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Daniel CorreaPor: Daniel Correa

Para nadie es un secreto que el sistema de transporte público de Bogotá es un completo caos y su administración deficiente. En el año 2010 el ex alcalde Samuel Moreno, hoy preso por el carrusel de la contratación, licitó el nuevo Sistema Integrado de Transporte Público, más conocido como SITP, que solucionaría gran parte de la movilidad de la capital y que se articularía con la fase III de Transmilenio. Todo este proyecto que en el papel era atractivo para muchos, resultó una farsa completa.

Hoy 5 años después, los bogotanos nos sentimos maltratados, insultados e ignorados por la administración distrital que no soluciona los problemas de fondo que tiene el sistema. Voy a nombrar tan solo algunos de los aspectos que la ciudadanía ha denunciado en redes sociales, noticieros, charlas en filas de bancos, etc.

  1. La desinformación en las rutas: Aunque esto es un proceso y es entendible, muchas personas que utilizaban buses “antiguos” no saben aún cuáles son los buses del SITP que reemplazaron sus rutas. Primero muchas rutas no han sido reemplazadas, segundo, es muy complicado y dispendioso buscar la información, pues en los paraderos las “paletas” que supuestamente informan, no son claras, los letreros de los buses son confusos y la página Web no es amigable para buscar las rutas. Además díganle a las personas mayores o de la tercera edad que busquen su nueva ruta en Internet a ver qué les contestan. La falta de pedagogía y claridad en las rutas es total.
  1. Condiciones físicas de los buses: Para mí es inadmisible que un bus contratado por el Distrito contamine el medio ambiente y lo de los buses del SITP que medio arreglaron para salir del paso es una grosería. Cientos de buses fueron pintados por fuera, pero por dentro tienen sillas deterioradas, barandas sueltas y lo más grave, son chimeneas andantes que dejan una capa de humo negro impresionante.
  1. Los conductores: Como decía un amigo, alcen la mano las personas que han sido abruptamente cerradas por un bus del SITP. Si usted no la alzó, probablemente no vive en Bogotá. La falta de cultura que existe en las calles capitalinas a la hora de conducir nos hacen depredadores del volante egoístas e imprudentes, pero la mayoría de los conductores del SITP nos ganan a todos. Lo digo como conductor de carro particular y como usuario del sistema. Infracciones como exceso de velocidad, omisión de semáforos en rojo, señales de Pare, cruces prohibidos entre otros, son el pan diario. Sin sumarle que si van de mucho afán, se van por los carriles rápidos y no se detienen en muchos paraderos dejando a la gente plantada esperando un milagro para que pase otro bus en menos de una hora. Es claro que a los conductores no les están brindando la suficiente y adecuada capacitación. Poniéndonos un poco en los zapatos de estos trabajadores, es razonable que estresados por el tráfico de Bogotá pueden llegar a comportarse así y sin justificarlos, también es entendible que las empresas concesionarias los tienen en condiciones deplorables con horarios espantosos, sin baños, sin paraderos, sin nada.
  1. Las frecuencias de las rutas: Igual que en Transmilenio, es un dolor de cabeza. Dejar pasar un bus, puede costarle fácilmente entre media y una hora de espera. Lo que uno no se explica en medio de su mal genio, es porqué pasan 5 o 6 buses de la misma ruta uno detrás de otro obviamente desocupados y haciendo trancón.
  1. La accidentalidad. Todos los santos días vemos buses varados y accidentados en las calles de Bogotá. Miles de personas han sufrido las consecuencias de la unión de uno o más puntos expuestos y la administración niega que el sistema falla.

En fin, estos son tan solo algunos de las tantos problemas que presenta el sistema.

Incluso el pasado día sin carro y sin moto, José David Castellanos actual edil de Teusaquillo y candidato al Concejo de Bogotá, salió con carretas de reciclaje más conocidas como “zorras” reclamando por el mal servicio que presta el Sistema Integrado de Transporte Público. Castellanos y su equipo hicieron realidad una noticia del portal de Internet Actualidad Panamericana, donde anunciaban que las zorras ahora iban a ser parte del SITP provisional y aunque sonara gracioso, el 31 de mayo debieron haber entregado el 100% de la flota y hoy vemos buses viejos con letreros de SITP provisional que no cumplen con las normas ni con las rutas completas.

Es evidente que en temas de movilidad nos vamos a tardar años en arreglar lo que malas administraciones dejaron como herencia. Son 8 fases de Transmilenio planeadas en el POT y tan solo vamos 3 con grandes dificultades y robos multimillonarios, tenemos un SITP incompleto y antes de terminar todo esto quieren una línea del metro. ¿En verdad queremos todo a medias?

Twitter: @danielleocorrea

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