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Les escribo esto desde el aeropuerto Ezeiza, en Buenos Aires. Teníamos un vuelo a las 8:17 AM de ayer 09 de Mayo. Todo perfecto para ir a Bogotá a celebrar el día de la madre. Pero empezó a pasar el tiempo y no aparecía nadie de Avianca, vuelo 088.

A esa hora nos reportaron que por problemas de niebla no podríamos viajar a tiempo. Finalmente a la 1 PM aparecieron unas señoritas con cara de preocupación: Que el vuelo se programó para las 3am de esa noche. Que nos vamos a un hotel y a media noche nos recogen para volver al aeropuerto.

Anoche salí a media noche y me dijeron «nos llamaron de Avianca a decir que ahora el vuelo es a las 10AM«. ¡Carajo! Bueno, pero con tal de llegar a celebrar el día de la madre… Esta mañana nos dijeron: Ya no sale a las 10, ahora es a las 11AM.

Llegamos al aeropuerto y ya nos dicen que es a las 2PM. Ya no le celebré el día de la madre a mi mamá. Y mi caso es el más sencillo: acá hay personas que perdieron sus conexiones a Cancún, Cartagena, Punta Cana… niños de brazos, ancianos…

Está el caso de una colombiana que necesita medicamentos, pero nadie acá le responde por ello. Me dice que tenía anoche el matrimonio de su única hermana. No pudo estar.

Son las 11AM y nadie de Avianca aparece a darnos razón. Nos acaban de mover a otra puerta, no sé para qué. La gente ya empezó a protestar y gritar. La verdad… se va a complicar la situación. Si no nos envían hoy a Bogotá, no sé cómo van a compensar tanta cosa. 240 pasajeros seguimos esperando. Y yo… les seguiré informando.

Algunos videos de la gente protestando.

Ojalá el «FIN» lo escriba hoy desde Bogotá.


Actualización: Son las 12 del medio día. No hemos salido, no estamos seguros de salir.

12:22. Una señorita dice por altavoz «la información es que no tengo información». Hace un rato a una pasajera le dijeron «saben más ustedes que yo».

12:45. Por altavoz nos anuncian «al menos otra media hora de retraso». Qué irrespeto. Esos dos panes que nos dieron de desayuno ya perdieron su efecto. Quiero almorzar. Al parecer viene un gerente a dar explicaciones. No sé de qué. Yo ya no quiero gerente, quiero piloto. O Supermán. O Thor. ¡Alguien!

1:30. Salió un gerente a decir que necesitan una hora adicional para determinar el fallo del avión. Eso no quiere decir que resuelvan el problema, puede que en una hora nos digan «jodidos, este avión no puede salir» y nos quedemos más tiempo acá. Es decir, saldremos (por rápido) 4 PM, para llegar a Bogotá a las 8, supongo. Ya tengo hambre y no estoy pensando en números.

1:45. Acabo de hablar con una pasajera mexicana que tenía otro vuelo a Bogotá con conexión en Lima. La sacaron de la fila (a ella y a varios más). Dijeron «los que van para Bogotá, hagan esta otra fila que los vamos a mandar en un vuelo directo». A ella le pareció bien, porque llegaba a la misma hora, sin escalas aburridoras. Excelente. Ahora está acá varada con nosotros, ya perdió su conexión. Fatal esto de Avianca.

3:10. Finalmente el avión quedó OK, nos podemos devolver para Colombia. Bendito sea mi Dios. 36 horas después llegué a mi país a descansar. Ya le celebraré a mi mamá la próxima semana. Gracias, Avianca.


Jueves 14 Mayo: En el aeropuerto nos dijeron las señoritas de Avianca que nos darían una compensación por los retrasos. Creo que están obligados a hacerlo por normatividad internacional. 4 días después, jueves, no ha pasado. ¿Cuánto habrá que esperar?

Viernes 15 Mayo: Me acaba de llegar un correo de Avianca. Primero me explican todas las razones por las que nos retrasaron el vuelo. Que, en últimas, es porque el avión no podía aterrizar, como las otras aerolíneas que sí lo hicieron: «las certificaciones con las que cuenta el equipo Boeing 787 que operaba este vuelo, no permiten aproximaciones a la pista con baja visibilidad»

Por ello me «compensan» dos días perdidos (incluyendo el día de la madre) con 150 dólares que puedo redimir en tiquetes con Avianca (aplican condiciones y restricciones). ¿Y eso para qué me alcanza? ¿Para un vuelo Bogotá – Zipaquirá? Como quien dice, si quiero reclamar esa compensación debo pagarles más para completar lo de un pasaje. Ahora… ¿ustedes creen que a mí me quedan ganas de viajar con Avianca? No me crean tan pendejo. Qué tristeza como juegan con sus clientes. Me niego. Que se queden con sus pinches 150 dólares.


Entradas anteriores: «Sal con alguien valiente«, «Le pasó a un amigo: La tenista«, «Si a Bogotá no hubiera llegado Petro«.


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