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@NataliaGnecco

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La vieja costumbre de pensar en el joven que nos gustaba, tomar una margarita entre manos, deshojarla y decir con cada pétalo que se arrancaba un «me quiere» y al otro «no me quiere», hasta llegar al último pétalo en el que el azar vaticinaba el futuro, quedó sepultada gracias a la cultura del hook-up, que ha puesto de moda las aplicaciones para citas a ciegas en los teléfonos inteligentes.

Es así como Tinder pasa de la idea a la acción, para deshojar margaritas de manera virtual y obtener en cuestión de minutos un “match” con alguien que nos gusta. El producto tiene más de 18 meses en el mercado y a nivel internacional la llama está que arde, pero ¿qué tanto sabemos sobre el furor que está causando este sex-app en nuestro país?

Luego de enviudar, Daniela de 47 años se vio de nuevo soltera, con dos hijas y se lanzó a la aventura de conocer hombres de su edad en la red, pues es complicado que sus amigos casados le presenten a alguien. Sonriendo ella explica: “Tinder me parece chévere, he tenido varias citas, pero creo que debería tener un espacio más amplio para describir el perfil y limitar los criterios de selección. Yo sufro por mi alta estatura y la gente no escribe cuánto mide, además no entiendo porqué si los perfiles son de Facebook aparecen usuarios con 108 años y cosas así”.

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Al mismo tiempo, en un lugar no muy lejano, Luis Fernando abogado de 33 años, asegura que Tinder es perfecto para él, pues busca mujeres entre 25 y 39 años con un solo objetivo: ¡sexo, sudor y calor! Hasta el momento la aventura lo ha llevado a unas citas muy candentes, pero aclara: “eso sí, siempre me fijo de no tener contactos de facebook en común con las mujeres que salgo, porque me da “mamera” que mis amigos se enteren que estoy en Tinder”.

Oswaldo de 43 años, especialista en comercialización inmobiliaria sigue un poco la tendencia de Luis Fernando: “estoy satisfecho con la aplicación, aunque debería tener opción de crear grupos o salas (música, artes, rumba, viajes, etc) en las cuales se formen cofradías”. Héctor a quien contacté en la aplicación se suma a esta predilección diciendo: “es lo justo, la información es suficiente para primer contacto, el resto corre por cuenta de cada quien”.

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La hora del Brainstorming llega a la hora de consultar las mujeres. Olga, publicista de 32 años no se siente tentada a deshojar margaritas online: “Estar en Tinder es como tener un letrero en la cabeza que diga: “estoy falta de macho”. Por su parte Patricia economista de 43 años me confiesa que se aburre cuando abre la aplicación y luego de ver el radar por unos segundos lee -no hay nadie a su alrededor- . Ella agrega: “leer ese mensaje me hace sentir más sola, consulto varias veces al día y no me sale nadie. ¡Qué horror!, no sé si es mi operador celular, pero es tenaz.

Al otro lado de la ciudad Juliana, psicóloga de 37 años cuenta que encontró a un francés muy simpático, a simple vista era el tipo ideal, pero después de la primera cita en un restaurante muy branché de Bogotá, descubrió que solo quería sexo virtual. Ella asegura: “Tipos así no quieren comprometerse, ni hacer un acercamiento normal, natural, que pesar”. Pero hay un problema, todos los amigos de Juliana están emparejados,  a ella le gusta salir, conocer gente, ir a restaurantes de moda, por eso propone casillas de selección múltiple que digan: “sexo casual” – “sexo virtual”, “citas a corto plazo”, o “relación estable”.

Desde su lugar de trabajo, Renata, arquitecta de 43 años suelta una carcajada antes de dar su opinión: “Estoy en Tinder pero me salen unos tipos muy feos, horrorosos, a veces hasta pego alaridos delante de mis amigas y los que me gustan tienen fotos con sus novias, partiendo el ponqué de matrimonio, besándose apasionadamente con otras mujeres, retratos solo con sus hijos, etc . Creo que falta sensatez a muchos usuarios de Tinder. Con la soledad no se juega”.

Manuela, estudiante de derecho de 24 años reconoce que ella no está en Tinder, pero muchas de sus amigas usan esta aplicación y debido a la inseguridad que reina en Bogotá, la gente termina saliendo con el mismo círculo de amigos que tienen en Facebook, por eso señala: “la verdad, no me llama la atención ser parte de  Tinderland”.

Y mientras tanto otro match se daba en mi aplicación, Jose Luis de 42 años, quien al ser abordado con mis preguntas me contesta: “la señal es buena, lo abrí por curiosidad porque soy publicista, estoy desarrollando aplicaciones que requieren de un portable. No he interactuado con muchas mujeres pero las poco que he visto son reales y han sido cordiales. El perfil de las mujeres es bueno, no se ve mucha gente rara”.


Gente rara o no, lo cierto es que hay diferentes tipos de usuarios como por ejemplo Robert, quien es casado y me confiesa que ha encontrado muchas amigas, hasta familiares con perfiles muy “hots” en Tinder. Él entró por pura curiosidad, usando un perfil de Facebook falso.

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Otras personas juegan al policía y al ladrón, pues prácticamente tienen una “lista negra” en Tinder, como es el caso de María Fernanda, quien afirma tajante: “Si el tipo te invita a salir tres veces con el mismo carro, entonces le pertenece; si sale siempre en uno distinto y para colmo no sabe ni donde prender las luces, es un fanfarrón”.

Las estadísticas de los usuarios de Tinder en Colombia no son muy difundidas que digamos, pero a juzgar por la cantidad de usuarios contactados que estaban recién activados, es obvio que la llama está subiendo de temperatura. A comienzos de enero, la revista Semana hablaba de 450 millones de «aceptaciones» y «rechazos» diarios en Tinder y en Estados Unidos esta aplicación es más popular que Match.com, OkCupid, eHarmony.

Ahora , si funciona bien o mal, depende definitivamente de lo que cada uno entienda por “funcionar”. Lo que sí es una realidad es que las aplicaciones móviles no sólo barrieron con la idea de deshojar margaritas, también están reemplazando a los “celestinos o celestinas”, aquellos amigos chéveres que solían conectarnos con otras personas que tenían gustos similares a nosotros ,o afinidades.  ¡Ese match era genial!

 

Fotos: Cortesía Manuela Trujillo
Perfil provisional NG Tinder

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