Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
10 preguntas para saber si amas lo que haces.

Tibisay Estupiñán Ch.
Por Tibisay Estupiñán Chaverra, bacterióloga y escritora de vocación. @tibisayes – facebook.com/tibisayes
La gente que ama lo que hace, que sus decisiones y acciones no están regidas por la obligación o por un profundo miedo a la pérdida, sencillamente está destinada al éxito.
Muchos que se esfuerzan y trabajan arduamente ligados al deber, a la frustración, a la falta de determinación o la arrogancia, ciertamente podrán tener logros: un trabajo, una pareja, una familia, pero seguramente no será el mejor trabajo, la mejor pareja o la mejor familia.
El tiempo que tenemos para transitar por este mundo es realmente limitado. Entonces por qué vivir subordinados a la voz apabullante de lo que irreflexibamente hacen las masas, cuando deberíamos emprender viajes -la mayoría dentro de nosotros mismos- que nos permitan vivir en auténtica gracia, sin tanto dramatismo que termina por dejarnos agotados  y frustrados.
Realmente necesitamos llegar al final de nuestra vida para entender esto que nos es tan natural en la infancia, y desarrollar el suficiente coraje para seguir nuestra intuición y liberarnos de los millones de conceptos sobre lo que es correcto y lo que no es correcto.
La tarea más difícil es empezar por enfrentarnos a nuestro más acérrimo enemigo: nosotros. Y cuestionarnos a cerca de que si lo que estamos haciendo en todas las áreas de nuestra vida, sería lo que desearíamos estar haciendo si nos dijeran que este es nuestro último día.
Los siguientes interrogantes son un minúsculo ejemplo de eso que deberíamos preguntarnos a fin de tener una idea sobre dónde estamos, con relación a donde queremos estar – es ideal hacerlo  frente a un espejo-.
¿Qué soñaba en mi niñez?
¿Qué hace que se marque una auténtica sonrisa en mi cara?
¿Qué situaciones, cosas o lugares me hacían, hacen o me harían sentir en total tranquilidad, paz y reposo?
¿Qué cosas hago sin miedo a fracasar?
¿Qué cosas puede hacer sin que me obliguen o que sea un simple deber?
¿Qué cosa haría sin cobrar un solo peso?
¿Qué personas me hacen sentir confiada/o, o determinada/o?
¿En todas las áreas de mi vida estoy siendo realmente leal a mis sentimientos y convicciones?
¿Qué tan a menudo siento envidia (sea de la mala o de la «otra») por la vida que viven las demás personas?
¿Si hoy fuera el último día de mi vida, que estaría haciendo?
Ciertamente, esto es solo un bosquejo, cada quien deberá irle añadiendo preguntas de acuerdo con los demonios que cada uno sabe que tiene.
Cuando se tiene un grado de inconformidad acompañado de un placentero estado de conformismo mueren todas las fuerzas de gestión y desarrollo de habilidades; aunque nos estemos destruyendo, generar cambios reales  no es una tarea sencilla: cuando se tiene para la «papita», aventurarse a buscar para el salmón parece inútil e innecesario. 
Pero tal vez sea lo único importante que hagamos a lo largo de nuestra vida y de ese evento «suicida» podría depender el éxito o fracaso de nuestra existencia.

Compartir post