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El presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, durante 1945-1953, hizo popular la frase “The Buck Stops Here” al tener un letrero con esta en su escritorio en la oficina oval durante su presidencia. Esta frase tiene sus orígenes en las partidas de póker, en las cuales se usaba un cuchillo con un mango de cuerno de buey para marcar o indicar la persona encargada de repartir las cartas. Si el jugador no deseaba repartir, este podía pasar la responsabilidad pasando el “Buck” a otro jugador.
Cuando el presidente Truman, puso este letrero en su oficina, buscaba transmitir el mensaje de que él como presidente era el último responsable de las decisiones y las acciones tomadas en su gobierno. Esta frase reflejaba, sin duda, la idea de asumir la responsabilidad y no evadirla. Esto significaba que no podía culpar a otros y que él asumía la máxima autoridad y responsabilidad en la toma de decisiones. Sin duda, esta frase se ha convertido en un símbolo de liderazgo y responsabilidad personal, y es recordada como una muestra de la ética y el compromiso de Truman como presidente.
Ahora, caso contrario ha sido el de nuestros últimos mandatarios colombianos, donde nos han acostumbrado a excusas faltas de criterio y fundamento al momento de poner en juicio sus responsabilidades, casos como el “todo fue a mis espaldas” de Ernesto Samper, o el “me acabo de enterar” de Santos, curiosamente, en ambas ocasiones al ser cuestionados sobre la financiación de sus campañas.
Pero ahora parecen estos dos tener dura la competencia en cuanto a negar responsabilidades, y es que desde que llegó el presidente Petro al poder, se le ha hecho muy fácil evadir sus obligaciones, no en una, si no en varias ocasiones, en menos de su primer año de mandato. Para empezar, cuando salió a la luz el escándalo de los dineros calientes que entraron a su campaña por medio de su hijo Nicolás Petro, acusado de no solo haber recibido este dinero, sino además de negociar cupos laborales en los ministerios, todo por tratarse, claramente, del hijo del presidente y también su mano derecha y representante en la política de la Costa Caribe, este no tuvo mayor reparo al declarar en una entrevista: “No lo crié, esa es la realidad”, una declaración que va más allá de su rol como presidente y jefe político de Nicolás, a la de un padre ausente que se desentiende de su propio hijo.
Y aún más recientemente, como es habitual en nuestro mandatario, sale de una controversia para meterse en otra, y es que el accidente aéreo que nos tiene conmovidos como Colombianos donde cuatro niños permanecen perdidos en las selvas del Guaviare, fue la razón para la que el presidente Petro trinara como acostumbra, confirmando en su cuenta personal que el Gobierno Nacional ya tenía en su poder a los niños, para luego borrar el mensaje después de que en Palacio se hayan percatado de la equivocación. Si bien, no es la primera vez que el presidente Petro trina apresuradamente sin confirmar la información, puesto que es conocido por sus recurrentes “fake news”, este no tuvo ninguna objeción en declarar en una entrevista con RCN, que el trino había sido parte de una comunicación oficial y no del presidente, recogida por instituciones del estado, una vez más desligándose, no solo de su responsabilidad como jefe de estado, sino además como titular de su cuenta personal de Twitter, donde sus trinos se hacen a título personal.
A diferencia de Truman, quien se hizo responsable de las decisiones tomadas durante su mandato, el presidente Petro, ha venido mostrando una tendencia a eludir la responsabilidad frente a los desafíos y errores, buscando culpables externos en lugar de reconocer y corregir las propias fallas. Resulta irónico y preocupante que en un gobierno que promete un “cambio”, la falta de autocrítica y la negación de los errores imposibiliten la construcción de una verdadera confianza en el estado, y solamente generen dudas sobre la verdadera capacidad de liderazgo de nuestro mandatario.
Presidente Petro, “The Buck Stops Here”.
Todos los presidentes izquierdistas recurren a echarles la culpa a los demás de sus fracasos. Su ineptitud solo les alcanza para eso.
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