un palo en la rueda a todo su proyecto social, ya que crea ampolla en el neoliberalismo, en el capitalismo salvaje y en la vieja práctica de sonsacar las arcas de la ciudad y de convertirla en fortín político y electorero.

¡Que sea la revocatoria la que decida si Petro se queda o no! pero no un capricho de un funcionario con super poder, a quien no le importa el bienestar de los bogotanos, sino imponer, sea como sea, su política ultraderechista y retrógrada.

La consigna de Ordoñez parece ser ´quien no piensa como yo es mi enemigo´

Quien lo creyera, por medidas cautelares para Petro ahora el Procurador está suplicando.

giovanniagudelomancera

periodista

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