Guillermina Bravo da un paso con ley de cuotas afro, y Yahir Acuña, dos
Audiencia televisada en el Congreso sirvió de escenario al polémico representante de Sucre.
La representante Guillermina Bravo Montaño, del Valle del Cauca y del MIRA, no pasará desapercibida en su primer periodo en el Congreso. De hecho, viene de destacarse como diputada.
En términos convencionales, les madrugó a sus colegas hombres de la bancada afro con la radicación del proyecto de ley objeto de la audiencia pública de este viernes, de la que fue anfitriona.
Se trata del proyecto de ley que busca establecer cuotas afro en los niveles decisorios de las ramas y órganos del poder público, en un porcentaje no menor a la proporción de esta población según el censo vigente.
Actualmente, un 11%; si el próximo censo supera el subregistro y se acerca al 25% que se dice, entonces el gabinete presidencial sería 30% de mujeres y 20% de afros, lo que llevará a una discusión interesante, que no tocaremos aquí.
En términos menos convencionales, la audiencia reflejó una falta de coordinación entre los congresistas.
Juan de Dios Mosquera sugirió adicionar el proyecto de Guillermina al «más grande» de igualdad de oportunidades, y Yahir Acuña, hacer sinergia con el suyo, que propone una cuota afro del 15%.
En cualquier caso, las audiencias públicas son útiles para ventilar estas informaciones y para oír a los que están de acuerdo. Los consensos con el resto de la sociedad son algo que, al parecer, debe ocurrir en otra parte.
La desigualdad que se traduce en la falta de diversidad en las caras del poder molesta y preocupa a muchos. Las diferencias están en cómo enfrentar el lastre.
Por el atril pasaron, además de Juan de Dios, Rosa Carlina García, experta; Cristian Charrupí, secretario de Chao Racismo; Diego Angulo, de Poder Ciudadano; el exsenador Carlos Baena; un líder palenquero; el activista Luis Olave y Yahir Acuña, representante por Sucre (mientras hubo televisión).
Ellos coincidieron con la representante Guillermina Bravo en que las cuotas son una forma de cobrar la deuda de Colombia con la población negra desde la esclavitud.
Hubo también coincidencia en que de lograrse las cuotas en el poder deberían ser para «gente con conciencia de identidad afrocolombiana», o sea, para activistas, tal vez inquietos con estar abriéndoles camino a «negros bonitos y preparados que no saben lo que es ser afro ni se han untado de barro».
Pero la intervención que llamó más la atención fue la del representante Yahir Acuña, porque no se esperaba su asistencia.
Acuña no habló como un congresista amilanado por investigaciones. Al contrario. Pareciera que su papel en la reelección del presidente Santos le ha sentado bien a su confianza en sí mismo.
Se permitió frases que ningún periodista podría dejar de reseñar: «Rechazo las palabras del Vicepresidente Vargas Lleras señalando la consulta previa como extorsiva».
«Sueño con una gran movilización afro, y no me importa si el gobierno me echa por salir a marchar por la causa afro».
Con cierto desparpajo caribe, Acuña encontró las palabras para dejar claro que él sacó 134 mil votos, habla con el ministro de Hacienda de más recursos para las comunidades negras y se siente «descendiente de príncipes africanos».
Si, como comentan en el Congreso, Yahir Acuña es el sucesor del condenado Juan Carlos Martínez, los capitanes y seguidores que heredó serán menos vergonzantes, porque el nuevo ‘macho alfa’ tiene una faceta de ‘cuentero’.
En términos de medios bogotanos, Acuña sería «parapolítico», aliado de Santos y líder afro, lo que es mejor que solamente «parapolítico».
Ahora falta que surja en el Congreso otro líder que represente cosas distintas. [DMV]
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