Buscaba una palabra para definir correctamente lo que quiero decir y encontré la palabra ‘costumbre’: Una manera habitual de actuar de cualquier ser vivo, de forma individual o colectiva, que se adquiere gracias a la constante repetición del acto por seres de su misma especie.
Haciendo la fila en un supermercado, pasaban por un televisor el fastidioso escándalo de Odebrecht y comenta la cajera, una señora de alrededor 50 años: “Que horror, no se salva ninguno. Al menos que roben pero que hagan algo”. No era la primera vez que escuchaba a alguien decirlo. Meses atrás, hablaba con compañeros de universidad acerca de la inauguración del deprimido de la 94. Puente, que por cierto tiene el nombre perfecto. O acaso, ¿estarán muy felices los habitantes y comerciantes del sector que por mas de 10 años se vieron afectados? En todo caso, hablábamos de lo inaudito, y es que en el país la corrupción y la falta de planeación nos lleven a pagar cuatro veces un mismo puente. Y fue ahí cuando un compañero interviene: “ya sabemos que se roban las licitaciones, pero por lo menos que hagan lo mínimo que se supone tienen que cumplir”.
Pero esa tampoco fue la primera vez. Antes, la había escuchado de mi propia voz. Trataba de explicarle a mi hermano menor en palabras muy sencillas el por qué se encuentra tan desprestigiado el gobierno en Colombia; iniciando con presidencia, pasando por congreso, gobernaciones y alcaldías, hasta llegar a las alcaldías locales y juntas de acción comunal. Y entre mis puntos de vista le digo: “Es obvio que van a robar, pero si roban por lo menos que hagan algo”. Muy seguramente, la primera vez se la habré escuchado a algún periodista, profesor, familiar u otro. Lo importante no es quién fue el primero en utilizarla, es cómo esta se ha vuelto algo tan natural como la corrupción.
La frase no está mal. Tiene un sujeto implícito –el/ella/ellos/ellas- ¿Quiénes? Cada quien responderá. Tiene un verbo: robar, apropiarse de lo ajeno sin la autorización del dueño. Y es una oración condicionada bajo la circunstancia de que hagan, en un alto nivel de conformismo al que hemos llegado. Gramaticalmente, la frase está bien construida. Lo que se demuele con su uso, es la ética.
Y es que la repetición de los hechos de corrupción entorno a la malversación de recursos en el país, nos ha llevado a asumir la conducta como algo natural del colombiano. Lo que no sé si me entristece o me deja un poco de esperanza es que si bien aceptamos el robo como un hecho normal, esperamos que este sea menor al beneficio. Es como cuando éramos unos niños y al mentir nos excusábamos con que era una mentira piadosa o chiquita. ¿Qué tan piadoso o chiquito es un robo al estado en comparación con el deber ser?
En medio de tanto estiercol que hay en el pais, cualquiera que haga algo aunque sea pequeño, es preferible a todo el robo y destruccion que han traido los que han precedido en el gobierno. Por eso esa frase es tan usada. Quisieramos que todo fuera perfecto, que nadie robara, que todo funcionara bien, pero bajemonos de esa nube, este pais esta jodido, por ello quien hace aunque sea poquito, es como una luz en el firmamento oscuro, o como un granito de oro, en medio de tanta mier……………da.
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Jamas las dos cosas podran coexistir, o se construye o se roba. El que se roba un centavo se roba un millon! Jamas el ladron estara satisfecho de lo que adquirio.
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