@NataliaGnecco
“Este año quiero una veterana”, con esta frase Antonio rompe el hielo para unirse al grupo de personas que decidieron participar en mi improvisada mesa redonda sobre qué desean los hombres de las mujeres, aprovechando la celebración del día de San Valentín.
Antonio, quien aún no llega a sus treinta primaveras cuenta que desde niño le gustaron las mujeres mayores y ahora está en búsqueda de esa experiencia, pues sabe que si existe una atracción mutua puede ir al grano, evitando así dolores de cabeza con jovencitas inmaduras. Para cumplir su meta nada mejor que el bar Full 80 en Bogotá, pues como él dice: “es un buen sitio, las puedes encontrar viudas, separadas, rencauchadas… ¡todas buenísimas!”
Entramos en materia para hablar un poco sobre la cultura del “Hookup”, que promueve encuentros sexuales casuales, centrados en el placer físico sin incluir necesariamente una vinculación emocional. Para mi sorpresa, el “Hookup” está rompiendo más corazones masculinos que femeninos.
David, de 31 años toma la palabra para afirmar: “soy un hombre cariñoso, detallista, ahora salgo con una mujer muy reservada, pero lo extraño es que si soy indiferente, no la busco, no la llamo entonces ella se siente más complacida e interesada. Yo pregunto, ¿porqué los hombres tenemos que llegar a este extremo? Con este comportamiento pierdo el interés muy rápido, igual si salgo con una mujer y tengo relaciones sexuales ese mismo día, para mi es difícil tomarla en serio porque pienso que si conmigo fue tan fácil, con otra persona también lo puede hacer, así tengamos una relación.
Mario, de 28 años complementa lo expuesto por David diciendo que prefiere ir a un bar swinger con una “prepago”, en lugar de llevar a su novia. Además lo que más le gusta es aprovecharse del GNO “girls nigth out” (Noche de mujeres) porque después de las doce de la noche todas se emocionan, se vuelven más “amistosas” ” y les importa un carajo el novio.
Por su parte, Alejandro de 23 años suspira y me dice: “Mira, yo quiero una mujer que no me estrese. Las que están en el rango de 20 a 25 años quieren matrimonio y viven martirizadas con eso, mientras que las de 30 años no buscan tan afanosamente casarse, entonces no te estresan. Quiero salir con una mujer con quien pueda pasarla bien, hablar, compartir, pero estar relajado”.
Alejandro es categórico al afirmar: “A las mujeres no le gustan los hombres tragaos” y agrega: “por eso sólo debes darle una atención promedio, no más de eso, porque se aburren y podemos resultar siendo intensos. Lograr ese nivel de atención promedio es lo ideal para tener éxito con las mujeres, por eso necesito mantener contacto con varias a la vez, así sea por internet, para no fatigar a nadie. La clave es no salir con una sola, porque te tildan de intenso”.
Yo interrumpo para preguntarle ¿Y qué pasa si te enamoras? Alejandro me dice que si las cosas se van dando naturalmente, sin tanto esfuerzo, puede llegar a enamorarse, pero eso sí lo importante es que la mujer esté disponible, relajada, y nunca en modo “molestar”.
Inmediatamente Gustavo de 53 años, líder del mercado del usado mete la cucharada para revelar sus cartas: “Lo único que yo quiero es que las mujeres no jodan. Punto. Eso es todo”. Es el turno de Luis de 32 años, quien considera que los roles están muy confusos, a tal punto que ahora los buenos partidos son los hombres, no las mujeres. Ellos cocinan, organizan, lavan, planchan, decoran, reparan cosas etc, pues las mujeres se han dedicado a ser exitosas y escalar profesionalmente, se han olvidado por completo del hogar, por eso me mira finalmente y dice: “Lo único que quiero es que se acabe la liberación femenina por conveniencia”.
¿Cómo así? Le interpelo y entonces explica: “si bien las mujeres trabajan, son independientes y se jactan de la igualdad de sexos, a la hora de pagar, nosotros asumimos la misma responsabilidad de antes, con el agravante nos tocó volvernos hacendosos a la fuerza”. Agarrándose la espesa barba complementa con pesar. “¿Cómo es posible que uno se vaya a vivir con su novia de 30 años y no sepa ni manejar una lavadora? No lo digo yo solamente, les pregunto a mis amigos y todos están en las mismas”.
Al otro extremo de la mesa, Pablo de 40 años complementa: “No existe la mujer perfecta, pero al menos yo quiero una amiga, que sea femenina, que me entienda, me acompañe, sin celos, ni dramas, que entienda que cuando uno se reúne con sus amigos no es sólo para ponerles cachos. Que además no pierda la iniciativa, ni la feminidad porque muchas sienten que ya nos pescaron y no se esfuerzan, hasta que nos hacen perder el interés, porque sencillamente no piensan en la reconquista”.
Enrique, de 48 anos, con un divorcio a cuestas y largos años de feliz soltería esperó que su vecino terminara, para dar su veredicto: «Yo no pido mucho: que trabajen, que tengan valores, que piensen, hagan deporte, se cuiden, sean bien féminas y tiernas”.
Justo cuando Enrique termina de hablar, mi último invitado Dani, deja a un lado su café para compartir su experiencia: “Después de mi divorcio lo único que he querido hacer es entender a las mujeres, por eso mi héroe es Pilar Sordo. Sus charlas son muy buenas. Para resumirles, las mujeres son más emocionales, retienen todo, mientras que nosotros vivimos, la embarramos y olvidamos”. Se las recomiendo.
Fotos. Fox Channel
Es cierto en mi experiencia en el trato con las mueres con gran decepción debo decir que la mayoría solo quieren los derechos que da la liberación femenina pero viene la hora de las obligaciones por ejemplo buscan ser invitadas pero sin ninguna consideración por la billetera, solo pasarla bueno olvidándose de los gastos que bueno seria que se compartieran los gastos una que otra vez, no siempre, pero al menos una que otra vez. ahora también esta de moda lo de los abusos en los buses, estoy de acuerdo que a esos abusadores que les caiga el peso de la ley, pero también he visto como también los hombres son victimas de acosadores y por machismo o orgullo no se dice nada, he visto como hombres caballerosos ceden los puestos a las damas y estas sin consideración alguna ni siquiera se ofrecen a llevarles los morrales u objetos que llevan en las manos o simplemente dar las gracias. así como todos tenemos derechos también debemos tener solidaridad y deberes, es un llamado a las mujeres que no solo tomen las ventajas del feminismo también que asuman los deberes y sean consideradas, ya que así como ellas sienten, los hombres también sienten y también un llamado a los hombres que aprendamos a ser respetuosos en todo sentido
Califica: