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Por grupos se van colando los ciudadanos en TransMilenio (Foto tomada de El Tiempo, captura del video de Citytv http://ow.ly/M5yEb).

Por grupos se van colando los ciudadanos en TransMilenio (Foto tomada de El Tiempo, captura del video de Citytv http://ow.ly/M5yEb).

No recuerdo si fue en la estación de la 34 o en la de la 39, pero un día estaba esperando el articulado de TransMilenio y por la puerta se me abalanzaron tres jóvenes de un colegio que estaban entrando sin pagar. Al último que entró le pasó rosando por la cabeza el espejo retrovisor del bus que acababa de llegar.

¡Ustedes qué están pensando de la vida!, grité instintivamente y los tres quedaron estupefactos, luciendo sus uniformes escolares. ¿Quién fue el último que entró?, pregunté. Uno de ellos levantó la mano tímidamente. ¡Pues usted estuvo a un segundo de morir!, le dije.

Expliqué lo ocurrido y les dije a los otros dos: en este momento su amigo podría estar muerto. Y ustedes estarían aquí, en este mismo sitio, retorciéndose del dolor y preguntándose qué hubiera pasado si no se hubieran colado. El remordimiento los hubiera carcomido toda su vida, argumenté.

¡Su vida vale más que un pasaje en TransMilenio!, les dije. Y ellos seguían sin musitar palabra, asustados no sé si por mi reacción o si por estar pensando en las consecuencias. Espero que por estas últimas.

Pero el problema ya es de unas dimensiones sociales, de gentes ignorantes que lo siguen haciendo cada vez más. Ya son multitudes, que se lanzan como torpes y se creen ciudadanos. Algunos hasta lo celebran. El asunto se salió de las manos de cualquier autoridad.

Es indignante que el alcalde, Gustavo Petro, no haya sido capaz de tomar acciones. Y es ejemplar el camino que encontró la Policía: imponer comparendos.

Pero aún sí, el problema es gigante. Un colectivo repartió pitos para que por lo menos los usuarios ejemplares les pitaran a quienes lo hacen. Vergüenza social se llama. Pero no todos los usuarios lo hacen y, peor, algunos de los que deciden colarse, se enfrentan a los de los pitos y se pueden generar enfrentamientos que no sabemos a dónde pueden llegar.

¿Qué podemos hacer? No tengo respuestas. Pero pensemos en algunas cosas que se han hecho, otras que se pueden hacer y ustedes pueden agregar las que crean pertinentes.

1. La mejor estrategia que he visto es la de los comparendos. Pero ello significaría tener policías todo el tiempo en las estaciones dedicados sólo a eso. Y aún así se les escaparían algunos.

2. Es urgente vincular a las familias y a los colegios y universidades. Si son estudiantes con uniforme, la Policía, además del comparendo, podría sacar el listado y enviarlo al colegio, para que este tome medidas, que podrían ser, por ejemplo, dejarlos después del tiempo de estudio, recibiendo clases de comportamiento social.

3. Si son de universidades, hacer lo mismo, pidiéndoles el carné.

4. Si son de empresas, identificarlos y enviar el reporte a sus trabajos.

5. Si no son ni lo uno ni lo otro, llevarlos de inmediato a un sitio previamente definido, como la UPJ, para cobrarles el comparendo y darles las clases de comportamiento social. Ya unos tuvieron que pasar más de seis horas en estas unidades por haberse colado.

6. Tomarles fotos a todos y crear una página en Internet en donde solo estén los malos ciudadanos que se meten en TransMilenio por las puertas sin pagar. Incluso se podrían distribuir a los medios de comunicación. Es el muro de la vergüenza.

7. Llamar al profesor Mockus y pedirle que nos ayude.

Estas son solo algunas ideas. ¿Usted qué propone?

Twitter @VargasGalvis

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