Alcalde de «ciudad cariño» pone toque de queda y contrarresta el «paseo de la muerte»

El Cerrito, uno de los pueblos más turísticos del Valle del Cauca, atraviesa por una difícil situación de desempleo e  inseguridad. Los habitantes están alarmados por la incursión de menores de edad en delitos.

Mauricio Martínez Prado, alcalde para el periodo 2012-2015, viene de ser diputado y presidente de la Asamblea en el 2010. Es un cuadro del Partido de la U y de la corriente de la senadora Dilian Francisca Toro.

Ganó la alcaldía en fuerte competencia con dos candidatos, de Afrovides y el Partido Liberal. Según la Registraduría, obtuvo el 28% de los votos, 8069, casi duplicando la votación por su partido para el Concejo. 

El alcalde es contador público especializado, habla claro de lo que quiere impulsar y tiene una coalición mayoritaria en el Concejo, lo que fortalece la viabilidad de sus ideas para atraer inversión.

Con el apoyo de la Policía Nacional y  del Ejército tomamos medidas para recuperar la seguridad municipal.

El toque de queda después de las nueve de la noche, el control de establecimientos públicos para evitar el ingreso de menores de edad y el consumo de licor; la recuperación del espacio público y una constante vigilancia en los sectores de más perturbación, como Santa Bárbara.

Con los próximos decretos se  prohibirá el transporte de parrillero después de las nueve de la noche y el porte de armas.

Fíjese, en el periodo enero-febrero del 2011 se presentaron cinco homicidios; en lo corrido del  2012 van dos. La meta es que sigan disminuyendo. Recuperaremos la tranquilidad del municipio.

Promovemos el desarrollo educativo y cultural articulando estrategias para el aprovechamiento del tiempo libre de los jóvenes.

Apoyamos y delegamos a la Junta de Acción Comunal como el enlace entre la administración y la comunidad en los consejos municipales de juventudes.

El desarrollo intelectual y el deporte fortalecerán las capacidades de cada joven.  Ayudar a la juventud es promover la seguridad municipal y darle tranquilidad a cientos de familias.

El empleo. El Cerrito es un pueblo que vive del Ingenio Providencia, el comercio y la zona industrial del cuero, pero tenemos grandes falencias. Mientras la economía nacional se incrementa, en nuestro pueblo disminuye.

Trabajaremos para traer inversionistas y  crear empleo. Recurrimos a gremios y congresistas para que contribuyan a  nuestro proyecto de «una tierra de paz y tranquilidad».

Ellos  valoran  la cercanía a ciudades ejes del desarrollo departamental como Palmira, Buga, Buenaventura y Cali.

Estamos a dispuestos  a dar un libre tributario a inversionistas, exonerándolos de impuestos por diez años y colocando terreno para la construcción de fábricas o bodegas en comodato.

Brindamos todas las facilidades para que el inversionista se posicione en el  Valle del Cauca, especialmente en El Cerrito. Les ofrecemos todas las alternativas para  dar a la comunidad un empleo digno.

Actualmente trabajamos en el proyecto por ocho mil millones de pesos del nivel nacional. Los primeros $ 1463 millones tramitados son para mejorar la infraestructura del área de urgencias y contrarrestar «el paseo de la muerte», porque en el traslado de los pacientes a Palmira, Buga y Cali varios pierden la vida.

Haremos remembranza de varias insignias, en especial de la Hacienda El Paraíso y la Semana Santa. Somos un diamante en bruto que no se ha explotado.

Trabajamos con todos los gremios turísticos y las personas del sector para capacitarlos en servicios de atención e idiomas.

El fin es posicionar el turismo y la cultura  de manera transparente para el beneficio de la comunidad cerriteña.

Seguridad municipal; mayor inversión productiva y empleo; servicio de salud de alta calidad e infraestructura del Hospital y puestos de salud en zona urbana y rural; calidad educativa y construcción de la ciudadela deportiva para masificar y explotar el talento municipal.