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El presidente del Tribunal Superior de Cali, el director del Observatorio Sismológico y Geofísico del Suroccidente y una destacada estudiante fueron «entrevistados en vivo» por el director académico de Foros SEMANA.

El fuego interior de un magistrado, un científico y una estudiante de origen humilde. Decisiones de vida

Por Daniel Mera Villamizar, blogger de semana.com y elpais.com.co

¿Qué lleva a un niño de un pueblo minero del Chocó a ser Presidente del Tribunal Superior de Cali y a un hijo de un telegrafista de Cáceres, Antioquia, a ser el director del Observatorio Sismológico y Geofísico del Suroccidente colombiano?

¿Qué hace que la hija de una madre cabeza de familia humilde quiera posgraduarse en Harvard?

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Sin duda, el destino de las personas es moldeado por una serie de factores, pero oyéndolos se adivina en su pecho algo que los acompaña desde niños: una llama, un fuego que los impulsa a explorar, a arriesgarse, a persistir, a luchar, a ir más allá de lo esperado.

Sólo un fuego interior anima a uno de cientos de niños a ponerse al frente para leer una parte de la «Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano», traducida por el prócer Antonio Nariño, y a hacerlo con tanta convicción que en la escuela se le empiece a ver como un futuro abogado. A él, que quería ser poeta.

Hoy es el magistrado Jorge Mosquera Trejos, el primero de su raza en ser postulado ante el Congreso, por la Corte Suprema de Justicia, para integrar la Corte Constitucional.

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Sólo una llama en el alma hace que un adolescente en tercero de bachillerato se inscriba por su cuenta a un curso de electrónica por correspondencia, después de destapar el radio para «ver de dónde venía la voz».
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Hoy es el científico Elkin de Jesús Salcedo Hurtado, Ph.D. en Ciencias de la Tierra de la Universidad Estatal de Moscú, Rusia.

Y sólo un fuego interior lleva a una joven a trabajar como profesora de sistemas y a estudiar derecho con crédito del Icetex, a aprender inglés y a ser activista social, sin dejarse desanimar por las dificultades.

Ella es Melissa Vargas Franky, una de las más sobresalientes becarias Martin Luther King de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, estudiante de la Universidad Santiago de Cali.

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Pero no basta la llama en el pecho. Sus historias corroboran que los padres influyen de forma importante en el destino de los hijos.

La madre del magistrado fue una docente con la que tuvo una relación tan especial que la noche que ella murió de un infarto, en Barranquilla, Jorge, de 12 años, en el Chocó, soñó su muerte y la lloró antes de que llegara el telegrama con la infausta noticia.

Su padre, autodidacta, compositor y ex alcalde de Condoto, vive la trayectoria de su hijo.

El papá telegrafista no recriminó al futuro científico Elkin Salcedo por destapar el radio. Le enseñó el valor de la responsabilidad y la honestidad para alcanzar la superación, y se esforzó por darles a sus hijos educación superior.

La madre de Melissa es «exigente, dadora de amor, mamá y papá, principal asesora, que decidió que yo estudiara derecho, tal vez por mi abuelo, que fue inspector de policía».

Tampoco basta la buena influencia de los padres. Hay momentos de la juventud en los que la persona debe tomar decisiones cruciales, retadoras, con riesgo, que marcarán la diferencia en su trayectoria.

La de Jorge Mosquera fue irse a Bogotá con 250 pesos a buscar el futuro. Aunque primero buscó un cine, donde dejó casi todo su capital.

Por unos meses fue ayudante de albañilería, hasta que el capataz notó que él no era ruso porque no comía lo mismo que los rusos , y le ayudó a engancharse como profesor de literatura de un colegio (a cuyos alumnos no se les contó el anterior oficio del nuevo profesor).

Estudió derecho, fue 20 años dirigente sindical y luego saltó a magistrado por concurso (http://www.elpais.com.co/blogs/principal/blog1.php?b=41&n=1082).

La gran decisión de Elkin Salcedo fue hacer la maestría de física en la Universidad del Valle, algo que parecía inalcanzable para un licenciado de matemáticas y física de la Universidad Tecnológica del Chocó, al menos en los años ochenta. Lo logró, aun trabajando en un restaurante.

Ya en la academia, tomó otra decisión retadora: hacer un doctorado en Rusia, sí, en ruso, un idioma del cual no tenía ni el abecedario.

Y que le hizo pasar hambre las primeras dos semanas en temperaturas bajo cero, no obstante el diccionario en la mano y la ayuda de una anciana misericordiosa en el restaurante universitario, que para desdicha de Elkin no trabajaba todos los días.

Pero comió, estudió y regresó a Colombia. Su hoja de vida está en http://geografia.univalle.edu.co/elkin.html

Melissa, al parecer, no ha enfrentado todavía su gran decisión de juventud. O tal vez sí: aprovechar al máximo la beca Martin Luther King para estudiar inglés.

Los tres, además, tomaron una decisión significativa: hacer la «entrevista en vivo» para esta nota, en la preciosa casa colonial de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali, en la misma noche y a la misma hora de la presentación de los artistas internacionales en el Festival Petronio Álvarez, no por indiferencia con el Petronio, sino por despiste del entrevistador venido de otra ciudad.

Lo que hizo más meritoria la presencia de las personas que nos acompañaron. Terminamos con un brindis por que los miles de Jorge Mosquera, Elkin Salcedo y Melissa Vargas salgan adelante.

(Página Color de Colombia en facebook: un ‘mundo nuevo’ de la afrocolombianidad)

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