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Existe en tema musical español que se titula “El adiós”, el cual se escucha en muchas ocasiones, pero sobre todo cuando un verdadero  amigo se va, y es que la letra dice en algunos de sus apartes “cuando un amigo se va, algo se muere en el alma” “cuando un amigo se va y va dejando una huella que no se puede borrar, algo se muere en el alma” “no te vayas todavía, no te vayas por favor” y es que esas frases lo invitan a uno a retroceder la película de la vida, y a valorar no las grandes cosas, sino los instantes, los detalles e incluso los gestos que nos han llenado el alma.

 

El pasado martes en la ciudad de Manizales, tierra taurina por ancestro, Mí Amigo Elio Faber Serna Castaño, sufrió un lamentable accidente que cinco días después, en un domingo, día de toros, como él gritaría, Dios se lo llevó para asistir a la corrida más importante de su corta vida. Hoy martes, a las 10:30 de la noche, en el canal de su tierra, Telecafé, sus compañeros, amigos y familiares brindaron un homenaje como el que él se merecía.  Amigos, compañeros e incluso su madre y hermanos, hablaron de su vida, de sus logros, de sus ilusiones, de su empuje, pero sobre todo, de su amor por la profesión que escogió. Comunicador o mejor como a él le gustaría que lo llamara hoy y siempre, un Señor Periodista Taurino y digo Señor Periodista porque desde todos aquellos lugares desde donde trabajo vivió el mundo de los toros, laboró por el engrandecimiento de la fiesta y por el futuro de las nuevas generaciones de toreros y aficionados de su Manizales del alma.

 

Hoy su madre y su familia en general, al igual que yo sentimos rodar por nuestras mejillas lágrimas de dolor por el amigo, el hijo y el hermano de todos. Hoy estoy seguro que Elio desde su burladero en la plaza más importante, la del cielo, agradece que su último paseo haya sido por el ruedo de su “Redondel Sonoro”, por aquella arena oscura que hoy se veía más oscura, como si ella también estuviera de luto por la partida del amigo, del taurino, del periodista, del joven lleno de ilusiones y amor por los toros.   

 

Hoy no quise hablar de toros, hoy solo pretendí que mí mente y mí corazón elevaran una plegaria al Altísimo para que Elio desde el más allá siga disfrutando de lo que más amaba, ama y seguirá amando, los toros.

 

Ole, por usted, amigo, Ole por usted señor Periodista Taurino.

 

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