Urgen solución para este departamento sin comunicación terrestre con su costa marítima.
Por Holman Darley Bolaños Lame, periodista comunitario Voces del Sur. Publicado en El Grito de la Costa.
La primera estrofa del himno del Cauca, escrito en 1989 por Wilches Cháux, con música de Miguel Gómez, dice “Cuna de aguas fecundas… cordillera de sol, mar que lame una costa de oro, mangle y tambor”.
Pero la realidad es que el Cauca es un departamento que tiene costa y no cuenta con carretera para llegar a ella.
Los habitantes del sur del departamento, en especial de las municipalidades de Argelia y Balboa (Cauca), hace mucho rato de nuestros mayores hemos escuchado de la construcción de la vía al mar.
Generaciones de argelianos y balboenses hemos sido testigos de las promesas electoreras, de los celos regionales y de la falta de voluntad del Estado colombiano por impulsar este proyecto.
Cientos de miles de colombianos y en especial nosotros, los caucanos, queremos disfrutar de la biodiversidad de la región pacífica, su gastronomía, sus islas, su riqueza étnica y cultural, sus playas, que ofrece el “Mar del Sur”, como lo llamaron los europeos al descubrir el océano Pacífico el 25 de septiembre de 1513.
Somos el único departamento colombiano que no tiene comunicación terrestre con su costa marítima. Por eso, no se puede dejar por más tiempo marginado a este inmenso territorio, cuyas posibilidades gigantescas de riqueza constituyen un aporte para el desarrollo del país, el comercio internacional, la Cuenca del Pacífico, la región del futuro, ubicada en la mejor esquina del mundo.
La costa pacífica caucana, además de sus valiosos recursos humanos, que deben ser el comienzo y el fin de su desarrollo, es riqueza ictiológica; es plataforma submarina, es biodiversidad en su inmensa riqueza forestal; es un inventario minero variado, rico en metales preciosos.
Es un potencial hidroenergético gigantesco, comparativamente, el más ventajoso y atractivo del país, que puede ser instalado sobre sus ríos, como el Proyecto Hidroeléctrica del Micay, y la Microcentral de Brazo Seco que han sido torpedeados, con toda clase de pretextos, por los intereses creados por las autoridades administrativas donde se define la política energética nacional.
De acuerdo con la documentación del DNP, se ha proyectado la construcción de esta importante carretera por dos trayectos: primero, Balboa-Argelia-Plateado y corregimiento de Belén-Guapi; el segundo: Balboa-Argelia-Plateado-Timbiquí.
Según los estudios realizados por la Universidad del Cauca, los trazados no afectan lo ambiental, aunque se decía que cualquier posibilidad de que el Cauca buscara para llegar al Pacifico, vulneraba el ecosistema.
Así mismo, por las mediciones técnicas y las personas que conocen y se movilizan por las zonas rurales de la “Perla del Micay”, las distancias que hoy existen entre Argelia y las poblaciones de la costa pacífica estarían en aproximadamente 90 kilómetros, que se recorren en tres días porque no hay camino apto para la movilización.
De existir una vía acondicionada, en esta misma trayectoria el recorrido podría reducirse a dos horas y ante esa opción, el transporte de todo tipo de mercancías y turismo aumentaría considerablemente; de igual forma, mejoraría la economía para todos los municipios de esta zona caucana.
Hoy la ciudadanía, las organizaciones, las autoridades públicas y privadas, los gremios económicos, se encuentran a la expectativa de lo que será la suerte de este importante proyecto.
Seguramente las gentes serán protagonistas y veedores de que nuevamente no sean promesas de gobierno de turno, y que de verdad se haga realidad esta importante obra en beneficio de los caucanos y colombianos, y, como en el bello verso de Martán Góngora, el eximio poeta del Pacifico Caucano: “… pongo al mar inmenso por testigo…”.
Comentarios