Así lo creen algunos pueblos de México, América central y las comunidades de migrantes en los Estados Unidos.
Hoy es el día para hablar de esto porque mañana y pasado mañana, en muchos lugares se festeja el día de muertos. Esta antiquísima tradición sigue muy viva, ¡a pesar de todo!
El día de muertos es una amalgama de las tradiciones prehispánicas mesoamericanas con las tradiciones católicas del día de todos los santos. Según se dice, es una ocasión feliz para celebrar con las almas de los familiares muertos que regresan a sus casas. Ellos vienen a compartir con sus seres queridos los placeres de la vida terrenal.
Para el primero de noviembre y desde el 28 de octubre, se empiezan a preparar los altares formados de ofrendas de tipo alimenticio y algunos símbolos como la flor de muertos o cempaxúchitl, papel picado y copales. Estos altares se preparan ya sea en las casas o en lugares públicos, como las universidades, colegios o cementerios. Con esa ofrenda se honra a los difuntos, niños y adultos y se les ofrecen viandas.
Los espíritus que regresan del más allá absorben de esas ofrendas solo el aroma, como entidades no materiales que son.
¿Qué comida se ofrece en esos peculiares altares?
Si los ‘muertitos’ como se dice en México son niños, es muy probable que se ofrenden frutas, postres de calabaza, arroz con leche, tamales de dulce, calaveras de azúcar, dulces de almendra, vasos de agua y pan. Si son adultos la comida es más fuerte y condimentada: mole, tamales de salsa y otros guisados. Esto se acompaña de licor, tabaco, gaseosas, cerveza o tequila, según el gusto que se tenía en vida.
La disposición del altar es todo un ritual que involucra a los miembros de la familia. Una vez que se ha instalado, la familia cena. En esta ocasión se comparte un postre de ‘tejocote’, calabaza y piloncillo. Se come además el tradicional pan, llamado justamente, de muerto, y se bebe un ponche de guayaba con tejocote y licor.
El 3 de noviembre se retiran las ofrendas a los muertos y la familia las consume.
Los alimentos que hemos descrito por supuesto que son los más tradicionales, pero cada pariente hace sus variaciones dependiendo de lo que era preferido por el difunto estando en vida.
Los altares públicos se han convertido en una forma de expresión de la memoria histórica y en parte del patrimonio cultural de las comunidades en donde existe este ritual. De hecho la festividad en sí misma, el día de muertos, ha sido elevada por la Unesco a patrimonio inmaterial de la Humanidad.
En las sociedades prehispánicas mesoamericanas se celebraba a los muertos en varios momentos del año. Ésta en particular correspondía a la que se festejaba en el mes de agosto.
Hoy en día es completamente normal para los niños intercambiar calaveritas de azúcar decoradas, chocolates en forma de ataúdes o calaveras.
vimeo.com/71853142 Cortometraje animado. Student Academy Award Gold Medal winner, 2013
Viene a mi memoria un cantico infantil que escuché en algunos de las noches de Halloween que viví en México: “L-a c-a-l-a-v-e-r-i-t-a t-i-e-n-e h-a-m-b-r-e”….decían en lugar del ‘triqui triqui Halloween’, versión criolla del ¡trick or treat!.
Ahora veo que este verso tiene su origen en uno popular del pueblo de Tlayacapan, Morelos:
La calavera tiene hambre
No hay un pancito por ai?
No se lo acaben todo,
Dejen a la mitad.
Pan, pan pa’la calavera
Pan, pan pa’ la calavera
Poquito molito pa’ las ánimas
Poquito molito para el campanero´.[1]
El pan de muertos que se lleva la calaverita tiene un peculiar origen. Dicen que en los tiempos de la conquista al rechazar los españoles el ritual antropofágico de una doncella, los nativos lo reemplazaron por el consumo de un pan de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo, la cual simbolizaba la sangre de la doncella. Otros dicen que ya se consumía un pan hecho de semillas como el amaranto mezclado con sangre de sacrificios humanos.
Los dejamos con estos simpáticos dichos que reflejan el espíritu de esta conmemoración y el gusto por el pan de muerto:
“La flaca vino, la flaca pasó, ¿y el pan de muerto? ¡La flaca se lo comió!”
“Llévate mi alma, quítame la vida, pero de mi pan de muerto ni una mordida”.
Vocabulario:
Cempasuchitl: es una flor amarilla llamada en España ‘clavel de Indias’.
Copal: resina aromática del árbol del mismo nombre usado en ceremonias de purificación o curación.
Pan de muerto: es un pan blanco azucarado con huesos cruzados diseñados en la parte superior que se consigue en cualquier panadería por esta época. Condimentado con diferentes especias y decorado con azúcar de diferentes colores.
Tejocote: Fruto parecido a la ciruela de color amarillo.
Piloncillo: Azúcar de caña entera no refinada en forma de cono. Es igual que nuestra panela.
Ofrenda: Se considera un ritual milenario para establecer un vínculo entre vivos y muertos.
Bibliografía
Julián López García, Símbolos en la comida indígena guatemalteca. Quito, Abya-Yala, 2003.
Janeth Long (Coord.), Conquista y comida. México, UNAM, 2003.
Noemí Quezada (Ed.), Religiosidad popular en México y Cuba. México, Unam-Plaza y Valdés, 2004.
Revista Claridades Agropecuarias, N.207.
Wikipedia
Blog National Geographic
Imágenes:
Riccardo Forte. www.rf-artphotography.com
Blog National Geographic
[1] Claudio Lomnitz, Idea de la muerte en México. México, FCE, 2006, p.103.
Entre las reacciones que esperé tras escibir este artículo ninguna se parece a los cuatro comentarios que he recibido. Mi única intención es transmitir una información basada en estudios de orden cultural que hablan de las costumbres de un pueblo y de sus orígenes. No se espera uno suscitar debates de bajo nivel nacionalista, de odios personales y de recriminaciones moralistas. Es necesario conocer la historia de los pueblos para entender sus prácticas actuales. No se trata de convencer a nadie de seguirlas. No se trata de asumir actitudes de intolerancia basadas en otras creencias, sean bíblicas, sean materialistas.
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Hay o se hacen preguntas estúpidas, irracionales, carentes de sentido, sin ningún asomo de inteligencia, pero………………… ésta si francamente se merece un Nobel, pues!
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La ignorancia y estupidez de esa gente a la que le han lavado el cerebro con creencias estupidas solo sirve para que vivan una vida miserable y de arrodillados que nunca progresan ni evoluvcionan para bien.
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Siendo pequeño en la central de Anchicaya conocí los primeros mexicanos en mi vida y a excepción de un par de familias todo el grupo de ingenieros y trabajadores chamacos eran un grupo de insolentes engreídos que se creían mas que los colombianos, han pasado 40 años y eso no cambia, pero lo mas triste es que los colombianos estando en nuestra propia tierra les rendían pleitesía y esto también aun persiste…. ahora también tenemos que creer lo que ellos creen por mediocre que sea??? por favor tenemos creencias propias y mas sanas aterricemos donde esta nuestro amor propio…? Creamos en Colombia y patrocinemos nuestra cultura, además vivir de los muertos ha hecho que Colombia no pueda superar problemas que socialmente son manejables…. Que viva Colombia; Educación es conocer otras culturas, no practicar otras creencias…
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Mi pueblo fue destruido, por que le falto conocimiento. Oseas 4:6. Y esta establecido para los hombres que mueran UNA SOLA VEZ, y después de esto el juicio. Hebreos 9:27 leamos la Biblia que es el manual de vida para el ser humano y no nos dejemos llevar por lo que gira a nuestro alrededor, que Dios los bendiga, gracias.
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Alguna vez no hace mucho tiempo, un amigo de Colombia se burlaba un poco de esta tradicion argumentando que los muertos no comen, y mi amigo Mejicano le contesto: Entonces los muertos de ustedes si huelen y ven? porque ustedes les llevan flores, en esto de las tradiciones es mejor dejar a cada cual ejercitar su derecho a su cultura, sin criticar, usualmente vemos la estupidez en los demas, no la propia.
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