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Sergio GrandasPor: Sergio Grandas Medina (S.G.) 

Luis Grubert (L.G.), presidente de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), es el dirigente sindical del magisterio que logró volcar a las calles a miles de maestros, para solicitar al Gobierno Nacional nivelación salarial a los educadores y mejoras en las políticas educativas en el país.

Luego de un paro de educadores que duró cerca de 15 días, representado la perdida de más de 90 horas de clases a los alumnos de los colegios oficiales del país, el presidente de Fecode, Luis Grubert logró con la Ministra de Educación Gina Parody, conjurar un acuerdo que logró levantar el cese de actividades de más de 330.000 maestros.

Tras la firma del acuerdo entre los dirigentes de Fecode y la Ministra de Educación, varios voceros de los maestros han salido a insinuar, que el sindicato habría vendido los intereses de los maestros. Que los acuerdos logrados, no significaron una ganancia para el magisterio, si no que se habría conciliado unos puntos que ya habían sido ofrecidos con anterioridad por el Gobierno Nacional.

De voces de los mismos educadores se han conocido divisiones entre los dirigentes y los maestros por los acuerdo logrados, incluso algunos hablan de promover revocatorias a los directivos del sindicato y hasta realizar una desalifiación masiva, como protesta contra Fecode. Luis Gruber ya ha salido a responder esas críticas y ha ofrecido su renuncia si se le comprueba negociación ventajosa con el Gobierno.

S.G. Muchas gracias profesor Luis Grubert, por aceptar esta invitación. Comencemos por aclarar las conclusiones de los acuerdos logrados con el Ministerio de Educación.

L.G. El paro del magisterio logró recuperarse como un movimiento social, más allá de gremial. El copamiento de calles no fue solo de los maestros, concitó a otros sectores. Mostró la identidad de la comunidad en la discusión de nuestro pliego. Pero también se puso en primer plano la discusión de la educación y por primera vez en todos los medios de manera unificada, reconocieron la justeza del marchitamiento del tratamiento a los maestros y a la educación. Pero también se muestra una preocupación, no sólo por los maestros, sino también por el sistema educativo y su calidad.

En el proceso del paro logramos una unidad, pero la finalización del paro genera una fractura, fractura que le hace daño a la unidad del gremio. Pero el referente social para el movimiento sindical es la fuerza de Fecode.

S.G. ¿Y por qué hay esas fracturas en Fecode?

L.G. Se anuncia que hay unos principios de preacuerdo y de manera escueta se dicen los puntos en los que había ese principio de preacuerdo, sin leer el texto, algunos dirigentes que no tienen presencia aquí, empezaron a proferir “ya se vendieron”, “ya nos traicionaron” o “ya los compraron”.

Al siguiente día comenzó a correr la voz entre varios maestros, que ya habíamos “levantado el paro”, no, no se había levantado el paro. Tuvimos el texto a las 9 de la noche, pero las 8 de la mañana, aún la opinión pública no lo conocía, pero ya habían voces de “eso ya no sirve”, “nos vendieron”, hubo rumores en los maestros de base que generó malestar entre ellos. Vinieron aquí a la sede y con graffitis nos dijeron “hp”, “vendidos” o “regalados”. Pues yo comprendo ese descontento, pero fue basado en la desinformación, hasta yo, si me enterará, vendría a alzar mi voz contra la dirigencia. Pero cuando se preguntaba en esas primeras horas, ¿qué vendieron?; las respuestas eran: “es que a mi me dijeron”.

S.G. ¿Y a qué acuerdos llegaron específicamente con el Gobierno Nacional? 

L.G. Nosotros estábamos negociando en medio de la crisis, en medio de una crisis económica y lo de la educación cuesta. Logramos que el Gobierno aceptará que tenía que conversar con nosotros de lo económico, pero no sólo de lo económico, si no que también de política pública educativa. Hace muchos años no hablábamos de ese tema por que no dejaban al magisterio proponer o hablar.

En tema políticas educativas logramos que se incluyera en la discusión inversión en alimentación escolar, en infraestructura, recursos para el sector. Pero también era importante el compromiso que el Gobierno pagará las deudas laborales del magisterio, se llama el articulo de concurrencias que suman 2 billones de pesos, nos deben todo ese dinero y son deudas viejas.

La nivelación salarial de los maestros, en lo aprobado hasta ahora, cuesta 5.1 billones de pesos. Si hablamos de porcentajes fue el 12%, pero hablando de dinero es muchísimo, este acuerdo quedó sellado con Cárdenas, el ministro de hacienda, antes de que se diera la aprobación del Plan de Desarrollo, lo que brinda esos recursos.

Logramos el 12% adicional del incremento salarial anual, por eso se llama nivelación y no se resta ya los acuerdos logrados en el mismo tema, el año pasado con el Gobierno.

La evaluación también fue negociada, teníamos una evaluación docente que impedía los ascensos. Estaba diseñada para evitar ascensos, para evitar más gastos al sector. Eran evaluaciones que no medían los verdaderas capacidades de los docentes. Por ello habrá un nuevo sistema de evaluación metodológica, que consiste en que el maestro está en el salón de clase, será grabado y se evaluará sus desempeño (en los espacios en que están el 90% de su tiempo y son en las aulas con los estudiantes). Se filmarán las clases y serán enviadas a pares académicos que determinarán los contenidos, el conocimiento previo, la preparación y la exposición a los estudiantes, y la comunicación efectiva que permita construir conocimiento. Si los pares determinan que el proceso fue satisfactorio tendrá derecho al ascenso. Si hubo falencias en estos procesos, el docente debe ser enviado a cursos de metodología o de extensión, y si los aprueba, podrá tener derecho al ascenso.

Este nuevo proceso, requiere de constante preparación de los educadores, que seguirá beneficiando a los estudiantes. Este sistema de evaluación dará la oportunidad a más de 60 mil docentes, para que puedan obtener ese derecho al ascenso. Pasando todo el proceso evaluativo con méritos.

También logramos algo importante para el tema de salud en el magisterio, se acordó la creación de un veedor para que vigile el cumplimiento de los contratos establecidos por el Gobierno para el régimen especial, con el que cuenta los docentes y sus familias. El que contrata debe garantizar que se cumplan lo que se estipula en los contratos y esa tarea debe hacerla el Gobierno, pero como no se ha cumplido esa tarea, el veedor será un mecanismo para que se cumpla lo que establece los contratos, si se cumple lo que esta allí, tendrá que existir un muy buen servicio de salud para los maestros.

S.G. ¿Cuánto tiempo duraron ustedes con las negociaciones antes de llegar a paro? Como sabrá analistas han calificado de capricho o chantaje por parte del magisterio haber llegado a paro.

L.G. Duramos 56 días de negociaciones previas, en los que la ministra Gina Parody nos atendió sólo 40 minutos de todos esos días. Estuvimos con mandos medios de los diferentes ministerios y no se logró avanzar en ninguno de los puntos. Al anunciar la hora cero, la dinámica de la negociación cambió, nos llamaban de todos los ministerios, el de educación, el de trabajo y el de hacienda para que no nos fuéramos a paro.

Ya en la etapa de negociaciones con paro, la ministra de educación estuvo con nosotros todo el tiempo, trasnocho junto con el ministro de trabajo y de hacienda para lograr acuerdos. La talla de los negociadores del gobierno cambió. Pero también estábamos contra el tiempo, en el Congreso se estaba aprobando el Plan de Desarrollo Nacional, por lo que era importante llegar a acuerdos antes de que se aprobará el texto de ese articulado, que traza la hoja de ruta por los próximos años. Y a través de éste se podrían incluir lo que se negociará, para blindar recursos y los acuerdos.

S.G. ¿Cuál es la diferencia entre escalafones o categorías para el ascenso de maestros del decreto 2277 y del 1278?

L.G. El sistema de evaluación de los maestros de ambos decretos ha sido el mismo. La diferencia está en el momento que se logra el ascenso, y es en los salarios. Un docente del 2277 al año 2014 ganaba en promedio desde el escalafón A , $665.380 hasta el escalafón 14 con más de 20 años de experiencia, con especializaciones y/o maestría $2.711.939. Los del 1278 en el escalafón 1A ganaba un educador $1.121.819 hasta $5.334.216 con especializaciones, maestría y doctorado.

El lío es que la gran mayoría de los educadores acogidos con el 1278 no han podido ascender por las fallas en el sistema de evaluación que estaba vigente, más del 90% de los docentes de este decreto están en el escalafón 2A o 2B como máximo, lo que da en promedio un salario de $1.411.890 ya con especializaciones y otros con maestrías (también requisitos para lograr el ascenso), pero no habían podido acceder a este derecho por un sistema de evaluación que se limitaba a rajarlos, para evitar el ascenso y por ende más gastos para el ministerio de educación con el tema de nóminas.

S.G. Varios analistas en medios de comunicación mencionaban que los maestros no querían que se les evaluara. ¿El magisterio se opone a la evaluación? 

L.G. Nunca nos hemos opuesto a la evaluación, a lo que nos hemos opuesto, es a que ésta sea una herramienta para evitar los ascensos de los maestros. Que sea una forma de controlar que porcentaje acceden al derecho de ascenso. Al contrario, como no evitar a que nos evalúen, si también hacemos evaluación constante a nuestros estudiantes. El evaluar los procesos educativos permite la mejora constante y a eso nunca nos hemos opuesto, ya que nuestro interés es que mejore la educación que reciben los 9 millones de estudiantes de los planteles oficiales del país

Tampoco nos oponemos a la jornada única, como han dicho por ahí, nos hemos opuesto es a las condiciones que ha planteado el ministerio de educación. La jornada única debe tener aumento y mejoras en infraestructura, aumento de la planta docente, aumento del presupuesto para garantizar los nuevos procesos educativos que exige una jornada extendida, como a alimentación escolar, la dotación de las aulas y bibliotecas. No podemos aceptar que bajo las condiciones actuales, sin presentar mejoras en los temas mencionados anteriormente se pretenda implementar la jornada única.

S.G. ¿Qué sucedería si el Gobierno nacional incumple los acuerdos logrados hasta el momento? 

L.G. Ese es uno de los riesgos de la democracia. No se si mañana eligen a Vargas Llerás y cuando este arriba y se va contra el magisterio, esos son los riesgos. Pero nosotros hacemos honor a la palabra y partimos del principio de la confianza. Por que entre las partes debe haber confianza. Pero si una parte violenta a la otra con los acuerdos, nos queda las fuerza de masas.

Entonces el que desquebraje la fuerza de Fecode, debilita la fuerza de masas. Los que generan un ambiente hostil hacía Fecode, habilita al ministerio para que incumpla, ya que no tendríamos la fuerza de masas para hacerlos cumplir. Al Gobierno les conviene que estemos divididos, que perdamos fuerza, para que no podamos exigir lo pactado. ¡Esa sería la consecuencia de generar divisiones entre nosotros mismos!

S.G. La ministra Gina Parody en una rueda de prensa, aseguró que el Polo Democrático estaba detrás de las movilizaciones de Fecode. ¿Eso es cierto?

L.G. Yo te aclaro eso. Esta es una organización plural, con decisiones consensuadas y plurales. Para nadie es un secreto que estamos en contra del capitalismo y el sistema neoliberal, y existen sectores conservadores que eso no les gusta. Hemos siempre estado al lado de las políticas que reivindiquen la educación como derecho, no como mercancía, no como negocio. Como lo pretende el capitalismo y el neoliberalismo.

S.G. ¿Cuál es su respuesta a los docentes que consideran que Fecode se vendió a los intereses del Gobierno?

L.G. El mensaje claro para ellos es, que si hicieron un balance real del texto de los acuerdos y vieron una fisura, tendrían toda a razón en afirmar lo que quisieran. Y hemos dicho que no nos satisface lo logrado allí, pero avanzamos. Que tengan confianza que en unos meses van a comenzar a ver los resultados de lo pactado y que se van a ver muy beneficiados tanto ellos, como los casi 9 millones de estudiantes del sector público educativo.

S.G. ¿Qué temas quedaron pendientes y que no se lograron a través de los cuerdos con el Gobierno?

L.G. Quedamos con una frustración con el preescolar desde los 3 años, no lo logramos en estos acuerdos, duele que el gobierno le de ese trato a los niños con sus primeros años de escolaridad, pero es una decisión política y de allí no se movieron. Con el tema del Bienestar Familiar en medio de los niños hay cosas detrás. Y de pronto no se movieron por preservar a sus amigos contratistas y quién sabe, quiénes estarán detrás de esos contratos.

El compromiso de fondo es promover una reforma, si no hay reforma estarían en peligro nuevos recursos para el sector educativo. El Gobierno tiene metas en el tema educativo y sólo lo puede lograr mediante una reforma. Fecode realizará todo lo que esté a su alcance para garantizar que esa reforma al sistema general educativo se logre. Y que ésta garantice cambios hacía arriba, nosotros aspiramos que sea el 7.5 por ciento del PIB sea destinado a educación, en este momento está en 4.2 por ciento. Hay que invertir en infraestructura, en alimentación escolar, en aumento de la planta docente, en capacitación y en gratuidad con subsidios para que los más pobres puedan asistir a las instituciones educativas oficiales del país.

Twitter. @SergioGrandasM

Presidente de Fecode, Luis Grubert

Luis Grubert, presidente de Fecode

 

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