Haré todo lo que esté al alcance de mis manos para poder darte las herramientas que te ayudarán a conquistar el mundo.
Mírate, tan dulce e ingenua a la vez, te siento frágil y me da miedo lo que habrá cuando se rompa la burbuja. Esa que he creado durante estos años, eres mi niña y no pienso permitir que alguien te lastime. Pero, sabes, no siempre podré estar (aunque quiera), por eso, hija te voy a construir tan fuerte que nadie podrá romperte.
Te voy a enseñar que allá afuera el peligro es latente, pero serás valiente. Disculpa si la mayoría de las veces dejo que te levantes sola, pero es que tienes que aprender de tus tropiezos. Sí, ahí voy a estar, si un día te equivocas, si sientes que el mundo se te viene abajo podrás acurrucarte sobre mis piernas y llorar todo lo que quieras.
Te voy a recordar lo valiosa que eres. No, no prestes mucha atención al físico y es que, no es que no seas bonita, pero es que eso es lo de menos. Vas a aprender que tus cualidades emocionales y tus valores no se compran ni con el perfume más costoso de Chanel.
Quiero que confíes, que creas que eres capaz, que cuando te digan que ¨no puedes¨, no hagas otra cosa que reír y guardar silencio, porque estarás pensando en cómo demostrarles que ¨sí puedes¨. Entiende algo, no habrá nadie que pueda romperte si abrazas tu autoestima, si aprendes a quererte aún con defectos.
Hija no me lo tomes a mal, pero a veces las malas experiencias nos hacen grandes. Debes saber que el mundo no es de algodón de azúcar, que a pesar de tu bondad habrá quienes solo te busquen para lastimar. Y entonces, deberás poner en práctica lo más difícil para tantas mujeres, aprender a soltar.
No guardes rencor, porque a final de cuentas el corazón que se estruja es el tuyo. Levanta la mirada, aunque te griten, te humillen o un día te pongan la mano encima. ¡No es tu culpa! Solo tienes que salir de ahí, porque la gente no cambia y el que hace daño, lo repite.
Voy a enseñarte que en la vida a veces se gana y otras se pierde, que lo importante es seguir aún con la derrota en el pecho. Que esta vida se trata de prueba y error y entre más disfrutes mucho mejor. Sí hija, la vida no es igual sin un toque amargo.
No temas, puedes volar tan alto como quieras, sueña. Sueña en grande y a lo loco, ¿qué más da? Sé lo que tú quieras, lo que haga latir tu corazón, ámate, enamórate, cásate, adora tu soledad, lo que se te antoje, a fin de cuentas, es tu vida y lo que hagas siempre habrá alguien que quiera criticar.
Pero por favor, prométele a papá que no te dejarás caer, que cuando tus ojos se inunden de llanto, te sientas con ganas de nada y creas que la vida no vale nada, recuerdes que hay alguien que es feliz si tú lo estás. Y donde quiera que esté tendrá los brazos abiertos para ti, hagas lo hagas y ese es tu papá.
Escrito por: Karen Villaseñor y tomado por un papá.
Gracias por el texto, lo compartí con mi hija, tiene 10 años, fue un contraste de sentimientos, todos buenos, que buena reflexión, a ellas a enseñarles lo que valen y a los que también bendecidos con un hijo varón, como en mi caso, enseñarles el respeto y la consideración hacia las mujeres, es desde casa que se siembra el amor y el respeto.
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Uno como papá y tiene una hija eso piensa que ojala nunca le pase traumatismos graves en su vida, y ahora me pregunto, y porque no piensa eso con un hijo?
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Solo tengo una hija, pero esta teoría se puede aplicar con un niño perfectamente. Gracias por leerme, saludos.
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Se me aguo el ojo…es lo que sentimos y queremos todos los padres para nuestras hijas. Gracias por la reflexión.
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Gracias por compartirlo.
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Que lindo
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Excelente. Es el primer blog que leo después de más de un ańo. Me había negado a leerlos por sus simplezas, pero éste me llegó al corazón.
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