Comenzó en 1995 y lleva ocho promociones de graduados. Sus bachilleres, de estratos 1 a 3, salen con competencias en Electrónica, Sistemas y próximamente en Gestión Empresarial y Comunicación.
De los 36 egresados de 2011, por ejemplo, 12 cursan estudios profesionales; ocho, programas técnicos y seis están a la espera de cupos para las carreras que quieren.
Esa es una suerte distinta de la de bachilleres de otras instituciones. El embarazo adolescente es un hecho muy poco frecuente en el colegio. Están asegurando el futuro de sus 740 estudiantes.
Para Jesús Guetia, rector de la institución, este es el resultado de un equipo calificado y motivado, integrado por un magister, 20 licenciados, siete técnicos, siete profesionales y tres bachilleres.
Ellos cuentan con el apoyo de la Caja de Compensación Comfacauca, la Policía de Infancia y Adolescencia, Bienestar Familiar, la Parroquia Cristo Rey y los padres de familia. Se trata de una alianza para salvar a los niños de la marginalidad y las pandillas.
Según Daysi Urdinola, coordinadora de la institución, el trabajo social y pedagógico de Comfacauca instruye al estudiante para aprender a vivir en medio del conflicto sin dejarse arrastrar hacia él.
La Asociación y el Consejo de Padres de Familia integran los diferentes comités de reflexión y evaluación, junto al Consejo Directivo, en un ejercicio de democracia participativa.
Jorge Albeiro Morales, estudiante de grado once, reconoce: «tenemos excelentes profesores; ellos son como nuestros amigos, nos respetan y les damos respeto. A nivel académico exigen bastante y los estudiantes respondemos».
A sus 70 años de edad y con tres de ejercer como rector en la institución – y muchos más en otras instituciones-, Jesús Gueita impulsa a los a 38 docentes a gestionar proyectos de aula que contrarresten las falencias de los alumnos.
A los estudiantes les alienta la posibilidad de manifestarse pacíficamente por gestión del personero estudiantil.
A su vez, a él como rector, confiesa, lo impulsa el director de Comfacauca, Juan Cristóbal Velasco.
Ximena Rodríguez, docente, resalta el compromiso de cada maestro por contribuir en el desarrollo educativo y ético de los estudiantes con metodologías de responsabilidad social y afecto.
El rendimiento de cada docente es la constante para ratificar su permanencia en la institución durante varios años.
La labor del docente es medida mediante mecanismos de auto-evaluación, co-evaluación y grado de satisfacción de los estudiantes. Los resultados llevan a la determinación de correctivos estipulados en el plan de acción de la institución.
Así mismo, son capacitados en la formación por competencias con miras a las pruebas Saber 11, como estrategia institucional que contribuye al avance educativo de los estudiantes, evaluados en simulacros.
En el Proyecto Educativo Institucional se destacan el plan lector y el del medio ambiente; proyecto de vida en el campo personal, laboral y espiritual, con acompañamiento psicosocial a jóvenes; de sexualidad y afectividad; y de emprendimiento de negocios.
Además, se da la participación de egresados en eventos y capacitaciones, con el fin de sembrar una luz de proyección a los estudiantes, a partir de sus experiencias profesionales.
Es el caso de Jennifer Arenas, ingeniera industrial, que apoya un proceso de reciclaje para incentivar económicamente a cada estudiante.
Uno de los proyectos más grandes es Papyrus. Hace dos años responde a las exigencias del sector productivo, con la participación del colegio y la universidad Comfacauca, en alianza con el Sena, Carvajal Pulpas y Papel,Cencauca, Colombiana Kimberly, entre otras.
Según Claudia Mercedes Giraldo, docente y coordinadora del proyecto, en la institución educativa prevalece la participación y compromiso de grados décimo y once en la elaboración de papel artesanal con material reciclable, bajo el fin de formar bachilleres con saberes que faciliten el desarrollo en una organización.
Laura Marcela Mera, estudiante de grado once, revela la importancia del proyecto al afirmar que: «es satisfactorio porque producimos un papel que sirve en nuevos campos; lo importante es que reciclamos, reutilizamos la materia y contribuimos al cuidado del medio ambiente».
Según Fabián Ledesma, decano de Unicomfacauca, los trabajos de proyección social forman al joven para ser empleador, mediante el asesoramiento y apoyo para construir su proyecto de vida y/o microempresa.
Comfacauca buscar afianzar su modelo de enseñanza-aprendizaje liderado por su institución universitaria para fortalecer competencias, valores ciudadanos y la formación emprendedora, técnica y productiva, mediante el Sistema Integrado de Educación de Comfacauca, SIEC, desde preescolar hasta la educación superior.
Lady Lorena Córdoba Peña, estudiante de grado once, manifiesta: «yo elegí estudiar en Comfacauca por la educación. Las personas que salen de aquí ya están preparadas porque tienen su proyecto de vida listo».
Comfacauca, un cofre de talentos
César Mina es muestra del deseo y voluntad por enseñar. Para este docente de educación física, más allá de las problemáticas municipales, existen niños que hacen del deporte un espacio de recreación y estrategia para salir de la marginalidad.
Bajo su metodología de fortalecer la disciplina y la pasión por el deporte, concientiza a cada alumno sobre la importancia del estudio y el desarrollo profesional.
Con equipos de natación, baloncesto, voleibol y fútbol; logros en los campeonatos intercolegiales del municipio, representantes del Cauca en los juegos intercolegiados nacionales, y sub-campeonatos en micro-fútbol y baloncesto, el colegio se consagra como un cofre de talentos.
Hace más de una década, Comfacauca, ofreció un espacio comunitario de fortalecimiento cultural, artístico y desarrollo juvenil.
Es así como a son de marimba, bombo, flauta y voces melodiosas, 150 jóvenes de diversas instituciones honran las tradiciones culturales del pacífico colombiano
Freddy Balanta, director musical, afirma que: «la proyección es integral, aleja a los jóvenes de la violencia, y la disciplina les permite ser los mejores estudiantes en cada institución».
Brian Arrechea, marimbero, de grado once, reconoce el aporte del proyecto en su vida: «el grupo nos saca de conflictos en la calle y nos aleja de las bandas delincuenciales.
Esta experiencia me hizo amar la música; por eso quiero ser profesional en la marimba y otros instrumentos. Quisiera enseñar como lo hace el profesor Freddy».
La disciplina y preparación de los jóvenes músicos es evidente; tanto así que diversas organizaciones a nivel municipal e intermunicipal solicitan su servicio.
Una proyección al bilingüismo
En la búsqueda de proyección educativa e integralidad, Comfacauca intensifica los procesos de enseñanza, con clases desde las siete de la mañana hasta las 11:30 para preescolar, 1:10 para primaria y 2:10 para básica secundaria.
Adicional una hora para desarrollar el emprendimiento y cuatro horas semanales como estrategia para intensificar el aprendizaje del inglés en todos los niveles educativos.
María Fernanda Mina, docente graduada en Estados Unidos, impulsa el bilingüismo en grados inferiores.
La docente afirma que: «los niños de preescolar y primaria son esponjitas, todo lo que se les enseña lo aprenden con mucha facilidad. Mi metodología es que aprendan inglés a través de la audición, con canciones, diálogos y dictados».
Fui testigo de las sonrisas de más de 30 niños de grado primero mientras aprendían una oración en el segundo idioma, demostrando alto nivel de concentración y aprendizaje que les permitió responder a mis preguntas y deleitarme con canciones en el idioma universal.
Un profesor africano
Uno de los apoyos más valiosos para la institución es la presencia del ugandés John Mary Sekayima. El africano llegó a la institución para enseñar el idioma inglés, compartir las tradiciones africanas y resaltar el orgullo afro.
«Me siento bien en la institución por el calor humano de compañeros. Esta población se identifica mucho con las poblaciones africanas que demuestran la hermandad a pesar de las dificultades sociales. Destaco el trabajo de los estudiantes, como resultado de un proceso educativo metodológico».
En infraestructura, el colegio también se destaca: 3.596 metros cuadrados en el barrio La Terraza y acceso al Centro Recreativo Los Almendros.
Cuenta con dos salas de sistemas, salones modernos y cómodos con capacidad promedio para 30 estudiantes; el centro recreativo con canchas de fútbol, piscina; laboratorios y acceso a las instalaciones de Unicomfacauca (biblioteca, sala de sistemas y laboratorios).
Juan Camilo López Oliveiro, estudiante de grado décimo, muestra gran satisfacción en su institución:
«Toda mi vida he estudiado aquí y siento comodidad, las instalaciones son buenas, es amplio, tiene piscina, zona deportiva, patio grande y canchas; todo lo que necesita un joven para entretenerse».
El liderazgo de Comfacauca, según Jesús Guetia, es el fiel cumplimiento de la estrategia y la buena voluntad del director de la Caja de Compensación, Juan Cristóbal Velasco, de quien resalta sus propuestas innovadoras en beneficio de la región.
*Con este reportaje iniciamos una serie de trabajos periodísticos sobre la educación, en sus distintos ciclos y aspectos, en las subregiones y municipios con alta población afrocolombiana.
[Clave para estudiantes del Colegio Comfacauca: sí-se-puede]
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