Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Cali – Colombia. Con una novillada poco presentable se dio inicio a la Feria de Cali en su edición 2009 – 2010. Tres novilleros de distintas naciones abrieron la puerta poniendo «la carne en el asador» sin obtener nada a cambio.

Cali – Colombia. Con una novillada poco presentable se dio inicio a la
Feria de Cali en su edición 2009 – 2010. Tres novilleros de distintas
naciones abrieron la puerta poniendo «la carne en el asador» sin
obtener nada a cambio.

Con una entrada cercana a un tercio del aforo se realizó el primer
festejo de la Feria de la capital vallecaucana. Una novillada que
inició a las siete y medio de la noche, con 30 minutos de retraso
debido a los atascos producto de la cabalgata de la feria programada
por las vías principales de la ciudad.

Se lidiaron astados
desiguales de presentación y de juego. Algunos altos y con cara de
«hombres», otros bajos. Caras diversas y juegos inciertos fueron las
características de un encierro que no debió ser presentada en el marco
de una Feria y menos para dar inicio a la misma. Los impresentables
venían de San Antonio de Los Lagos.

Actuaron representantes de
tres naciones, Juan Camilo Solanilla de Colombia, Santiago Fausto de
México y el español Miguel de Paulo. Los tres en diversos momentos de
sus carreras pero todos con ganas de agradar y dar lo mejor de sí.

El
cabeza de cartel, Juan Camilo Solanilla, quien se despedía como
novillero para tomar la alternativa en la próxima feria de Manizales,
mostro buen oficio, mentalización y solvencia frente a la cara de las
complicaciones. El nacional en su primero se enfrento a un novillo con
complicaciones, con la cara arriba, incierto, arrollador en las
embestidas y manso. Solanilla la saco con solvencia tanto en el capote
como en la muleta, no así con la espada que alargo la primera parte de
la noche. En el cuarto la capa también paso inadvertida por culpa del
astado y no del torero. Con la muleta aprovechó el pitón derecho que
era el único que servía, eso sí yendo de más a menos. La espada fue más
rápita pero no impecable.

El segundo espada de la tarde fue el
torero manito, Santiago Fausto, un rubio, alto y poco «chicano»
novillero, al que sus toros poco le aportaron, sin embargo mostro
actitud, ganas y buenas maneras, ha y mucho recurso, de ese que los
mexicanos saben explotar frente a la cara del toro. El capote fue parte
fundamental, al igual que la muleta sobre todo al ejecutar cambiados
por la espalda de mucho agrado para el público. La espada en su primero
no fue buen soporte pero en el quinto ayudo para despenarse de un
verdadero regalito.

La terna la completo un joven novillero
español, Miguel de Paulo, uno de esos toreros que aunque no tiene todo
el conocimiento y la técnica, si tienen claro cuál es el libreto para
agradar y vender la mercancía al público. Este muchacho  vende la
mercancía en forma decidida. El capote y la muleta se convierten en sus
manos en herramientas para mostrar ganas y ansias de esas que todos los
novilleros deben tener. La espada frente a sus dos astados también fue
materia reprobada.

Compartir post