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¿Cuáles son las dimensiones éticas de una protesta animalista? ¿Qué entienden los que se autodenominan animalistas por animalismo?

Me vengo haciendo estas preguntas desde hace mucho porque he notado que con frecuencia no son claros los límites ni las proporciones. Ayer, por ejemplo, se volvió todo un show mediático el video de un señor encorbatado pegándole un par de patadas a una perrita indefensa. Claro, mucho miserable, pienso yo, si va a pegarle a su mascota pues mejor no la tenga. Ahora, me pregunto si era necesaria tanta indignación que incluyó publicar la imagen del maltratador, su lugar de residencia y la masiva asistencia de indignados frente a su apartamento.

Lo digo porque si bien es muy reprobable que alguien se atreva a pegarle a una perrita indefensa, también lo es que amenacen al maltratador con lincharlo o con cogerlo a patadas, y exponer sus datos al público puede derivar en que rápidamente pasemos de la sanción social a la agresión física, más si tenemos en cuenta la falta de mesura que nos caracteriza. Algunos “animalistas”, los escuché ayer, dirán que si la protesta degenera en la agresión hacia el maltratador, pues se lo tiene bien merecido por abusivo. No. No podemos violentar a alguien para castigarlo por ser violento, porque caemos en lo mismo que denunciamos, una cosa es la sana y necesaria sanción pública y otra cosa es que usemos a la perrita como excusa para destilar el rencor que llevamos dentro.

(actualización: Resultó que el maltratador de la perrita no era su dueño y ya se fue del apartamento, la legítima dueña se quedó sin su perrita y con el estigma social de ser una maltratadora, ya ha recibido amenazas)

Pero además de lo anterior, me pregunto si los indignados de ayer en realidad tienen conciencia animalista y, si la tienen, hasta dónde les llega. ¿Sabrán como hacen en las fincas para que una vaca dé leche toda su vida? ¿conocerán los “procesos industriales” de las granjas avícolas en donde los pollos nacen, crecen y mueren encerrados en menos de un metro cuadrado? ¿tendrán alguna idea de cómo llega el pedazo de carne de la vaca a su mesa?  Es distinto, dirán algunos, la producción en serie de la carne no puede compadecerse con el maltrato a animales domésticos. Yo creo que sí, por eso me sentía un poco cínico cuando protestaba contra las corridas de toros, pero la discusión está abierta.

Pienso que los que se creen animalistas por defender a un perro se parecen mucho a los que se creen ambientalistas porque no usan pitillo. Eso no quiere decir que no sea importante la simbología que hay detrás de estos pequeños actos o que cada cual no tenga la libertad de indignarse por lo que se le venga en gana, es solo que a veces siento que las tales protestas animalistas son más esnobismo que otra cosa.

Y hablando del maltrato animal, me pregunto si tratar a un perro como un bebé o negarle la posibilidad de que se aparee no son también formas de maltrato. 

Twitter: @andresburgosb

 

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