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Por: Libardo Aldana

Algunas personas se proyectan y admiran personajes fantásticos sacados de la ficción, que son capases de tener poderes extraordinarios, como fuerza, velocidad y valentía. Sin embargo, para mí, los verdaderos luchadores y a los que quiero rendir homenaje, son los campesinos, personas de carne y hueso que se levantan con el cantar de los gallos, que trabajan día a día para el sustento de sus familias, y por supuesto, para abastecer a miles de personas en el país. Ser campesino es una labor admirable. Ni en mil páginas de elogios podría describir las cualidades de estos personajes de ruana y sombrero.

Para este escrito quiero resaltar la labor de un personaje muy querido en Cajamarca, Tolima, el empresario Pedro Julio Gaona Sosa, el cual se destacó por servir a su pueblo y sus amigos. Siempre será recordado por ser pionero de la siembra de frijol, remolacha y arracacha entre otros cultivos que fueron sembrados en las tierras fértiles de Cajamarca, Tolima.

Pedro Julio Gaona Sosa es oriundo de Boyacá, criado en una familia humilde, trabajadora y llena de valores, en 1960 este héroe campesino llegó a Cajamarca, Tolima. Desde ese momento comenzó a trabajar en estas tierras fértiles, en donde gracias a su esfuerzo y dedicación logró convertirse en uno de los terratenientes más queridos y recordados en la región.

Su familia y amigos lo recuerdan como un hombre innovador, inteligente, y sobre todo, con un don de servicio, un personaje que, a pesar de sus más de 60 años, era ejemplo a seguir para otros agricultores, ya que fue impulsor del desarrollo y progreso para las familias campesinas de su región.

Adicionalmente, gracias a su dedicación y calidad en sus productos, Julio conquistó diferentes países de Europa en donde logró exportar granadilla. No obstante, el producto con el cual este héroe campesino se identificó y salió adelante fue la arracha, producto insignia de sus tierras prosperas y productivas.  

Julio Gaona Sosa. Archivo familiar.

Tristemente, el 26 de septiembre el reconocido empresario dejó este mundo para descansar de su interminable trabajo que realizó durante años. Su ausencia será uno de los momentos más dolorosos para sus hijos, sus nietos y demás familiares, quienes extrañarán la presencia de ese ser que les entregó toda su vida para hacer de ellos unos hombres y mujeres de bien, pero les consuela el saber que su enseñanza, su forma de actuar y su cariño incondicional siempre serán la semilla que deberán plantar.

Hasta sus últimos momentos se caracterizó por ser un hombre apacible y con ganas de seguir luchando por su vida, pero al final los quebrantos de salud le arrebataron su mirada serena y su cálida sonrisa, llevándose con ellas todas sus ilusiones.

No solo deja un vacío en sus familiares, sino también en sus amigos y trabajadores. Con su don de servicio y apoyo permitió que jóvenes campesinos aprendieran del campo y emprendieran sus propios cultivos, demostrando que cosechando y creyendo en sí mismos se logran conquistar las metas.

El legado de este gran hombre ahora lo llevan sus hijos y nietos, agrodescendientes de sangre y vocación. Gracias a las enseñanzas de Julio, su familia ahora es responsable de seguir dejando su nombre enaltecido, y sobre todo, son responsables de continuar con la tradición de ser agricultor, empresario, pero lo más importante, de tener el don del servicio para su comunidad, valor por el que es recordado el gran héroe Julio Gaona Sosa.

Twitter. @AldanaLibardo

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