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Un activista rogó por ayuda al fotógrafo Graeme Robertson y este no hizo nada. “Tomé una foto y luego arrastraron al activista (…) No estoy acá para ayudar físicamente”, dijo. El noruego, Hampus Lundgren, similarmente recordó en una entrevista: “llegué a ser un fotógrafo, y no una persona. Los fotoperiodistas concuerdan que la responsabilidad de documentar la sociedad de forma comprensiva y fiable es su prioridad.

Pensemos en la cobertura de refugiados en Calais, los venezolanos en la frontera, los sirios huyendo de la violencia. Unos médicos rescataron a Omran, niño de 5 años que fue atacado, junto a su familia, por una bomba en Alepo, Siria. Luego, todos abandonaron al niño menos los fotógrafos. La húngara, Petra Laszlo igualmente acaparó los titulares y ruinó su carrera después de hacer tropezar a un refugiado sirio con un hijo en brazos. Por otro lado, está la fotografía sensual de ‘Ojos que sienten’, un grupo con discapacidad visual, que usa la fotografía para ser vista y escuchada.

¿Cómo es la ética de un fotoperiodista, y cómo compararla al trabajo de ‘Ojos que sienten’?

Según la asociación nacional de fotógrafos de prensa en los EE.UU (NPPA):

  • El papel de un fotoperiodista es ser los ojos de la sociedad: de documentar y capturar la emoción sentida, para que los lectores puedan verla y sentir cómo fue.

Los fotógrafos en Alepo sí capturaron emociones de temor, de conmoción, y de confusión. Pero lo lograron descuidando a un niño de 5 años.

  • Un fotoperiodista tiene que capturar la verdad. De este modo, solo se puede fotografiar lo que pasa, mientras pasa, no se puede recrear la situación.

No se puede recrear una situación, pero alteramos una situación simplemente por el simple hecho de estar allí. Al no ayudar a Omran, los fotógrafos crearon una nueva historia. Esa historia ya no se trata del niño sino del hambre de los fotoperiodistas de vender una foto.

  • En el papel los puntos claves, según la red de Periodismo Ético, son los siguientes:
    verdad, precisión, humanidad, responsabilidad, independencia, equidad e imparcialidad.

El trabajo de un fotógrafo, las imágenes que crea, tiene que ser imparcial, aunque el fotógrafo en sus acciones puede tomar posición. Petra Laszlo trabajaba por el canal de televisión húngaro N1, pero nadie la conoce por su trabajo, sino todo el mundo recuerda la foto en la que filma a un grupo de refugiados, muchos de los que ella hizo tropezar para capturar su metraje. Laszlo ha arruinado su carrera como periodista y recibe amenazas diarias

Petra Laszlo en Hungría 2015. Foto: Reuters

  • Dado que fotografías pueden revelar grandes verdades y exponer el crimen y el abandono, pueden igualmente hacer daño profundo si son intrusivos o manipulantes.

Es la decisión de cada fotógrafo qué priorizar. Pero más frecuentemente, al instante, eligen la foto en vez de la persona. Para Donna Ferrato, quien habló con The Guardian sobre su serie de fotos en torno a la violencia doméstica, vivía en estos lugares como fotógrafa, no como trabajadora social. “Si dejara mi cámara a un lado para prevenir que un hombre le pegue a una mujer, solo ayudaría a una mujer. Pero si tomase la foto, podría ayudar a innumerables más”, dijo Ferrato.

Hampus Lundgren fotografió una pareja, entre otros heridos, durante el ataque de bomba en Oslo, 2011. Después del enfado inicial de la pareja que le fotografió sin conversar ni ayudar, dicen que están contentos que las fotos existan, para ayudarles a recordar. Sin embargo, creo que Omran habría preferido un abrazo, una declaración de seguridad en vez de la documentación audiovisual de su sufrimiento, transmitido por todo el mundo, para que pueda recordar el trauma dentro de 10 años.

En esta época, los fotógrafos son una presencia clara en zonas de conflicto. Frecuentemente permanecen pasivos, sacando foto tras foto, mientras que sucede la acción. Eso muestra el compromiso con la imparcialidad y la verdad, pero no muestra la humanidad.

Foto: India Rose

 “Para capturar una foto más auténtica, el fotógrafo debe usar la cámara como extensión del cuerpo. La idea es parecer lo más natural posible. No debe llamar la atención a sí mismo. (…) Si puedes esconder la cámara, mejor. Lo que es importante es no parecer que te estás entrometiendo, para que el sujeto se sienta tranquilo.”

Eso es lo que piensa la fotógrafa India Rose Farman. No obstante, hay ‘profesionales’ que no son tan sutiles y no esconden sus cámaras. El ‘flash’ y el ‘click’ de la cámara entran a jugar con las emociones de los sujetos fotografiados y el resultado es una imagen que no es del todo imparcial.

Parece que los fotógrafos de prensa se han vuelto cada vez más insensibles a las emociones ajenas. Farman me habló del ‘snapping’: la captura rápida, ruidosa y agresiva de fotos. Para ella, en este tema encuentras la diferencia entre un fotógrafo y un paparazzo. La falta de conciencia, de percatación y empatía describen a un paparazzo. En el caso de Omran, los fotógrafos se escondieron (mal) detrás de sus cámaras, y no usaron los equipos como extensión del cuerpo. En búsqueda del shot perfecto, olvidaron su humanidad, olvidaron ser empáticos. “Según la ética, uno nunca quiere crear ninguna forma de incomodidad a un sujeto”, informa India Rose. A Omran lo dejaron sangrante y asustado con los flash fríos y vacíos.

  • ‘Tratar todos sus sujetos con respeto y dignidad. Da consideración especial a sujetos vulnerables, sé compasivo a víctimas de crimen y tragedia’ afirma el código NPPA.

Dejar al niño en estado de choque era un sacrificio por una historia. Igualmente, Laszlo sacrificó su carrera para un metraje. En ambos ejemplos actuaban como tenían más obligación a sus lectores que a sus sujetos. En esos casos vemos una falta de humanidad, que rompe el código de fotoperiodismo ético. “Desafortunadamente, a veces la sola manera de trasmitir el mensaje es de usar el choque”, lamenta Farman.

Foto: India Rose

Foto: India Rose

Te pregunto si la situación sería diferente si el fotógrafo no tuviera capacidad de ver. ¿La falta de vista intensificaría la emoción y, por lo tanto, el incentivo de proteger al niño? El sonido de su llanto quizás sobrepasaría el deseo de capturar el momento y llevaría al fotógrafo a ser humano, y no solo profesional.

Ojos que Sienten es una organización que estimula a los discapacitados visuales a conectarse con el mundo vidente, a través del lenguaje de la fotografía.

Estas preguntándote, ‘¿De qué le sirve la fotografía a alguien que no puede ver?’ Pues, el proceso de crear una fotografía incluye sentimiento y percepción, hay una historia profunda detrás de cada foto. Esos fotógrafos elaboran un visto imaginativo del mundo en vez de un visto literal. “Todo está en mi mente y mi mente es maravillosa”, dice Maritza González, fotógrafa del programa. Memoria, emociones y experiencia además de otros sentidos forman parte de una manera más profunda de ver.

“Todos nosotros vemos con el cerebro. Al percibir el entorno, uno crea imágenes”, cuenta González, “aparentemente no tenemos la visión, todo es en nuestro pensamiento”. Ella ve como una ventaja, no querer cambiar la sonrisa de alguien ni pedirle, por ejemplo, que se ponga “más coqueta”, como alguien que sabe lo que quiere retratar. A González le importa la textura, el oído, la conversación con el sujeto. Los paparazzi en Alepo se fijaron en la foto perfecta del niño inocente e indefenso. Petra quería sus sujetos inmóviles, vulnerables. Esos fotógrafos no pensaban en sus memorias, su experiencia, ni en comunicarse con el sujeto, a ellos solo les importó el instante y lo visual.

Fotógrafos de Ojos que Sienten. Foto: Jade Jackman

Todo eso dirige a marcar una diferencia entre mirar y tomar, y sentir y tomar una foto. Un buen fotógrafo siente la imagen, y eso le empuja a sacarla. Digamos que en el caso de que el fotógrafo trabaje desde el sentido y no de la apariencia, no habría necesidad de sacar tantas imágenes- de snap, ese acto agresivo y amenazante. Por el contrario, el snap para González es una parte fundamental del proceso, “Yo ya lo vi antes de que la foto esté hecha. Clic. Y sale la foto.” Un clic indica que el proceso está terminado.

Por lo tanto, diría que los fotoperiodistas tienen que ‘ponerse la venda’, para que su trabajo sea más respetuoso y significativo. “Hay que averiguar con todos los sentidos el ambiente de un espacio y tu propio impacto en dicho espacio”, me dijo India Rose. Están obligados a dedicarse no sólo al sentido visual sino también a la conciencia emocional, de usar el equipo como extensión del cuerpo, y no como herramienta desechable. De esta manera, el fotógrafo y el espectador ambos pueden comprender mejor el sentido de una imagen. Esto es ‘fotografía sensual’ cómo la llama el colectivo ‘Ojos que sienten’.

Naivi y Pepe de Ojos que Sienten. Foto: Jade Jackman

Naivi y Pepe de Ojos que Sienten. Foto: Jade Jackman

Aquí le dejo el trailer de ‘Another news story’ (‘Otra noticia’) que se trata de la cubertura de la migración de refugiados tras Europa.

 

 

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