Se sabe que lo público es de todos los ciudadanos y que no es de nadie en particular, y, por lo tanto, está para el disfrute de todos. En ese sentido el andén es público, lo mismo que los parques y las plazas, y su privatización o su uso personalizado va en contra del interés general.
Sin embargo, del dicho al hecho hay mucho trecho. Lo que sucede en la mayoría de ciudades colombianas es que en las zonas de mayor actividad comercial los vendedores ambulantes usan parte del espacio público para llevar a cabo sus ventas de todo tipo de productos, sea ropa, juguetes, libros y comidas.
Muchos quisieran poder disfrutar de todo ese espacio público para transitar sin tener que esquivar los objetos que están para la venta sobre una manta en el suelo o en sus puestos rodantes, y que esos vendedores tuvieran un lugar adecuado para ejercer su actividad comercial, pero la realidad económica y social de Colombia, y en general de América Latina, ha convertido a los vendedores ambulantes en una necesidad, dada la alta informalidad laboral que hay en esta región del mundo. Se trata de una necesidad de los vendedores que buscan un trabajo que les garantice unos ingresos mensuales, aunque no sean fijos como los de un trabajo formal, y también es una necesidad de los compradores que buscan productos a bajos precios.
Hace unos días, siete uniformados de la Policía en Bogotá le impusieron un comparendo de más de ocho cientos mil pesos a una vendedora de empanadas y a un cliente que en ese momento le había comprado. El argumento de los uniformados es que quienes compran a los vendedores ambulantes están infringiendo el artículo 140 del Código de Policía, ya que «promueven o facilitan el uso u ocupación del espacio público en violación de las normas y jurisprudencia constitucional vigente».
Seamos realistas, las ventas callejeras hacen parte de nuestra realidad y de nuestra cultura latinoamericana. El joven al que multaron por comprar la empanada contaba que ya era tradición para él desde hace más de dos años comprarle a la vendedora, sea por cercanía del local con su lugar de trabajo, sea por el precio, o por la calidad del producto. Por su parte, la vendedora tiene su puesto desde hace más de 10 años en el barrio La Castellana, es decir, ya es una persona reconocida por los vecinos de este sector.
Esto no significa que las calles deban ser ocupadas indiscriminadamente por vendedores ambulantes, sino que debería existir un marco que sirva de acuerdo para que estos comerciantes puedan trabajar sin inconvenientes en determinadas áreas de las ciudades, y que garanticen que no se va a obstaculizar el paso de los peatones, que se va a mantener limpio el área donde tienen sus puestos de ventas y que van a cumplir las normas de salubridad para la venta de productos alimenticios.
Solo en Bogotá hay 25.560 vendedores ambulantes censados, según datos de agosto de 2018 del Instituto para la Economía Social (IPES), aunque otras fuentes estiman que la cifra es muy superior, y creer que con medidas policiales se va a dar solución a esta situación es una ingenuidad. ¿Acaso se está generando suficiente empleo formal para ese universo tan grande de vendedores?
Las ventas ambulantes suponen hablar también de la informalidad laboral en Colombia, es decir, personas que tienen un empleo que les permite generar ciertos ingresos, pero que no contribuye al bienestar ciudadano, ya que no cuenta con afiliación a la seguridad social ni ofrece estabilidad laboral.
La Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE, correspondiente al periodo septiembre – noviembre de 2018, concluyó que la proporción de ocupados informales en las 23 ciudades y áreas metropolitanas del país fue 48,1%. Las ciudades que presentaron mayor proporción de informalidad fueron: Cúcuta A.M. (70,1%), Santa Marta (66,3%) y Sincelejo (65,6%). Las ciudades con menor proporción de informalidad fueron: Manizales A.M. (38,8%), Medellín A.M. (41,5%) y Bogotá D.C. (42,0%).
Queda la sensación que a los vendedores ambulantes se les persigue por realizar su actividad comercial en el espacio público, pero para engrosar las estadísticas de empleo sí son bienvenidos.
Supongamos que con operativos policiales se saca a todos los vendedores ambulantes, ¿a qué actividad se dedicarían estas personas? ¿Acaso la situación se termina retirando sus ventas callejeras y despejando los andenes? Estamos hablando de personas con problemas individuales y con necesidades qué satisfacer.
Si las autoridades están realmente preocupadas por recuperar el espacio público, el foco no es la minucia y la pequeñez de quién compra una empanada o cualquier fritura, sino la desarticulación de las estructuras criminales que son las que realmente se han apropiado del espacio público y que se aprovechan de los vendedores ambulantes para cobrarles por la ocupación de ese espacio público.
[…] sobre la importancia de este espacio a la comunidad y, escuchar problemáticas de los vendedores formales e informales” (sic), señaló Angélica Penagos, gestora Provincia Alto Magdalena de la Secretaría de […]
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EN los andenes los vendedores se apoderan de la mitad de ellos, la otra mitad es para los ciclistas y si algo queda para propaganda de los almacenes, que desgracia ser ciudadano de Bogota,en ningun pais del mundo con inteligencia con respeto a la gente, con inteligencia y con razonamientos inteligentes, tratan asi a los compatriotas, hasta cuando?
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Bogota y sus habitantes son los habitantes del mundo mas incapaces de tener un pensamiento claro opinan según el estado de animo del momento y del deseo de agraviar a los demás, si hay vendedores en las calles se quejan porque no dejan pasar, porque roban, porque expenden droga pero si los quitan entonces los consideran pobrecitos déjenlos tirarse a las calles, con manos sucias vender los comestibles, en que quedamos? no hay mentes que inspiren la verdad, lo lógico, son partida de seres con pensamientos insulsos que a nadie ni a nada ayudan
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Anarquia total del espacio publico. En buena parte fomentado por la criminalidad con la esperanza de sacar provecho de las medidas de los gobiernos y/o por el desempleo causado igualmente por importacion de toda suerte de cachivaches traidos de China . Entonces no se crea industria . Se piensa que es mejor intermediar …
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El espacio público es de todos,pero hay sitios que es imposible transitar por la cantidad de mercado persa que hay en el piso, muchos vendedores se han reubicado, pero los dueños de los sitios que son una manada de criminales,cobrando por este espacio, los vuelven a ubicar con el argumento que se les bajaron las ventas y vulnerando el derecho al trabajo, así no hay como poner en cintura este negocio que es de unos pocos
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Pues que los reúnan ordenadamente en determinados lugares para que puedan vender sus cosas, pagando los impuestos que a todos nos toca pagar, pero que no invadan el espacio publico que es de todos los ciudadanos
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Cuentos salidos de la mera ignorancia de cómo funciona la venta ambulante. El vendedor ambulante no es un pobra desarrapado que simplemente toma una esquina para vender. Es parte de una cadena mafiosa en la que se obtienen ingresos superiores a los de la venta formal, explotando el espacio público y sin responder solidariamente con ningún impuesto. La vendedora de empanadas decía que vendía 250 a 1000= 250.000 pesos; se gasta acaso 1/3 en los insumos, es decir ganancias diarias de 170.000 pesos*24 días=4.080.000…más que el salario de un profesional con maestría.
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También he visto comercio ambulatorio que vende servicios de telefonía y tv por cable de reconocidas empresas? Se trata acaso de pobres empresas que tienen al comercio informal como único sustento? 🙁
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SON BUENAS NOTICIAS PARA LA CIUDAD; UNA URBE ENTREGADA A LA VENTA AMBULANTE Y SIN MANEJO DE LA CULTURA CIUDADANA ES UNA CIUDAD SIN FUTURO…ESPERAMOS TODOS MEJOR PROSPECTO..
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SON BUENAS NOTICIAS PARA LA CIUDAD; UNA URBE ABANDONADA Y ENTREGADA A LA VENTA AMBULANTE LAS BASURAS Y SIN MANEJO DE LA CULTURA CIUDADANA ES UNA CIUDAD SIN FUTURO…ESPERAMOS TODOS MEJOR PROSPECTO!!
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UNA URBE ABANDONADA Y ENTREGADA A LA VENTA AMBULANTE LAS BASURAS Y SIN MANEJO DE LA CULTURA CIUDADANA ES UNA CIUDAD SIN FUTURO…LAS POLÍTICAS PUBLICAS DEBEN IR DIRIGIDAS A LA FORMALIDAD Y NO A LA INFORMALIDAD..LA CORTE HA EXIGIDO REUBICACION..PERO NO APROPIACION DEL ESPACIO PUBLICO..NO ES DE ALGUNOS..ES PARA TODOS!!
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Varios supermercados (exito) venden empanadas a $ 1000 pagan impuestos y no invaden andes anchos pagados con impuestos de los ciudadanso
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Mas andenes anchos para vendedores ambulantes, para hacer los andes anchos han exprimido a los ciudadanos que trabjan de sol a sol, hay muchos vendedores ambulantes que ganan con las ventas mas de 4 salarios minimos.
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Mas impuestos para hacer andenes amplios para los vendedores ambulantes es loque se esta haciendo, exprimiendo a los ciudadanos. Muchos de estos vendedores ganan mucha plata con estas ventas sin pagar impuestos
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Si las autoridades están realmente preocupadas por recuperar el espacio público, el foco no es la minucia y la pequeñez de quién compra una empanada o cualquier fritura, sino la desarticulación de las estructuras criminales que son las que realmente se han apropiado del espacio público y que se aprovechan de los vendedores ambulantes para cobrarles por la ocupación de ese espacio público.
¿Se refiere usted a la grandes empresas de bebidas, de construcción, y en general de artículos de consumo masivo?
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La senora que vende las empanadas lucha por un ingreso con el cual mantener a su familia. El espacio publico tambien le pertenece a ella y a sus infortunados vástagos, victimas de un sistema social que los priva de todo, pero de todo: un colegio de pago? recreación? salud? Deben vivir en un ranchito, senor Duque! Ese codigo es una piltrafa que hace a los pobres mas pobres y a los ricos? riiico!
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