Corrupción. Su presencia en el mundo no requiere argumentos. Menos si se trata de la que todos llevamos dentro. Por eso, debemos filtrar esa palabra del discurso político y pelear contra algo más concreto.
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Sí: ‘corrupción’ es la palabrota de la semana. Tiene todo el sentido; las figuras públicas de Colombia se han encargado de hartarnos hasta la médula con eso que pensamos que solo les pertenece a ellos. Ustedes ya sabrán: es el escándalo Odebrecht, es el enemigo número uno de la mesías Claudia López y, para otros, como el presidente Santos, se trata del ‘cáncer’ de este país.
Escriban el término en Google y lo primero que verán es una definición de Wikipedia de lo que los latinoamericanos amamos señalar: la corrupción política. No nos sorprende, a estas alturas, que la palabra esté automáticamente asociada al escándalo: al ruido, al tumulto, a lo indignante. Pero bueno… hasta los buscadores más democráticos engañan con inteligencia.
Parece que, en algún momento de la historia, ‘corrupción’ significó ‘diarrea’.
La corrupción no es el monstruo ni la enfermedad que carcome a las figuras públicas; no es de los personajes de los que es testigo la democracia o la prensa. Ver el verbo de cerca permite observar que se corrompen los fondos públicos, sí, pero también los valores. Esos que nos forman a cada uno como parte de una sociedad. Ah, y también se corrompen a menores de edad. Altera cada una de las cosas, especialmente a nosotros mismos. (Hagan click en los links. No sean así).
De hecho, el término está tan asociado a cada uno de los siete mil millones de habitantes de este mundo que, en algún momento de la historia, la palabra parece que significó ‘diarrea’. No me extraña que cada vez sea más sensato dejar de comernos el cuento de que hay un monstruo mítico y externo con C mayúscula: ¿qué está más presente en nuestras vidas que el excremento?
Personas, el abuso de esta palabra es el mismo que se hace con la Paz. Aunque ahora se está sustituyendo poco a poco por el término ‘posconflicto’, el nombre propio de Paz se sigue usando como un sujeto abstracto en el discurso político. Se le niega su dimensión interna; crea la ilusión de que no existe dentro de cada uno de nosotros. Dios; hay hasta maestrías en Construcción de Paz.
Con esto en mente, qué bueno que la magia del psicoanálisis introdujo el concepto de ‘transferencia’ para hablar de cómo, básicamente, proyectamos nuestros gustos y disgustos en figuras tan inalcanzables como las que nos gobiernan. Como la corrupción vive dentro de nosotros, ¡es natural que se la señalemos a nuestros políticos!
Otra buena suerte: nada es blanco o negro. Incluso nuestra palabrota de la semana tiene su lado increíblemente beneficioso.
- Corrompemos al comprar películas piratas porque hacemos deteriorar una industria, pero ojo: ¡la democratización del plagio es innegable!
- Durante los carnavales (por ejemplo el Carnaval de Barranquilla, para dar una referencia concreta) nos disfrazamos y bailamos y nos enloquecemos a conciencia para perturbar el orden de la sociedad; eso está bien, y es necesario para sobrevivir al día a día de las injusticias que el orden nos impone, como la desigualdad social.
- Todos estamos en guerra contra doctrinas que nos dicen que nuestra lucha es inmoral (los pecadores contra los cristianos ortodoxos, los latinos en EE.UU. por un reconocimiento de su existencia… Vos dirás cuál es tu batalla y quiénes te señalan de enemigo).
Parezco una predicadora, pero por hoy me tomaré esa libertad: así como algunos creen que Dios está en cada uno de nosotros, reconozcan que también vivimos corrompiendo. Hagan el ejercicio: llámense co-rrup-tos. Si quieren, díganle a sus tías en esa cena de domingo que ellas también lo son, a ver qué cara ponen.
Después,
4. Rellenen la lista de arriban. Cuando lo hagan, piensen en si una «lucha contra la corrupción» es posible. ¿No tendremos que luchar contra otra cosa? ¿No será que las figuras públicas nos están tratando de confundir usando la palabrota?
https://www.youtube.com/watch?v=fclNJMTISJM
«Todo lleva a la corrupción». Lo dijo Iggy Pop, eh. No yo.
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Maru Lombardo
Conversemos en @puntoyseacabo
La corrupción es como el mal, circula por los adentros y sus delimitaciones son complejas.
Más que un caso perdido, siempre podemos trabajar en contra de la corrupción, será una tarea inacabada.
Saludos cordiales.
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Todos los politiqueros colombianos son corruptos.
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Buen comentario. La corrupción se ha vuelto asunto cultural.
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La solucion para eliminar la corrupcion es sacar el gobierno de la economia. La funcion del gobierno es protejer los valores del individuo:vida, libertad, propiedad y la busqueda de la felicidad. Mientras la economia este en manos del hombre de negocios, la corrupcion disminuye. Los controles y regulaciones que impone el gobierno conlleva a controlar la libertad del individuo.
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Corruptos ¿ que tiren la primera piedra? a los humanos les atrae todo, tenemos es que rechazar aplicando la conciencia si en algo te mortifica
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Colombia país hermoso, lleno de riqueza pero lleno de corruptos, que desgracia
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me encanta descargar películas en 1080p o en 720p y soy de la mentalidad de compartir, a veces comparto srt con otros usuarios, para verlas, hay unas que en Colombia no se ven ni en cines, entonces la única manera de encontrarlas es en la web, soy buenos tragos entonces no veo que me cobije el 2 punto y el 3ero soy un poco ateo, el clientelismo es nuestra base de corrupción es la que practicamos a diario, las palancas, los puestos buenos sueldo y nada de trabajo como la diplomacia, el asesor de congreso etc.
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Que buenas palabrotas!
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Señores de El Tiempo, cuál moderación me piden, si no escribo ofensas? No les interesa que opine contra la corrupción?
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Hola, Edgar. No soy un tipo, primero. Segundo: ¿qué moderación te pidieron? ¿Podrías mostrarme por Twitter qué querías publicar? Arriba está mi usuario.
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Los corruptos quieren que nos desanimemos. Por supuesto, una sola golondrina no le gana a 100 tigres. Pero trabajando todos, unidos, a un mismo ritmo, con objetivos claros, podemos derrotar la corrupción. El resto es derrotismo interesado!
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Según este tipo, la corrupción no tiene remedio. Entonces, que se tire del puente! Pero la corrupción la podemos derrotar si trabajamos todos, unidos, al mismo ritmo y permanentemente. Una sola golondrina, se la come el tigre. No seamos derrotistas. Sólo los corruptos quieren que nos desanimemos!
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Qué simpático: los senadores de la Alianza Verde (antes Partido Verde) y del Polo y hasta los Progresistas se rasgan las vestiduras, olvidando que están afiliados al Foro de Sao Paulo de Lula. Lula y el partido de los trabajadores hicieron todos los negocios con Odebrecht y llevaron a los gobiernos del Socialismo del Siglo XXI a los sobornos que hoy denuncia la justicia de USA y Brasil. Que miren primero la máquina de corrupción Odebrecht- Foro de Sao Paulo.
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Estoy de acuerdo, la corrupción vive dentro de nosotros los seres humanos, y no lo sabemos o no lo eceptamos por la negación e hipocresía también hace parte de llos seres humanos, y por eso debemos buscar al creador para que nos gobierne y asi poder ver la viga en nuestro ohoy no solo la paja en el ojo de otros. Y aún así, debemos luchar contra la corrupción de los que nos gobiernan, por que de lo contrario que no harían. Ya basta, se les fue la mano y todo el Estado esta corrupto, Gobernantes, jueces, legisladores y funcionarios de los entes de control. Si no luchamos y protestamos a donde llegaremos. Pero al mismo tiempo debemos luchar contra nuestra propia corrupción, y solo lo podemos hacer aceptando el gobierno del creador en nuestras vidas, no hay otra salida.
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