Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Tres años después, Millonarios y su hinchada, por esos avatares del torneo colombiano se  encuentra ante la posibilidad de cobrar revancha de la última vez que enfrentó al equipo asegurador en una serie de ida y vuelta.

Fue para la disputa del título del primer semestre de 2011. Aquel año, por cuenta de la realización del Mundial Sub 20 en nuestro país, se disputó por primera vez el título bajo el esquema de playoffs.

En la fase semifinal nos correspondió enfrentarnos, como en la fase venidera, a Equidad. El partido de ida se disputó ante un Campin, como siempre, rebosante de hinchas optimistas y hambrientos de triunfo. Al final fue un lánguido 2-2 tras un partido enredado, que perdíamos hasta el minuto 90 y que tan solo logramos empatar con un dudoso penal sancionado a nuestro favor y bien ejecutado por Edison Tolosa. Roberto Polo, tras cobro de penal por falta sobre Wilberto Cosme y Javier Araujo fueron nuestros verdugos en aquel juego.

Para el partido de vuelta en Techo, Millos sufrió mucho más de lo esperado, no tuvo claridad y al final con dos goles, otra vez, de Cosme resignó la ilusión de la hinchada de disputar la final de la Liga con el equipo verde de Medellín.

De aquella serie son muy pocos los jugadores azules que aún hacen parte de la actual plantilla. Cichero, Domínguez, Carpintero, Preciado, Tolosa hacían parte de equipo titular azul dirigido en ese entonces por el venezolano Richard Páez.

El hoy de Millonarios en cuanto a argumentos futbolísticos y actualidad deportiva; como el segundo mejor equipo de la Liga en cuanto a puntos conseguidos y regularidad expresada en la segunda mejor diferencia de goles, el segundo equipo más anotador del campeonato y la valla menos vencida; genera en el hincha una innegable sensación de optimismo de cara a la disputa de los cuartos de final.

Sin embargo, no se debe despreciar el trabajo del rival, que cuenta con un DT experto en manejar equipos con nóminas limitadas y sin presiones por obtener resultados, que seguramente planteará el tradicional juego de desesperar al azul, cerrándole los espacios, jugar al límite del reglamento y a la espera de dar el zarpazo para aprovechar los eventuales errores que cometa nuestro equipo en procura de resolver el juego en el área rival.

Juega el segundo mejor equipo de la Liga contra el octavo, el último clasificado, pero no por eso se debe mirar con desdén y por encima del hombro al equipo asegurador. De hecho, como bien lo viene trayendo a colación el DT Lillo desde que se conocieron las llaves de cuartos de final, nos enfrentaremos al único de los clasificados que puede sacar pecho por habernos derrotado….y en nuestro propio estadio.

Para aquel juego, correspondiente a la segunda fecha del campeonato, Millos no contó con varios jugadores que hacen parte de lo que hoy por hoy se podría considerar la columna vertebral que le da forma y hace fuerte a nuestro equipo.

Ni Delgado, ni Román, ni M´Bami, ni Harrison hicieron parte de aquella alineación; por lo que podría pensarse que en esta oportunidad Lillo contará con una plantilla mucho más fuerte y confiable que la que presentó en aquella oportunidad.

No obstante, y seguramente los jugadores azules son conscientes de ello, la disputa por una nueva estrella implica afrontar con la mayor seriedad y responsabilidad cada una de las seis finales que nos separan de alcanzarla.

Una nueva ilusión aviva la expectativa y el fervor del hincha azul que espera ver de acá en adelante a la mejor versión de este Millonarios de Lillo: al Millonarios serio, ordenado y contundente que venció sin objeciones ni atenuantes a los rivales llamados grandes que se nos pusieron en frente; al Millonarios efectivo que con filigrana y buen fútbol goleó en el Campín a Itagüí, Patriotas y Tolima; al Millonarios bien plantado y concentrado que consiguió derrotar a domicilio a los otrora casi invencibles rivales como Junior y Envigado, ese es el Millonarios que queremos ver.

Por nada del mundo queremos ver al Millonarios relajado, desconcentrado y lacónico que cayó con Alianza Petrolera y con Uniautónoma…. ¡no es ese el Millonarios que queremos ver!

Arranca una nueva ilusión. Sin duda, equipo tenemos. Quizá no en cantidad de jugadores como varios de los otros aspirantes al título, pero sí en calidad.

Contamos además con un DT que con su trabajo serio y dedicado logró acallar el descontento y las críticas infundadas de inicio de temporada, convirtiéndolos en la esperanza latente de una nueva alegría, de una nueva estrella, de la estrella 15 de Millonarios.

Cordial y albiazul saludo.

@azulhstalatumba

Compartir post