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Por: Albita Neira

Cristina del Valle perteneció a la plataforma de Mujeres Artistas por la Paz en Oriente Medio

Cristina del Valle, cantante de Amistades Peligrosas, se presentará en Bogotá el próximo 28 de julio en el Estadio el Campín. Amistades peligrosas, el legionario grupo que transformó el pop latino en los años 90, estará junto a importantes figuras de la época como Miguel Mateus y Compañía Limitada. Tuve la oportunidad de entrevistar a Cristina del Valle, quien además de ser artista ha sido columnista de la Revista Cambio 16 de España y defensora de los derechos de las mujeres, de los derechos humanos y de la causa palestina.

La primera pregunta que le hice a Cristina por supuesto la enfoqué en el significado de ser mujer mariposa. Para Cristina del Valle “una mujer mariposa es aquella mujer que vuela libremente y, como el águila, puede ver el mundo desde las alturas volando en libertad con grandeza, tener una mirada de lo social, de la ética del cuidado, de la ternura y comprensión, las mujeres siempre han sido las grandes negociadoras y conciliadoras, que transforman el mundo con su luz, desde la reflexión y el amor”.

En medio de la entrevista me impactó cuando Cristina se refirió a la liberación de la mujer con relación a la sexualización de los cuerpos, manifestó que “nuestros jóvenes la única manera que tienen de educarse sexualmente es a través de la pornografía”. Este mensaje me impactó porque merece un profundo análisis, frente a la educación para la igualdad, el rescate de valores y la incidencia de la música en los espacios de socialización, para que los artistas no sigan instrumentalizando a las mujeres. “el arte conjugado en música es un instrumento transformador que emana mensajes sociales muy claros”.

En este punto quiero referirme a la música como herramienta de transformación frente a la violencia de género y la igualdad. Los acordes en el mundo son un lenguaje universal que es capaz de despertar miles de emociones, sensaciones y recuerdos únicos, puede ser de cualquier cultura o país y en cualquier idioma; pero aún así tiene la capacidad de producir alegría o tristeza, la puedes tararear o bailar, sus mensajes entran en la mente y atraviesan el corazón. La música hace esta magia en los seres humanos desde tiempos inmemorables, desde las civilizaciones más antiguas ha existido esta forma de expresión tan rica en estilos y géneros.

La música representa un importante poder divulgativo y formativo, es un sistema de transmisión de información sumamente eficiente por su extraordinaria capacidad para quedar grabada en la memoria.

En las canciones, la música nos aporta el sentimiento y la emoción, mientras que el texto aporta el aspecto cognitivo, así se comprende los mecanismos que dotan de significado el lenguaje musical de una sociedad, porque estos mensajes van cargados de valores sociales.

Según estudios, la influencia de la música en nuestra mente es muy poderosa ya que las notas musicales generan energía, nos relajan, como también en la actualidad se emplea en salas donde se llevan a cabo radioterapias o tratamientos médicos, es decir no es que la música sea mala; son sus versos que en algunos géneros rompen la línea del respeto, sus letras con un alto contenido misógino de humillación y racismo sin duda normalizan actos violentos y en una sociedad de prácticas sociales sexistas históricamente desigual y androcentrista sin duda estos lenguajes quedarán reflejados para bien o para mal en sus formas artísticas y es lo por décadas escuchan, tararean y bailan nuestros niños, niñas y adolescentes.

La música abre una ventana a través de la cual podemos percibir el mundo que nos rodea, comunicando ideas que facilitan la creación de valores sociales compartidos; por eso son tan eficaces para educar y sensibilizar a la sociedad sobre determinados problemas.

En nuestra sociedad es habitual escuchar canciones de música popular, reguetón, donde los roles de hombre y la mujer quedan muy delimitados en torno a estereotipos culturalmente aprendidos y donde sus líneas son una apología de la violencia hacia las mujeres refiriéndose a ellas como un objeto sexual, generando una banalización de la imagen femenina.

Cada género musical no es un producto muerto atado a un tiempo y un lugar concreto, sino que son organismos cambiantes que toman forma con cada alma bajo este cielo que escucha. Sus letras van mucho más allá de las modas y convenciones, siempre estarán en permanente circulación en el imaginario colectivo

Las composiciones que contienen letras que versan sobre la violencia de género, tanto las que fomentan este tipo de violencia como las que critican dichos comportamientos, quedarán grabadas en la memoria sonora de nuestra sociedad y se utilizarán en cada contexto donde suenan de distinto modo; de tal manera que la puesta en escena de estas canciones terminará matizando la importancia que la sociedad dé a su mensaje.

Una mariposa que vive anclada en el presente, que disfruta el ahora y deja que el viento se lleve lo malo; adora los animales y reconoce que el amor más puro, honesto y leal es el de ellos, una mujer amante de la naturaleza, de la inmensidad de las montañas, del olor a la lluvia y la fuerza de la tierra; de la misma tierra de la que con dolor, con lágrimas en sus ojos y jurando volver como muchas mujeres salió huyendo de la violencia en su hogar y aunque la vida la llevo por otros caminos desde esa experiencia de vida hoy trabaja por un mundo mejor en donde la violencia ejercida contra las mujeres y las niñas y la trata acabe y donde la igualdad sea un principio que rija nuestras vidas, además de la empatía, la solidaridad, la justicia  y la equidad.

Cristina defiende la Paz desde la coherencia del día al día con el no odio, con la coherencia, construye la empatía teniendo la capacidad de estar en el lugar del otro, incorporando en nuestras emociones, para entender otros comportamientos, el amor cristino lo alimenta con la fidelidad, el respeto, la admiración y la ternura. “La palabra libertad es la capacidad que tiene el ser humano de ser y expresarse en toda su plenitud, la libertad termina desde el momento en que vivo en sociedad y le pongo limites a la de los demás, es un pacto con uno mismo y con los demás de una manera tal que te haga crecer y ser tu sin interferir en la libertad de los demás.

Se refirió a Lidya Cacho, defensora de los derechos de la mujer que denunciaba la relación del narcotráfico con el gobierno y la complacencia de los cuerpos del Estado de México en la trata de personas. Recordemos que en el 2021 la ONU Mujeres y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos pidieron a México esclarecer la tortura contra la periodista Lydia Cacho, quien se ha encargadode investigar y denunciar casos de pedofilia y redes de explotación sexual que involucran a personas pertenecientes a altas esferas del poder económico y político mexicano. En el año 2005, Cacho había sido víctima de torturas psicológicas, abuso sexual y otras formas de violencia basadas en género al ser detenida por orden del aquel entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, en represalia por publicar una investigación sobre una red de explotación sexual infantil que implicaba a personas de su entorno.

Cristina del Valle un gran ser humano, una mujer de mágica sonrisa y piel color a dulzura que está convencida que otro mundo es posible y que por éste trabajará el resto de su vida.

Twitter: @Albita_Mariposa

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