Dos bandas, dos imanes, dos historias degustadas, pero ahora en un solo recinto y bajo una mezcla detonante.
El recuerdo es fresco (Oct-2010) la presencia de Lamb Of God desató gran expectativa, una de las bandas resonadas del metal contemporáneo, acudía a una cita que en épocas pasadas hubiese sido en plena decadencia. Sin embargo como sabemos la industria ha dado un giro total y no es extraño que hoy podamos ver
grandes bandas de primera mano. El regreso de los de Rinchmond, es tan o igual de importante pues en su primera visita venían con el álbum Wrath estrenado a comienzos de 2009, ahora con apenas 2 meses de lanzado, Resolution de calificaciones lujosas en los diferentes portales del mundo, da un toque de frescura y claridad a la hora de juzgar, además la inclusión de varios temas en la actual gira es un buen termómetro. Otro punto sin duda es ver el acople completo en guitarras, esta vez sí estará Mark Morton, ausente en la presentación pasada porque recién era padre. Si quieren revivir la experiencia del show anterior, en la reseña que escribí por aquel entonces pueden hacerlo, por el momento nos concentraremos en su acompañante, inédito en este espacio.
El otro con «antecedentes penales» es Hatebreed, quienes asistieron en 2005 dan fe de un descomunal show propio de las ondas Hardcore pero más de la incesante energía de Jasta y su combo. Desde su homónimo disco de hace 2 años esto señores no publican, sin embargo no han abandonado nunca las giras, motivo que tiene a la agrupación a punto de estallar su nueva placa, 30 canciones engranadas desde largo tiempo en medio de las experiencias de sus vastos tours, de por sí ya una costumbre; difícil labor para los de Connecticut pero ya andan en la tarea de seleccionar entre dicho material las que irán en la nueva producción. A partir del lanzamiento de
Satisfaction is the Death of Desir que tomo tan solo 6 días en grabarse, al igual que el estilo, el ascenso ha sido vertiginoso, precisamente más por ese extenso rodaje en escena, que por andar metidos en estudio. Otro factor es la mezcla de estilos a la cual han sido «sometidos», ganancia para abrir el espectro y evitar radicalismos en su música, precisamente el mejor testimonio de dicho recorrido es: For The lions, álbum tributo a sus mentores y en su gran mayoría dedicado a las agrupaciones con las cuales han compartido tarima. Allí rebosan por ejemplo covers de Slayer, Misfits, D.R.I, Sick Of It All… un trabajo que recomiendo. Sin querer sofocar a Hatebreed, el líder y vocalista Jamey Jasta ha entregado también su pasión por la música a otros proyectos como Kingdom of Sorrow banda con 2 discos publicados, el más reciente en 2011, pero también uno como solista de nombre Jasta donde predominan las voces limpias y las estructuras melódicas, con invitados de la talla de Zakk Wildy y el mismo Randhy Blythe. Sin embargo para aquellos que no han estado dentro de su circle pit como yo, la mejor referencia en vivo es el DVD Live Dominance, grabado en el club Harpo’s en Detroit, recinto para 2000 personas, que recogió un show de un solo tiro de principio a fin, descarga total de energía entre asistentes y banda, veracidad de un espectáculo honesto de carne y hueso.
Hatebreed contó con la fortuna que otros de su género en la época de los noventa no tuvieron, no obstante abrieron puertas para que otras agrupaciones fueran reconocidas, el mismo Jasta lo admite, pero haciendo claridad que todo bajo el riel del trabajo honesto, ganado a pulso, tocar en un año en 600 shows tiene su merito y sin duda abre el margen de reconocimiento, cuando es junto a bandas rimbombantes. Visión, tal vez esa fue la clave para que estos leones del metal sean un referente propio de aquella filosofía de las calles y los problemas de hogar. Rugir fuerte dentro de la música para superar las adversidades de ir creciendo en medio de un núcleo familiar inmerso en depresión y alcohol, indudablemente es válido, temas que sin pudor el grupo reconoce en esta entrevista, entre otras, cosas como haber tocado junto a Mötorhead y la transcendencia de las canciones.
En una fecha en que se volvieron costumbre los eventos en vivo, habrá un concierto que a oídos de los más acérrimos religiosos será una afrenta, para otros es la purificación de pecados y problemas que gracias a la música se logran exteriorizar y sanar, melodías para ser mejores como personas, donde no hay cultos, ni extensos rezos estériles, simplemente cantos, riffs y energía. Al final y al cabo felicidad, que es todo los que se necesita para ser mejores hombres.
La cita es el próximo 7 de abril, toda la información y actualidad del evento la pueden encontrar en este enlace.
Esperen posts especiales con Paul McCartney y una noticia que trae despedida pero esperanza para todos los seguidores del blog.
Permanezcan Rockosos
Comentarios